La ex ministra de Seguridad sostuvo que el nuevo protocolo de Bullrich empuja a las fuerzas a que cada una establezca su propio reglamento. "Introduce contradicciones y confusiones en las fuerzas, que tienen que tener muy claro cómo actuar", criticó.
Sabina Frederic sostuvo que la actual ministra de Seguridad sobreactúa y politiza el campo securitario, algo que pone en riesgo el trabajo de las fuerzas que dirige. Agregó que sus políticas son agresivas y contrarias a las normativas, y señaló que el impacto financiero golpeará los salarios de la policía, lo que puede generar tensiones y protestas. “El personal de las fuerzas federales cobra bien gracias a nuestra gestión, porque ella no resolvió el problema salarial”, manifestó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Sabina Frederic es Doctora en Antropología Social, profesora universitaria y preside el Instituto de Política sobre delitos, seguridad y violencias en foco. Recientemente consideró que el nuevo protocolo de Patricia Bullrich para las fuerzas de seguridad es una “pena de muerte encubierta”.
Alejandro Gomel: ¿Cuál fue la primera impresión que tuvo ante la conferencia de prensa de ayer de Patricia Bullrich?
Hay una contradicción entre lo que ella anunció, lo que salió hoy en el Boletín Oficial y en la resolución que aprobó. Porque lo que finalmente hizo fue derogar una resolución, que nosotros sacamos el 20 de diciembre del 2019, que entre otras cosas derogaba la resolución 956 del 2018 de Bullrich, llamada o conocida como Doctrina Chocobar.
Es decir, ese reglamento de uso de la fuerza que avanzaba y se contradecía con el capítulo de legítima defensa del Código Penal argentino. Y esa fue básicamente la razón por la cual nosotros la derogamos, porque su resolución tiene un rango menor que una ley.
Por lo tanto, introduce contradicciones y confusiones en las fuerzas, que tienen que tener muy claro cómo actuar, no solo para proteger los derechos de los ciudadanos, aún aquellos que la justicia determina que son delincuentes, no la policía, sino también las propias fuerzas de seguridad, que con autorizaciones reglamentarias por fuera de la ley, tienen que comparecer ante los tribunales con el Código Penal, no con la resolución de Bullrich.
Entonces, lo que hizo fue derogar su resolución, pero además de eso, introduce un artículo en donde autoriza a la prefectura a usar armas largas.
Ayer en la conferencia ella dijo algo que es mentira. Nosotros nunca derogamos o prohibimos el uso de armas largas en la prefectura. No lo hicimos nunca. Lo que ocurrió es que la propia prefectura adecuó su normativa, porque fue nuevo jefe los que tuvimos nosotros, adecuó su normativa y aparentemente en esa adecuación dejó sin efecto el uso de armas largas, que nosotros no limitamos. Lo digo acá y lo subrayo.
Todo lo contrario. De hecho, la gendarmería hace uso de FAL en la frontera y nosotros no hicimos nada con eso, porque es correcto.
Lo que creemos, y ahí me parece que hay un peligro y un riesgo en esta resolución que ella aprobó hoy, es que nosotros no sabemos cuál es el reglamento que va a regir el uso de las armas de fuego de aquí en adelante, porque ella no vuelve a la doctrina de Chocobar. Lo que hace es instruir a las fuerzas a que cada una establezca su propio reglamento. Y eso es un problema porque las directivas de las fuerzas o las órdenes del día de la Policía Federal no son públicas. Entonces nosotros no vamos a saber finalmente cuál va a ser el reglamento que las rija.
Así que la verdad es que entre ayer y hoy lo que ocurrió fue que ella generó una gran confusión. Siempre sobreactúa, hace un show y pone nuestra gestión como si fuéramos defensores de delincuentes, cosa que no es así para nada, al contrario. Y sobre todo pensamos en la seguridad jurídica del trabajo de la Fuerza de Seguridad, cosa que ella no está pensando. Y no piensa ahora ni pensó antes.
Si tomas en cuenta la sentencia que tuvieron los prefectos que participaron del homicidio de Rafael Nahuel, ahí en Mascardi, fueron condenados a cinco o seis años de prisión. No fue ella la condenada, fueron los prefectos que ella condujo. Entonces ella no protege a las fuerzas. Es mentira, es falso ese argumento.
