En la Rosada acusan a Villarruel de colaborar con la oposición para no posponer la sesión por los pliegos de Lijo y Mansilla

En la Rosada acusan a Villarruel de colaborar con la oposición para no posponer la sesión por los pliegos de Lijo y Mansilla

Afirman que la vicepresidenta conspiró contra el oficialismo. Las negociaciones subterráneas para suspender la sesión y la sospecha de la participación decisiva de Mauricio Macri para la obtención del quórum.

 

Por: Tatiana Scorciapino

Desde la tarde del martes, dos días antes de la fecha prevista para la sesión de este jueves en el Senado, donde se trataron los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, la mesa chica del gobierno atravesó horas de absoluta desesperación. Las negociaciones con todas las terminales de la oposición -incluidos senadores y gobernadores que a simple vista no parecen tan aliados- para intentar sentar a ambos magistrados en el máximo tribunal se diluyeron en el mar de los deseos presidenciales que, desde Davos, abandonó la tensa calma que lo acompañó por más de un año de gestión.

Pese a tener todo en contra, y hasta último momento, el gobierno intentó por todos los medios suspender la sesión que los llevó a su primer gran fracaso legislativo. Por la mañana del jueves, se llevó adelante una cumbre entre un representante del gobierno; el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala y el titular de la bancada libertaria, Ezequiel Atauche. Durante el mitín se acordó posponer por tres semanas el tratamiento de los pliegos para darle más margen al oficialismo para continuar negociando con la oposición el desembarco de los magistrados en el máximo tribunal.

Ezequiel Atauche, presidente de bloque de LLA.

Según pudo reconstruir este medio, todos los presentes estuvieron de acuerdo y dieron su palabra para cumplir aquel pedido explícito que salió del primer piso de la Casa Rosada. Lo que vino después, sin embargo, fue todo catástrofe. Abdala, quien debía ser el encargado de firmar las formalidades para cumplir con lo acordado, se presentó en la cumbre de labor parlamentaria y planteó la voluntad de posponer la sesión. Allí los senadores del PRO, UCR y Unión por la Patria descartaron por completo su apoyo e insistieron al titular del recinto que convoque a la sesión tal cual se había acordado. 

Pese a esta negativa, el puntano aún contaba con una última carta. Como titular de la Cámara podría firmar una resolución para, con las justificaciones correspondientes mediantes, suspender la sesión y cumplir con la voluntad del oficialismo. No ocurrió. Testigos que estuvieron dentro del Congreso confirmaron a este medio que el legislador dejó de responder los llamados y “desapareció” (SIC) dentro del edificio. Según afirman otras voces, el senador se habría escabullido para visitar a Villarruel en su despacho, quien pese a estar ejerciendo la presidencia de la Nación aún se encontraba en el edificio.

En aquel encuentro, razonan desde el oficialismo, la vicepresidenta habría ordenado a Abdala a que continúe con la sesión tal como estaba prevista. Del lado de la castrense niegan rotundamente esta disposición, pese a que confirman la existencia del encuentro entre ambos. “Bartolomé y Victoria se reúnen siempre antes de cualquier sesión. Es casi como una cábala. Pero ella de ninguna manera intervino en esta sesión”, insistieron con énfasis desde el despacho de la vice.

Bartolomé Abdala, presidente previsional del Senado.

Si bien la negativa fue contundente, lo cierto es que desde un comienzo la titular del Senado se predispuso a habilitar a como diera lugar la sesión con la que la oposición finalmente volteó el pliego de Lijo, a quien ella misma se opuso desde su postulación. No sólo ya había dejado en clara su postura negativa en más de una aparición pública, sino que además no formó parte de ninguna etapa de las negociaciones con la oposición. Fuentes cercanas al libertario afirman, incluso, que la vice habría trabajado por su cuenta para que los mismos senadores de quienes el gobierno dependía para aprobar estos pliegos no den el apoyo que prometían en las reuniones silenciosas que mantenían con los operadores judiciales del oficialismo.

Fue la presencia en el Senado de la segunda en la línea sucesoria lo que encendió las alertas en Casa Rosada, donde, pese a la esperanza, ya daban por perdida una discusión que lleva casi un año. Tanto así que la cuenta que se le atribuye a Santiago Caputo lanzó una dura acusación contra la abogada. “Que hace la Vicepresidente de la Nacion en ejercicio de la Presidencia de la Nación en su despacho del Senado operando la sesión de hoy? Casi seguro que es un delito eso”, reza el posteo del enigmático dueño de la cuenta Milei Emperador.

La vicepresidenta no se quedó atrás. Con la audacia que la caracteriza, la letrada salió a desmarcarse y afirmó que “la casta y la vieja política” intentaban operarla para desprestigiar su palabra. “No está de más aclarar que dado el viaje del Presidente Milei a USA, me encuentro en ejercicio de la Presidencia. Por lo cual, la sesión del Senado donde se tratarán los pliegos de los 2 jueces de la Corte ingresados hace más de un año será conducida por el Presidente Provisional del Senado, el Senador Abdala. De esta forma lo que ocurra en la sesión lo decidirán los senadores como corresponde al Poder Legislativo en su función institucional”, cerró.

Pese a la aclaración, dentro del gobierno insisten en que la vicepresidenta trabajó para dañar al presidente. Creen, incluso, que lo hizo en complicidad de Mauricio Macri, quien en sus apariciones de los últimos días dejó en claro que no está dispuesto a seguir esperando una respuesta del oficialismo para concretar una convivencia que nunca se oficializó. Dentro del círculo íntimo de Villarruel niegan estas versiones y apuntan de lleno contra los encargados de llevar las negociaciones judiciales del oficialismo, encabezados por Caputo y el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio. “Hay una parte del gobierno que no entiende que tienen que jugar al juego de la democracia”, lazaron sin rodeos.

Si bien durante toda la tarde el enojo estuvo posicionado contra la vice, la titular del Senado no fue la única en recibir dardos. Según dijeron a este medio diferentes fuentes al tanto del entramado parlamentario, el ex presidente habría llamado personalmente a Alfredo de Angelis, titular de la bancada PRO, y a María Victoria Huala, para que se presenten en el recinto y dieran quórum a la sesión que le puso fin al menos por ahora- al sueño cortesano de Lijo. La dura jugada del calabrés enfureció a la mesa chica libertaria, que a su vez se enmarca en la disputa a cielo abierto que el oficialismo mantiene con el espacio amarillo en terrirotio porteño en plena campaña legislativa que todos los frentes definen como “sucia”.

A años luz de lo esperado por el oficialismo, toda la oposición -incluídos quienes hasta hace semanas formaban parte de los aliados con peluca- se dispuso a voltear los pliegos de los magistrados. Cercados, en el oficialismo confían en que podrán mantener a Manuel García Mansilla en la Corte hasta noviembre de este año, fecha que tiene vigencia el nombramiento por comisión. Prever lo que ocurra en diciembre, dicen, es ciencia ficción.

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