El Destape accedió a una serie de audios y chats entre altos funcionarios de la Administración General de Puertos para arreglar y acomodar contratos.
El escándalo del Puerto de Buenos Aires no sólo dejó al desnudo su entrega a manos de una única empresa y la apertura de un gran negocio inmobiliario, por presión de Nicolás Caputo, sino también unfestival de contrataciones mediante la caja de locación y servicios por parte de la Administración General de Puertos (AGP) comandada por un grupo de ex rugbiers, en su mayoría, pertenecientes al Newman y que se desempeñaron en el Programa de Mejoras de la Villa 31 y 31 Bis de la Secretaría de Hábitat e Inclusión.
Muchos de los altos funcionarios de la AGP trabajaron, como nexo político del Gobierno de Mauricio Macri en la Ciudad y los vecinos, en la Villa 31 y 31 bis, una de las zonas más codiciadas de la Capital Federal por su valor en metros cuadrados y la ubicación estratégica que tiene. Luego de militar por la campaña de Cambiemos en 2015, pasaron a desempeñarse en el Puerto con Gonzalo Mórtola como interventor y, por ende, la autoridad de la Administración.
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Desde la AGP, según pudo saber El Destape, se dio lugar a un descontrol en la asignación de cargos mediante contrataciones de locación y servicio (monotributistas) con grandes sueldos que, en algunos casos, llegaron casi hasta los $100 mil, como revelará este medio con el correr de la semana, mientras que los altos mandos percibieron ingresos de más de $200 mil mensuales. La hipótesis de los trabajadores es que esta caja se utilizó como medio de pago de favores, acomodo de familiares, amigos o como forma de ocultar convenios para eludir licitaciones.
El Destape accedió a una serie de audios y chats entre los altos mandos de la AGP para arreglar contrataciones e intentar ordenarlas para no quedar al descubierto frente a la oficina de Recursos Humanos del Puerto. Incluso, llegaron a preguntarse si las personas sumadas al staff son “ñoquis”.
En uno de los audios, Ramón Beccar Varela, subgerente de Recursos Humanos de la Administración General de Puertos pidió: “Mañana veamos lo de la pasividad, porque me sigue mandando gente Gonzalo para contratar. Tengo que empezar a sacar gente, sino vamos a estar medio complicados”. De este modo, comenzó a dejarse en evidencia las maniobras para acomodar personal dentro del organismo y cómo ese sistema empezó a mostrar sus problemas por un “excedente” de empleados.
Eneste descontrol, Mórtola le envió un audio a Beccar Varela: “Si, Reimon (sic), el tema es que es inexplicable cómo prestaba funciones en Uruguay. O sea, tratemos los dos, razonablemente, de encontrar una respuesta a eso. O sea, no, porque trabajaba en Uruguay, entonces ¿por qué le están pagando? Prestaba funciones en Uruguay, ¿cuáles?”. En este caso, el interventor del Puerto planteó que uno de los contratados, Alejo Corral, ingresó al organismo el 1 de abril de 2018, cuando aún vivía en el país vecino trabajando prensa de la Embajada en manos de Guillermo Montenegro. La máxima autoridad del Puerto manifestó la incongruencia de pagarle por trabajar cuando está en otro país. Pero, lejos de querer acomodar la situación, planteó acomodar las justificaciones.
Ante este planteo, Beccar Varela, a cargo de RRHH, le refutó: “Está bien, Gonza, pero todo nace diciendo que a mí me llega "che, Alejo Corral y otros arranca el primero de abril, nivel subgerente" y punto. Arreglate Ramón, no sé qué va a hacer, con quién, etcétera. Y todo eso queda transcripto en un expediente, en un contrato con un objeto que yo tengo que inventar porque nadie me dice nada y me lo dan como cerrado y después, si el flaco no cobra el 1 de abril, me putean. La verdad que yo lo estoy hablando con Ale. Necesitamos clarificar el proceso de ingreso de personal porque, la verdad, cuando voy a Recursos Humanos todo el mundo me mira diciendo 'che, ¿quién es este ñoqui?'. Yo no lo vi, no sé quién es”. El funcionario de la AGP dejó en claro que le llegan nombres con una fecha de inicio y un alto cargo dentro del organismo sin saber quién es la persona, qué tareas hará y, por ello, si es o no “ñoqui”, en palabras suyas en base a los audios a los que pudo acceder El Destape.
A Mórtola no le importó mucho el planteo y retrucó: “Si, Reimon (sic), la verdad es que me importa poco lo que piense la gente de Recurso Humanos ahí adentro. Poco y nada, te diría. Nada. Sí, nada, pensándolo bien, nada. Más allá de eso, tenés razón en el tema de entender el por qué. Pero para eso el que tiene que decirte por qué es la persona que lo contrata”.
En su audio, al que tuvo acceso este medio, aconsejó a Beccar Varela: “Lo que hay que hacer, con tu criterio que es muy bueno, es agarrar y decir: ‘Necesito que me digas qué es lo que va a hacer este flaco para ponerlo en el expediente’ y hasta que no te lo diga, no poder darle de alta”.
