El gobierno ruso consideró que Estados Unidos "deberá responder tarde o temprano" por el daño causado por sus bombardeos a la infraestructura económica de Siria, que tuvo como objetivo debilitar al gobierno de Bashar al Assad.

El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general Igor Konashenkov, acusó este miércoles a Estados Unidos de destruir "metódicamente toda la infraestructura económica de Siria, pese a todos los daños a la población civil que originaron la huida de millones de refugiados".

En rigor, las declaraciones del funcionario ruso fueron en respuesta a las acusaciones vertidas por el director de la CIA, John Brennan, quien en una entrevista a una cadena de televisión estadounidense acusó a Rusia de emplear "la táctica de tierra quemada" en Siria y de "promover sus intereses allí donde hay un vacío político o conflictos".

"Los intentos de Brennan de cubrirse las espaldas con sus declaraciones no lo salvarán" consideró Konashenkov, quien además volvió a levantar sospechas sobre la relación entre Estados Unidos y el grupo islamista radical Estado Islámico (EI).

"Los yacimientos petrolíferos conquistados por el EI se salvaron de forma inexplicable de los bombardeos de Estados Unidos, lo que permitió a los guerrilleros ganar decenas de millones de dólares todos los meses con la venta ilegal del petróleo y reclutar en sus filas a mercenarios de todo el mundo" sentenció.

El general ruso le recordó al director de la CIA que su país no ha participado en las negociaciones para el alto el fuego vigente en Siria desde el pasado 30 de diciembre, y que fue alcanzado con la mediación de Rusia, Turquía e Irán.

"El resultado se ha conseguido sin la administración actual estadounidense, sin la CIA", concluyó Konashenkov.