La ruptura en Unión por la Patria revela un descontento federal hacia el armado 2025 de Cristina Kirchner

La ruptura en Unión por la Patria revela un descontento federal hacia el armado 2025 de Cristina Kirchner

El abandono de la bancada por parte de Roberto Mirabella tiene como trasfondo una crítica a la conducción por parte de CFK de cara a las elecciones. Hay al menos una veitena de legisladores identificados bajo el paraguas de “los federales” que también podrían romper.

María Cafferata

El 2025 aún no comenzó, pero los dirigentes peronistas de las provincias empiezan a moverse como si las elecciones estuvieran a la vuelta de la esquina. La ruptura del santafesino Roberto Mirabella con el bloque de Unión por la Patria en Diputados es un síntoma: anticipa una corriente interna –se hacen llamar “los federales”– que viene buscando, hace meses, una excusa para romper con la actual conducción. La crítica es al “porteñocentrismo” o “AMBA-centrismo” (por el Área Metropolitana de Buenos Aires), pero se traduce en los hechos como una impugnación al liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner y su armado hacia las legislativas. Ayer fue solo Mirabella, pero en la bancada de la Cámara baja temen por un efecto contagio. 

Con críticas internas y a Milei, renunció un diputado del bloque kirchnerista

Germán Martínez, presidente del bloque, se enteró de la renuncia de Mirabella cuando le llegó durante la mañana post-Navidad la nota oficial de que abandonaba UxP para armar un monobloque llamado “Defendamos Santa Fe”. Casi en simultáneo, Mirabella publicó el tuit anunciando su renuncia. Martínez lo llamó por teléfono y se quejó porque no le avisó y no esperó un poco más. Le cuestionó que, aunque no quisiera, le estaba haciendo un daño al bloque, que pasaría a tener 98 diputados. “La decisión está tomada, ya no tengo nada que hacer ahí, Germán”, le respondió Mirabella, pudo reconstruir elDiarioAR.

Más formal, en la carta que le envió, explicó: “De un tiempo a esta parte, la agenda política y parlamentaria no gira alrededor de las necesidades, demandas y derechos de los santafesinos, sino de una agenda 'nacional', que en realidad está enfocada en el microclima porteño”. Sin rodeos, en Twitter, profundizó: “La agenda que se sigue es una agenda porteña, pensada para el conurbano, y enfocada en liderazgos del pasado, que se eligen como 'rivales' para la tribuna”. Un mensaje teledirigido a La Cámpora, en general, y a CFK, en particular. 

Si bien fue una sorpresa, la partida no generó desconcierto. Ya hace un año que Mirabella, que responde políticamente al exgobernador Omar Perotti, venía amagando con irse. El propio Martínez había mantenido una dura charla con él hace unas semanas, luego de que se ausentara en la sesión convocada para rechazar el DNU 846 de canje de deuda. Mirabella no fue el único: al santafesino, que estaba en el Congreso ese día pero optó por quedarse en su oficina, se le sumaron casi una decena de diputados peronistas que pegaron el faltazo a último momento. La mayoría respondiendo al mandato de gobernadores que habían utilizado la sesión como prenda de negociación con Casa Rosada para el tratamiento del Presupuesto 2025. Algo que finalmente nunca sucedió.

“Estoy podrido que el conurbano me diga qué hacer”, repetía Mirabella a quien quisiera oír. Ya en la última sesión preparatoria, que reeligió a Martín Menem como presidente de la Cámara baja hace tres semanas, el santafesino advirtió a algunos compañeros de bloque que su partida era inminente. Que si lo había pausado era porque no quería que se lo asociara a un acuerdo con la Casa Rosada. “Soy opositor a Milei mirando a mi provincia y no al PJ Nacional”, insistió en el comunicado que publicó en sus redes sociales, buscando dejar en claro que no corría a alinearse detrás del oficialismo. Así se lo dijo también a Martínez, con quien aclara siempre que no tiene ningún problema personal (ambos son, después de todo, coterráneos que ocupan bandos opuestos en la interna peronista local). 

