Por Mariano Cuparo Ortiz

El salario anotó nuevamente un leve repunte del 0,7% mensual durante agosto, pero siguió 7,1% por debajo de los niveles de noviembre, en la previa a la asunción del presidente Javier Milei. De esa forma, los ingresos de los trabajadores ya acumularon 9 meses sin lograr recuperar su poder adquisitivo previo al ajuste realizado por la actual gestión. En cambio, llevan 5 meses de pequeñas mejoras parciales. Eso, y el hecho que los cambios en precios relativos implicaron destinar una mayor parte del salario al pago de servicios, explica la timidez que muestra el consumo de los hogares, principal factor de la actividad económica.

El Indec publicó el informe del Índice de Salarios correspondiente a agosto, que arrojó una mejora nominal del 4,9% en los sueldos de los trabajadores registrados. Contra una inflación del 4,2% durante ese mes, según el propio Indec, el resultado deflactado dejó entrever una mejora del 0,7% real para el total de los trabajadores registrados, tanto públicos como privados. Vale destacar que aunque el Indec publicó también una mejora del 10,6% para los no registrados, ese dato opera con 5 meses de rezago, por lo cual debería ser comparado con el IPC de marzo, que marcó un incremento del 11% (y por ende una caída real a priori del 0,4%).

Una mirada hacia dentro de los salarios registrados arrojó que los del sector privado mostraron un incremento nominal del 5% durante agosto, es decir una suba del 0,8% real durante el mes. Los sueldos de los trabajadores del sector público volvieron a mostrar un incremento bastante más moderado, de la mano del ajuste fiscal y subieron un 4,7% nominal, lo que redundó en una mejora del 0,5% real.

En cambio, al comparar contra los niveles de noviembre del año, previo al ajuste cambiario que redundó en un fuerte shock inflacionario que llevó a los precios de la economía a niveles muy por encima de los sueldos, las contracciones fueron abultadas para ambos universos. De hecho, los salarios privados registrados acumularon durante ese período una contracción del 1,7% real, mientras que los públicos bajaron un 16,4% real.

Tal como remarcó NA, un informe de The Nielsen Company arrojó que el consumo, tras la fuerte caída de la primera parte del año, se amesetó en niveles bajos. “Medimos agosto y septiembre, y lo que estamos viendo es una caída sostenida de aproximadamente un 17% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Esto es muy similar al acumulado anual, que se encuentra cerca del 18% de caída", sostuvo Javier González, de la compañía.

Y agregó: “Estamos viendo que, a pesar de que los precios de consumo masivo han subido a un ritmo estable, la inflación general y el aumento en otros rubros esenciales como transporte y servicios están quitando poder adquisitivo a las familias, lo que lleva a una contracción en el consumo de alimentos y bebidas".

La consultora Vectorial mostró además que la actividad económica crece en el agro y la minería, pero que registra fuertes caídas todavía en la industria, el comercio y la construcción. Y señaló al respecto: “Los sectores vinculados a las zonas urbanas y periurbanas son los de peor performance y, en algún punto, puede explicar por qué los efectos de la política que el gobierno considera positivos aún no tienen un correlato en la vida diaria de las mayorías de los que allí habitan”.