En esta línea, retomó el problema de Alejo Corral, que vivía en Uruguay al tiempo de ser contratado por la AGP: “El tema no es si está laburando o no. Pensémoslo juntos, es insostenible que el flaco cobre por los impuestos ¿El flaco dónde estaba? Estaba en Uruguay. ¿Y trabajaba para quién? El subsecretario ¿En Uruguay? y ¿Qué hacía? O sea, es tiradísimo de los pelos. Por eso te digo que es lo que hay que ver”.
Mórtola agradeció que una de las empleadas le haya mostrado el cheque de pago a Corral: “No se quién más lo firma, pero a alguien le tiene que parecer raro, ¿entendés? A mí ésto me genera que hoy hable con Santiago, con un par de personas para decirles "muchachos, ¿qué pasa con los cheques?", ¿entendés?”.
Pero este medio también tuvo acceso a capturas de pantalla de chats por Whatsapp en las que, otra vez, se buscó maquillar y ordenar el descontrol de las contrataciones. A continuación, se transcriben textualmente esas conversaciones.
El 9 de abril de 2018, Santiago Mc Cormick, gerente general de la AGP, charló con Beccar Varela: “Dale, pero ¿cómo justificamos si va a estar en la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables?”. A esto, el hombre de RRHH le respondió: “Después lo emprolijaremos”.
Mc Cormick le pidió que lo arranque “bien de entrada” a lo que Ramón le explicó: “O hacemos una comisión de servicio o le pondremos que está exento de fichar. No lo pueden hacer bien de entrada porque no le puedo contratar a Saúl (Mariano, subsecretario)”. Por eso, el primero insistió “que en el expediente de entrada no se generen dudas”.
Beccar Varela le respondió el 7 y 8 de junio de ese mismo año: “Santi, por favor necesito sacar la pasividad porque me siguen mandando para contratar gente. Reitero, me llamó Saúl que mete tres más”, en referencia a nuevos contratos que tenía que acomodar.
El 30 de julio de 2018, Mc Cormick le pidió a Ramón: “Che, fijémonos que esos (contratos) no se paguen vía la Administración General de Puertos” a lo que el hombre respondió que “eso ya fue hablado con Gonzalo y dio el ok. Es algo que manejó Fede y es un pedido del Ministerio (de Transporte de Guillermo Dietrich)”.
Beccar Varela le explicó sobre estas contrataciones: “Si no me equivoco, es un equipo de cinco personas de los cuales dos nos hacíamos cargo nosotros. Ahí lo explica Fede (Jefe de Gabinete y Control de Gestión) en el chat”. Santiago le respondió: “Perfecto, a futuro pasémonos la información lo más completa posible. Ej: estos están acordados a partir de X fecha y aún no firmaron. Eso hace que estemos todos alineados” con el objetivo de tener más datos para acomodar los papeles.
Según el chat al que tuvo acceso El Destape, Beccar Varela reveló que “todo este tema (de los empleados) está descontrolado” y contó: “Recién me escribió Ramiro (López Saubidet Gerente coordinador de gestión operativa) por tres CLS (Contrato de Locación de Servicios, o sea monotributistas) que arrancaron en julio y ni idea. Obvio, para que apure el expediente”.
Sobre este tema, su interlocutor le advirtió: “Ojo, validemos todo esto. No hagamos cagadas y menos que nos pegue de rebote” y Beccar Varela explicó: "Es que todos arrancaron por ingeniería y fueron a GG con el okey (gerencia general). Ahora recién hoy le pude decir a Paco para que lo diga al gremio. Y el expediente arrancó a fines de junio. Tuvimos varios días en los que nos comíamos un pijazo y no teníamos ni idea. Por suerte no pasó”.
En otra de las conversaciones a las que accedió este medio, Beccar Varela habló con Alejandro Ok, gerente general de la AGP: “Groso. Necesitamos ordenar el procedimiento de ingreso de personal. Estamos muy desordenados. Ya lo tengo escrito”. Como respuesta recibió: “Hablalo con el jefe, es él el que hace lío. No entra nadie sin la autorización expresa de Gonza (Mórtola). Está claro, ¿no?".
Finalmente, el hombre de Recursos Humanos explicó “Sí. Eso es clarísimo. Pero hay un proceso que no estamos haciendo. Viene todo cerrado de antemano y ahí surgen problemas y confusiones. Fulanito de tal entra a laburar a partir del 1 de enero nivel subgerente. Eso es por lo general lo que me llega a mí.No sé quién es, qué va a hacer ni a dónde”. Nuevamente el descontrol y desconocimiento de los nuevos empleados.
El Destape pudo acceder a una serie de documentos de contratos de locación y servicio que partieron de la AGP con, como hipótesis de los trabajadores, funcionar como vuelto, premio, acomodo o acuerdo indirecto con empresas para evitar licitaciones. Papeles e información que revelará este medio durante la semana.
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