Por Mariano Cuparo Ortiz

Aunque el salario de los trabajadores registrados sigue lejos de recuperar lo perdido tras la devaluación de diciembre, y acumuló una caída de 5,6% real en la comparación contra noviembre, la actividad económica hilvanó seis meses consecutivos de recuperación. De esa forma, logró consolidar un rebote con forma de V y quedó 0,5% por encima de los niveles de ese noviembre del 2023. La buena racha, que se dio luego del desplome histórico del primer cuatrimestre del año, fue liderada por el agro y su rebote estadístico tras la sequía histórica del 2023. Los sectores productivos más urbanos siguen en el pozo.

Luego de un nuevo mes de recuperación durante octubre, los salarios registrados promediaron todavía una contracción de 5,6% real contra el mes previo a la llegada del actual Gobierno. Los del sector privado ya están muy cerca de llegar al nivel que tenían en ese entonces: la caída acumulada en once meses fue del 0,3% real. En cambio los públicos padecieron con fuerza el ajuste del gasto público, que se centró en buena forma en los salarios: su caída acumulada entre noviembre del 2023 y octubre del 2024 fue del 14,8% real.

De ahí que el consumo venga traccionando un poco más desde abajo que el promedio de la actividad económica, lo que a su vez tiene un impacto más negativo para los sectores urbanos que para el agro, tal como la industria, la construcción y el comercio, que son los principales generadores de empleo.

 La actividad consolidó un rebote con forma de V

Con todo, el salario viene en una progresión positiva, que da cuenta de que lo peor ya pasó. En octubre la mejora del salario real de los registrados fue del 1,3% real. No es poco para un mes. Por el lado de los del sector privado la mejora fue del 4% nominal, lo que con un IPC de 2,7% durante ese mes implicó un crecimiento real del 1,2%. Para los estatales la mejora fue del 4,3% nominal (esta vez les ganaron a los privados), es decir un 1,5% real. El salario registrado lleva, pese a seguir en el pozo, siete meses consecutivos de mejora lenta y progresiva.

En esa misma línea, la actividad económica creció por sexto mes consecutivo en octubre. La suba desestacionalizada frente a septiembre fue del 0,6%. El indicador del Indec quedó 0,5% por encima de noviembre del año pasado, además. La economía mostró así un rebote con forma de V. Luego de cinco meses de caída entre diciembre y abril, hubo seis meses sin traspiés.

La dinámica fue principalmente traccionada por el agro. Sin ese rebote estadístico la caída fue del 5,1% en 2024 para el resto de la economía. Lo detalló LCG: “En el acumulado de los 10 meses la diferencia persiste: el sector acumula un crecimiento del 37%, mientras que el resto de los sectores promedian una caída anual del 5,1%”.

Coincidió el Grupo SBS, que destacó a la intermediación financiera también: “En los 11 meses de gobierno, tuvieron mejor desempeño los bienes que los servicios, destacándose Agro y Minería por el lado de los primeros, aunque dentro de los servicios se destaca la performance de la Intermediación Financiera”.

Además afirmó acerca de lo que viene: “Mirando a noviembre, los indicadores que monitoreamos presentan señales mixtas, aunque con sesgo al alza. Con todo, reiteramos que los factores determinantes para la actividad en 2025 serán, creemos, si logra salirse o no del cepo el año próximo, la dinámica de los costos en USD, el sesgo de la política fiscal-monetaria en año electoral y la presencia o ausencia de tensiones nominales”.