Se debe al efecto de la suba de tarifas. Aunque formalmente el sueldo este año pueda perder hasta un 6% respecto de la inflación, por el incremento del costo de los servicios quedará menos ingreso disponible para consumir.
Por Carlos Lamiral
El efecto de licuación de los salarios va a ser más profundo este año de lo que puedan indicar las diferentes encuestas, tanto oficiales como privadas. Por efecto de la suba de las tarifas, la pérdida del poder de compra de los sueldos va a ser superior a lo que pueda diluir nominalmente la inflación.
Así lo señala en un informe la consultora Abeceb, en el cual plantea que el “salario disponible”, es decir, la capacidad de compra de los ingresos descontado el efecto de licuación, perderá hasta el 15%.
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“Un trabajador que en promedio en 2024 va a ganar $1.340.000 mensuales y que su salario le va a caer en términos reales 6,1%, lo que le quede para gastar, después de pagar el alquiler, combustible, transporte, luz, gas (estos componentes que aumentan muy por encima de la inflación) serán $840.000, lo que implica una caída de 15,5% respecto del ingreso disponible que tenía el año pasado”, señala el reporte.
De acuerdo con los últimos datos sobre evolución de salarios que elabora el INDEC, en febrero los sueldos crecieron 8,9% nominal, con un 152% interanual. Los del sector privado registrado subieron 11%, el sector público 5% y el no registrado 7,6%. por debajo de la inflación.
La consultora que dirige el ex ministro de la Producción Dante Sica, señala que “el salario real en el sector privado formal podría caer en promedio 6,1% en 2024, pero el ingreso disponible podría reducirse más del doble producto del fuerte reacomodamiento de los precios relativos de las tarifas de gas, luz, agua, transporte público, combustibles”.
El estudio sostiene que el valor de todos esos servicios públicos “vienen ajustando muy por encima de la inflación impactando con fuerza en los bolsillos”.
La retracción del poder de compra se da en el marco de un proceso muy fuerte de corrección de precios relativos que venían muy atrasados y que provoca que la gente deba gastar mucho más de lo que lo hacía anteriormente para afrontar esas facturas, recortando la plata disponible para comprar otros bienes o servicios.
Abeceb señala que “la inflación interanual en marzo fue del 290% pero los precios de muchos bienes o servicios claves para la vida cotidiana superaron con creces esta magnitud”.
“Electricidad y gas, aumentaron el 300%, bebidas alcohólicas, 302%; alimentos, 306%; azúcar, chocolate y golosinas, 349%; pan y cereales, 352%; combustible y lubricantes, 364%; medicamentos, 379%; transporte público, 385%; aguas minerales, gaseosas y jugos, 386%”, precisa la consultora.
“Otros que también tuvieron subas importantes, pero no al nivel del IPC fueron las prepagas (hoy en discusión) con un 289%, restaurantes y hoteles, 266%, educación, 227%; prendas de vestir y calzado, y alquiler de viviendas, 149%”, indica el trabajo.
Cómo enfrentar la caída del poder de compra
El reporte considera que “ante este contexto, los consumidores optan por los comercios de cercanía (no hacen compras tan grandes) y elijen segundas o terceras marcas, además de estar atentos y aprovechar las promociones y descuentos”.
“Por su parte, las empresas buscan adaptarse a estas necesidades optimizando costos, negociando con proveedores y cadenas para mejorar la ecuación de costos y precios, dando mayor relevancia a sus segundas marcas y tratando de idear estrategias de comercialización que apuntan a un consumidor que recorta sus gastos”, añade el estudio.
Los electrodomésticos afectados
En otro segmento, pero que también revela el impacto de la retracción del poder adquisitivo, están los electrodomésticos, que quedaron muy relegados en la lista de compras.
“Se prevé una caída del 25% para 2024 debido a que la predisposición de compra sigue en baja en los primeros tres meses del año, y en marzo, registra una merma del 66,2%, hasta tocar mínimos desde la pandemia”, advierte el reporte.
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