Cada vez hay más vehículos circulando, pero la red vial sigue siendo la misma. Se cuestiona la asignación de recursos.
La cartera que preside Cristian Breitenstein, informó que un total de 112.451 unidades fueron vendidas durante dicho período, lo que representa un 8% más que el año pasado.
La provincia aportó además uno de cada tres patentamientos de 0 km realizados en el país durante el primer cuatrimestre; mientras que la fabricación de neumáticos registró un crecimiento del orden del 19,7% en el acumulado enero-abril de 2013, y un 24,9% anual.
Según un informe de la Unidad de Estadísticas y Estudios de la cartera productiva, las ventas totales de automotores registraron un aumento del 36,9% respecto a abril de 2012.
El cuestionamiento salta a la vista. Cada vez hay más vehículos circulando, pero la red vial es la misma. La situación es grave para una economía argentina que depende casi exclusivamente del transporte carretero como consecuencia del desmantelamiento del sistema ferroviario. Las rutas llevan el 90% de las cargas y casi el 100% del transporte terrestre de pasajeros. La precariedad de las rutas, diseñadas con idéntica estructura a la vigente en la década del 30, es obsoleta frente a las necesidades del tránsito. En 1930, había 280.000 automotores, Hoy, hay más de 9 millones y se estima que, para 2020, habrá más de 17 millones.
El estado de conservación de las rutas concesionadas con cabinas de cobro deja bastante que desear. Ha quedado claramente demostrado que dicho régimen de falso peaje o impuesto al tránsito implementado en rutas existentes pagadas con nuestros impuestos y sin caminos alternativos libres de pago, ha sido un verdadero fracaso. Transcurridos más de 22 años de su imposición, a pesar de las tarifas abusivas e ilegales cobradas a los usuarios viales, más la cantidad de dinero en concepto de subsidios abonados alegremente a los concesionarios, no se construyó un solo kilómetro nuevo de camino. Hemos perdido más de 22 años, pagando un falso peaje para nada. El peaje directo con cabinas de cobro en ruta está concebido para cuando primero se hace la obra y luego se cobra, y con caminos alternativos libres de pago. Todo lo contrario a lo que se instaló en nuestras rutas. En la provincia de Buenos Aires, la falta de infraestructura vial, en gran parte, se debe a la falta de coraje del gobernador Daniel Scioli, para exigirle al Gobierno nacional que le reasigne o coparticipe los fondos viales que provienen del impuesto a los combustibles, dijo a Transport & Cargo Ricardo Lasca, coordinador del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial (Conaduv).
El Gobierno nacional recauda $ 25.000 millones anuales por el impuesto a los combustibles que son desviados a otros fines que no tienen que ver con el objetivo del impuesto, que es la construcción de caminos.
Se podría hacer una verdadera revolución vial si se asignaran los fondos, no solo de este impuesto sino de las innumerables tasas provinciales y municipales que se abonan para mejora de caminos y que hoy se desvían para otras cosas. Estamos aportando fondos para matarnos, es increíble el desprecio que existe por la vida, recalcó Lasca.
Para el coordinador del Conaduv, a juzgar por el mal estado de muchas de las rutas, las autoridades correspondientes no consideran esto como algo prioritario. Informes serios revelan que de las rutas nacionales, principalmente implicadas en el transporte de granos, sólo el 30% están en buen estado, mientras que el sistema presenta un 40% de rutas en regular estado y un 30% en mal estado. En el caso de rutas provinciales y de caminos de tierra, la situación es peor. En el primer caso, sólo el 11% está en buen estado y, en el segundo, se reduce al 5%. Es decir, que el 89% de las rutas provinciales están en mal estado o regular. Los problemas son los mismos en toda la red vial nacional como provincial, ya sea concesionada o no por peaje: falta de señalización y luminarias, gran cantidad de pozos y baches, banquinas inexistentes o peligrosas, trazado obsoleto y mínimos controles de cargas, entre otras cuestiones.
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