AG: ¿Esto puede abrir la puerta para que aparezcan las armas de fuego en la calle cuando haya manifestaciones?
En realidad ya está abierta la puerta, porque cuando ella aprueba el protocolo antipiquete, deroga el reglamento que había dejado Garré en el 2011, que fue el que nos rigió a todos los que fuimos ministras o ministros desde ahí en adelante, que prohibía el uso de armas de fuego en las manifestaciones. Al derogar esa resolución, Bullrich con su protocolo antipiquete, de hecho lo habilita.
Hay dos elementos más que quisiera subrayar de cómo se mueve ella, cómo politiza el campo securitario más que generar políticas que realmente contribuyan a bajar los índices de delincuencia.
Una es que le falló, como le falló al gobierno, el proyecto de ley ómnibus. Al caerse el proyecto de ley ómnibus se cayó el capítulo que ella pidió de reforma del Código Penal, del capítulo de legítima defensa, que es lo que aquel reglamento de Doctrina Chocobar intentaba hacer, o sea, pasar por encima de la ley. Perdió esa batalla, y perdió otra más, porque Casanello le ordenó, por una denuncia que presentó creo que una diputada del MST, adecuar el protocolo antipiquete a la normativa internacional, que viola claramente, y le dice en su exhorto que ella no puede avanzar sobre la potestad de la justicia y convertir la protesta en un delito, que es lo que hace el protocolo antipiquete, convierte la potestad en un delito en flagrancia, sin la intervención del juez.
Entonces Casanello le puso un límite, llamó a los representantes del Ministerio de Seguridad a una audiencia, creo que es la semana que viene o la próxima, entonces va teniendo frenos ella también a sus delirios y a sus políticas totalmente violentas, agresivas, contrarias a cualquier normativa, a pesar de lo que dice, porque ella se jacta de respetar las normas internacionales y no lo hace.
Claudio Mardones: Se vienen meses complejos en materia financiera para las provincias y a veces el hilo se corta por lo más finito, que tiene que ver con el pago a los estatales, pero ahí hay una zona muy delicada, el pago de los salarios a los policías. ¿Cómo puede impactar esta relación tan tirante y compleja en términos financieros con las provincias en el comportamiento de las policías provinciales teniendo en cuenta que en los últimos años han sido las protagonistas de los reclamos salariales?
Como vos bien decís, las medidas que toma el Gobierno en relación a las provincias cercenan los salarios de personal que como maestros que también o personal de salud que son muy importantes, pero cuando se trata de protestas policiales todos sabemos que estamos ante un problema mayor.
Tenemos el recuerdo no solo de la protesta en Provincia de Buenos Aires, de la policía en el 2020, sino aquella protesta que se extendió por todo el país en diciembre del 2013, que hubo 20 jurisdicciones que tuvieron a sus policías o acuarteladas o movilizadas. Eso es un riesgo, pero es de manera en que el gobierno extorsiona.
El gobierno tiene una mecánica que en realidad imputa a la oposición, pero en verdad son ellos mismos. La propia Ministra de Seguridad hizo una amenaza, después de que se cayó la ley ómnibus, cuando dijo “nosotros no vamos a hacer esto de sacarle a la gendarmería a Rosario”, pero bueno, finalmente es una amenaza encubierta, y por lo que tengo entendido retiró a personal de la gendarmería de Rosario para desplegar en el Congreso. Así que efectivamente es un tema delicado.
También es delicado lo que va a pasar con las fuerzas federales porque la afectación al bolsillo es para todos. El personal de las fuerzas federales cobra bien gracias a nuestra gestión, porque ella no resolvió el problema salarial y los pagos en negro que recibía la fuerza, lo resolvimos nosotros entre el 2020 y el 2022, pero igual tienen gastos como tenemos todos, escuela privada, a veces prepagas, en fin, consumos que tienen los sectores medios alquileres.
Todo eso va a generar un impacto muy grande en la fuerza y eso es un problema también, por la angustia que genera en el personal que tienen que ser personas que estén en su centro, concentradas en lo que aprendieron, en su adiestramiento y en las leyes que los rigen.
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