El 9 de septiembre fue votada por unanimidad en el Concejo Deliberante. El secretario de Gobierno anunció que se vetaría: por ahora, no hay nada. Tras los primeros pasos en la secretaría del cuerpo, debía trasladarse al Departamento Ejecutivo, que tenía diez días hábiles para sancionarla o vetarla.
El martes 9 de septiembre el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad la ordenanza de la emergencia vial, con el apoyo de todos los bloques.
Tras los primeros pasos en la secretaría del cuerpo, debía trasladarse al Departamento Ejecutivo, que tenía diez días hábiles para sancionarla o vetarla.
Hasta el viernes, a partir de las consultas realizadas por LA VERDAD, todavía no había novedades. El secretario de Gobierno, Mauro Gorer, estuvo ausente por problemas de salud, mientras que el secretario general Javier Gabrielli nunca respondió el teléfono.
Fue el presidente del Concejo, Patricio Fay, quien señaló que “tal vez no se cumplieron los diez días todavía”, y dijo no haber escuchado nada sobre un posible veto.
No obstante, Gorer había anticipado tras la sanción del Concejo que “nosotros vamos a evaluar todo su articulado, veremos qué temperamento adoptamos: si corresponde promulgarla, vetarla parcialmente o en su totalidad. Esto es lo que nos permite la ley, y tenemos diez días para ver la ordenanza definitiva, haciendo un análisis pormenorizado”.
“Según la primera lectura que hice del proyecto presentado por los concejales de la oposición era algo muy pobre en cuanto a las herramientas que daba al Ejecutivo para trabajar en la emergencia. Me parece que se quedaron en un discurso para la comunidad, hablando de la emergencia, cuando en realidad lo que ellos plantearon ya se hizo todo”, había señalado el secretario de Gobierno.
La semana que se inicia será clave en este tema: si la ordenanza se veta total o parcialmente o en caso de ser promulgada, deberá ponerse en marcha.
La emergencia
En principio, según explicaron los ediles, esta emergencia significa en la práctica un puntapié y un conjunto de herramientas para que las autoridades municipales pongan en marcha un plan integral que brinde soluciones al caos del tránsito diario que, en lo que va del año, ya se cobró ocho vidas este año.
Para esto, podrá disponer de partidas presupuestarias extras para lanzar una campaña de educación vial, por ejemplo; y también anexar personal a la disminuida Agencia Municipal de Seguridad Vial que se quedó con entre quince y dieciocho efectivos solamente.
A la vez, el Ejecutivo deberá rendir cuentas bimestralmente al Concejo sobre lo que se está haciendo en el marco de esta emergencia y cuál es el proyecto final de acciones viales a ejecutar para reducir la cantidad y la gravedad de los siniestros de tránsito ocurridos en la ciudad.
Como pena, los infractores reincidentes deberán obligatoriamente a realizar un curso ante la AMSV.
La ordenanza
Entre los puntos más sobresalientes de la emergencia vial, figuran las siguientes acciones:
– Campañas de concientización y educación a realizar por parte de la Agencia de Seguridad Vial.
– Acciones a llevar a cabo por la autoridad de aplicación, en lo referente a prevención y control.
– Inversión a realizarse en la implementación, tanto en obras de señalización como en mejoramiento de calles, pavimentación y repavimentación, y los plazos de realización de las mismas.
– Movimientos de partidas necesarios para cubrir con los gastos que surjan del plan integral de seguridad vial.
– Diseño de cursos obligatorios a implementarse en escuelas secundarias, en coordinación con los organismos provinciales, para todos los alumnos con edad suficiente para tener el registro de conducir habilitante.
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