“La ruta del dinero (YMAD-UNT) no llegó ni remotamente al inspector de obra”, sentenció Bernardo Lobo Bugeau, abogado y hermano de Horacio Alfredo Lobo, arquitecto y ex inspector de la Universidad Nacional de Tucumán. Ayer se cumplió el tercer día de la primera ronda de indagatorias en la Justicia Federal. Desde las 9 hasta cerca de las 13, Lobo declaró antes el juez N° 2, Fernando Poviña.
“Aquí la madre de esta causa es el convenio y los destinos de los fondos de YMAD para obras. Una suma que nos parece muy plausible que el fiscal investigue porque a toda la comunidad le conmueve, incluso al indagado”, afirmó el abogado. El convenio al que hizo referencia es el que el ex rector, Juan Alberto Cerisola, firmó en enero 2008 con YMAD, por el cual la UNT pasó a recibir la mitad del porcentaje que le correspondía y que tenía como destino la construcción de la “Ciudad Universitaria”.
El delito del que se acusa a Lobo - detalló su abogado- es defraudación a una entidad pública, la UNT. La indagatoria se centró en una de las tantas obras que se investigan: los cuatro anfiteatros de la facultad de Filosofía y Letras, que costaron unos $ 10 millones. “Mi defendido ha indicado en qué consistió la tarea del inspector y en qué contexto se llevó adelante, ya que sobre esa obra había una prioridad porque había sucedido un derrumbe”, explicó Lobo Bugeau.
La causa lleva seis años y, entre otras cosas, se investiga el destino de los fondos que la empresa YMAD le giró a la UNT entre 2006 y 2009 para obras. Más de $ 353 millones. En el pedido de indagatoria, el fiscal Carlos Brito señaló que las autoridades universitarias habrían realizado maniobras para evitar la transparencia de los procedimientos contractuales; además, la Sigen explicó que se pasó por alto la Ley de Obras Públicas.
“Si se investiga una ruta de dinero malversado no entendemos por qué se apunta a una obra que fue realizada con lo presupuestado y que es motivo de gran elogio en muchos ámbitos”, explicó el letrado, y agregó que debido a la calidad de la obra hay otros centros universitarios que quieren replicarla.
Lobo Bugeau adelantó que en estos días presentarán más pruebas que avalarán lo que manifestó su defendido. “El fiscal cree que hay cierta inverosimilitud entre el certificado de obra y la fecha que se produce la firma del certificado. Se dieron las explicaciones, señalando que se acopió producto con lo que el contratista había obtenido como anticipo financiero y cuando la obra se inició ya estaban los materiales en espera”, precisó.
Según el código procesal, en 10 días hábiles el juez Poviña deberá definir en qué situación queda el imputado, dijo Lobo Bugeau. “Sabemos que es una causa compleja y de gran magnitud. Entendemos que se ha convocado a indagar al último eslabón de una cadena”, opinó.
En su declaración, el ex funcionario de la UNT también precisó cómo funcionaba la dirección de Construcciones Universitarias, a cargo de Olga Cudmani (que declaró el martes ante Poviña) y que desde 2008 pasó a depender directamente del rector Cerisola. “Cudmani era la directora, el encargado del área era (Osvaldo) Venturino y además aclaró que en esa dirección funcionaba un área administrativa con un tesorero”, detalló.
Venturino se desempeñaba como director de Inversiones y Contrataciones y el lunes deberá prestar declaración. El martes, Luis Sacca, ex subsecretario de Políticas Administrativas; y el miércoles, Cerisola.
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