La retirada del bloque de Mirabella era, además, una continuación lógica de la postura que había adoptado Perotti hace unos días, cuando mandó a sus legisladores a apoyar la reforma constitucional impulsada por el gobernador radical Maximiliano Pullaro. En el perottismo identifican que el PJ provincial quedó en manos de La Cámpora y Agustín Rossi al momento en que CFK asumió la presidencia del PJ nacional. “En Santa Fe el peronismo lo terminaron manejando quienes perdieron”, se quejan, aludiendo a la interna de 2021, cuando Rossi perdió las PASO frente a los candidatos de Perotti (Mirabella, para Diputados, y Marcelo Lewandowski, para el Senado).

Quienes perdieron esa interna recuerdan, sin embargo, que CFK salió a respaldar a los candidatos de Perotti. No a Rossi. “Mirabella encabezó nuestra lista de diputados, hay que hacerse cargo. No puede ser que Cristina sea buena cuando me señala, pero sea mala cuando deja de hacerlo”, cuestionó un dirigente peronista que observa, como muchos de los ahora ex compañeros de bloque de Mirabella, que su partida esconde una sola cosa: la necesidad de diferenciarse de la conducción kirchnerista para poder aspirar a una candidatura más de centro en Santa Fe. La maniobra del diputado no es otra cosa que un anticipo de un reposicionamiento de cara a 2025. Una jugada que varios dirigentes peronistas comienzan ya a sopesar. 

Mirabella, con Cristina Kirchner, en una imagen de archivo.Los Federales

En Diputados hace meses hay un grupo de 20 legisladores peronistas críticos a la conducción de CFK que amagan con romper UxP para formar un interbloque más amplio. Tienen un grupo de WhatsApp en el que suelen quejarse de la conducción “porteñocentrista” –que suele ser un código para aludir a CFK– y trabajan para plantear agendas más “federales”. Mirabella forma parte y, si bien les avisó a varios que abandonaría el bloque, ninguno se animó a seguir sus pasos. “Esperemos a armar un interbloque en febrero”, le pidieron. 

El grupo de Federales lo integran desde el ex albertismo de Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero hasta una amplia diversidad de representantes provinciales que no tienen gobernador, como Liliana Paponet (Mendoza), Guillermo Snopek (Jujuy) y Eugenia Alianiello (Chubut). También los catamarqueños de Raúl Jalil, aunque ellos sostienen estrategias autónomas (y su coqueteo con la ruptura tiene poco que ver con el grupo). 

Tolosa Paz, Cafiero y Rossi, en una postal de la campaña 2023. Archivo NA

Si bien no siguieron sus pasos, varios de estos diputados salieron por lo bajo a defender a Mirabella cuando empezaron a llover las críticas por su decisión de abandonar el bloque. “Cada provincia tiene sus realidades”, se atajó uno de ellos. La realidad era que la salida de Mirabella fue el catalizador perfecto para que todo el enojo e insatisfacción interno del bloque explotara.

“Vamos a tener problemas. Hay un descontento generalizado y el acto de Cristina no ayudó. Muchos se pueden ir”, adviertió un diputado que integra el grupo de Federales y observa un malhumor creciente entre varios de sus compañeros. La mayoría señala a los riojanos que responden a Ricardo Quintela, pero ellos afirman que mantienen los pies en el plato y advierten que, antes que a ellos, hay que mirar a los “sin tierra”. 

Para muchos, en 2025 resurgirán los provincialismos. “Cada provincia tiene su realidad y harán los que les convenga”, sostiene un dirigente norteño. Las diferencias internas son varias y, hasta ahora, la mayoría reconoce que se quedó en el bloque por la contención de Martínez y la amenaza de Milei. Pero, a medida que se acercan las elecciones y el peronismo sigue desordenado, más de uno hace cuentas y busca excusas para diferenciarse de CFK.

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