La Cámara de Diputados reeligió a Carlos Rovira al frente del parlamento con el acompañamiento de todos los legisladores de la oposición y la abstención del radicalismo en lo que resultó una nueva grieta en la alianza con el PRO que sí acompañó a la mayoría en retribución a la gobernabilidad dada por la Provincia a Mauricio Macri.
El radicalismo quedó en soledad en su jugada, ya que los demás bloques opositores votaron en respeto a la voluntad popular y, en paralelo, cuestionaron la hibridez exhibida por los diputados de la UCR. Marcando diferencias, el PRO aceptó la vicepresidencia segunda, que quedó en manos de Alfredo Schiavoni, mientras que la vicepresidencia primera seguirá en manos de Orlando Franco.
El diputado Gustavo González expuso la idea de la “abstención” y aseguró que no se trataba de cuestiones personales. Pero acto seguido se quejó porque “proyectos que en forma personal” consideraban interesantes, fueron rechazados.
La estrategia radical dejó en evidencia el fracaso de la oposición en proponer una alternativa. En una cuestión administrativa, como es la elección de quien conduce el poder, no hubo más candidatos que Rovira y la abstención radical.
La sesión fue seguida de cerca por el gobernador Hugo Passalacqua y el vice Oscar Herrera Ahuad, además de todos los ministros del Poder Ejecutivo y legisladores nacionales de la Renovación, como Sandra Giménez y Jorge Franco.
A la hora de votar, los argumentos dominantes coincidieron en la transformación del Poder Legislativo, la gobernabilidad y la posibilidad de dialogar y avanzar incluso en los proyectos que no surgen del oficialismo. Uno a uno, los legisladores del oficialismo fueron votando a favor de Rovira. Pero fueron los de la oposición los que demolieron el rechazo del radicalismo. Fue un radical expulsado, Hugo Escalada, el primero en advertir que la “antipolítica socava la democracia”. “Abstenerse es la nada misma cuando la gente espera definiciones en momentos de incertidumbre. La política es competencia y en una competencia pedirle al que va ganando que levante la patita no es conducente. ¿Se imaginan pedirle a Fangio que no gane? Uno debe analizar por qué gana a diario. No se puede pedir al ser humano que deje de liderar. Es la esencia del ser humano”, advirtió.
También hizo elíptica referencia a Gustavo González, quien se quejó por el “caudillismo”, en referencia al tiempo que Rovira está en la presidencia. “Yo espero que retornen los caudillos en contra del unitarismo que reina en el país”, apuntó Escalada.
Otro radical, también distanciado, Mario Pegoraro, también se desmarcó del sello partidario y votó por Rovira.
La primera del PRO en votar por Rovira fue Alba Nilson, que marcó la soledad en la que estaba la UCR. Sin ambages, la legisladora marcó que su voto obedecía a la voluntad popular. Lo mismo hizo Jorge Ratier, quien sostuvo que no debería llamar la atención votar a un oficialista porque ellos mismos aceptan votos opositores en el Congreso nacional.
Sin embargo, la voz más esperada era la de Alfredo Schiavoni, quien también gambeteó la postura de sus socios menores del radicalismo. “Hay que desdramatizar esta decisión”, dijo antes de votar a Rovira.
Claudio Wipplinger dejó al descubierto una maniobra del radicalismo, que en las negociaciones opositoras exigía que el candidato alternativo sea de la UCR o si no, no lo iban a acompañar. “O son cabeza o rompen”, cuestionó.
Héctor “Cacho” Bárbaro, del partido Agrario también demolió el argumento radical al advertir que muchos proyectos de su bancada fueron tratados y aprobados. Incluso, agradeció al Gobierno provincial por responder a pedidos de su partido. “Si uno se pone como niño malo, no va a conseguir absolutamente nada”, criticó en referencia a González a la hora de ponderar “la apertura de Rovira al diálogo”.
Su par de bloque, Martín Sereno fue al hueso del radicalismo antes de votar a Rovira. Cuestionó a los radicales que se quejaron por la falta de diálogo y recordó que “el 64 por ciento de los proyectos aprobados” fueron presentados por la oposición. “Este partido que se queja de la falta de diálogo político apoya al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que tiene a Milagro Sala como presa política. Le envían su apoyo cuando organismos internacionales advierten de esa injusticia, lo que desnuda su doble moral”.
Luego de reasumir la presidencia, Carlos Rovira expresó su gratitud: “el más amplio sentimiento de gracias, la expresión más auténtica, cabal, del espíritu; que también desde la política debe contener el complemento de la concordia, de la misericordia y el sentimiento de la amistad”.
“Este es el recinto de la democracia, donde se sintetiza, cuida y multiplica la voz del pueblo; debemos ser respetuosos con esa voz, que es la única que está por encima de todos los dictados constitucionales, legales y de la costumbre”, reflexionó.
“Si sentimos la democracia debemos respetarla, por eso siempre acostumbré no hacer diferencias, sino esforzarme en que los actos privados individuales sean idénticos a los actos públicos, y no contradictorios; siempre me he inclinado por el bien común y por el respeto a todos, por eso he aprendido a no contestar oprobios y vituperios”, afirmó.
Rovira dijo que “hay razones mayores para seguir pregonando e invitando a un plano de construcción a quienes han votado una continuidad institucional que es absolutamente necesaria e importante”.
“Que se sepa quienes contribuyen a ese hecho superior, jerarquizado, de la gobernabilidad, que no es solamente votar una ley de presupuesto o acompañar unos planteos, sino ser leales, desde las diferencias y distintos enfoques políticos, a la identificación y el acompañamiento de las necesidades del pueblo”.
Manifestó su “alegría por una construcción colectiva donde las minorías presentes han aportado a un proceso colectivo, que es claramente mejor en esta trayectoria democrática a la de los años anteriores”.
“Siempre he respetado lo que elige el pueblo, mi posición ha sido, es y será la misma: de pleno respeto”, enfatizó.
“Si estoy aquí es por esa mayoría que se ha expresado, esa es la voz superior a la nuestra, y nada ni nadie puede subvertir ese proceso; los cuerpos legislativos no gobiernan, gobierna el pueblo a través de sus gobernantes elegidos”, argumentó.
Desafió a “invertir en estudiar, superarnos en el pensamiento, en esas razones que quizás desconocemos, pero en ese acto de aprendizaje tener la honestidad del saber”.
Rovira citó la expresión “atrévete a saber”, del filósofo Immanuel Kant: “esta frase nos invita, con toda humildad y con la potencia que solamente la razón puede tenerla, a acceder al principal recurso que tiene la humanidad, donde reside el poder, que es el conocimiento”.
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