La protagonista de “Noche & Día” cuenta por qué deja la ficción de El Trece. Habla de tristeza, de ataques de pánico y del acuerdo con Suar.
Hay que ponerse en los zapatos de Romina Gaetani para entender su sufrimiento. La actriz se encuentra viviendo un momento delicado con su salud, sufre ataques de pánico, y por ese motivo decidió abandonar su protagónico en la telenovela de El Trece Noche & Día, que estrenó hace apenas cuatro meses.
“Comencé con este problema en diciembre, para las Fiestas. El desencadenante fue la tristeza profunda que me ocasionó la pérdida de mi padre”, explicó Romina a Clarín asegurando que ya se encontraba “más tranquila” para poder explayarse sobre el tema. Carlos Hugo Gaetani murió en abril del año pasado. Romina había estado siempre a su lado; hasta había pedido donantes de sangre por medio de las redes sociales para poder ayudar a su padre a superar su enfermedad, pero no hubo caso.
Un tiempo después de despedirlo para siempre, la actriz creyó que el dolor había pasado y quiso refugiarse en el trabajo, en la pantalla chica, donde se ha lucido tantas veces. Pero su cuerpo no pudo olvidar el dolor tan rápido y le jugó una mala pasada. “Creí que volver pronto al trabajo y concentrar mis energías en Noche & Día me iba ayudar a transitar este momento. Pero me equivoqué: es un dolor tan grande, que hasta hoy no puedo soportar y menos aceptar”, indicó la actriz, que actualmente se encuentra grabando sus últimas escenas de la tira, para poder darle un final a su personaje, la agente Paula Pico.
“Ahora para mejorar necesito tiempo y paciencia. Transitar el duelo y dejar que drene el dolor”, añadió Romina que siente una enorme tristeza por abandonar la grabación ya que nunca antes, en sus muchos años de carrera, le había sucedido. Sin ir más lejos, en Botineras (Telefe, 2009) fue ella quien, tras la salida del Florencia Peña, se puso al hombro la ficción y quedó como protagonista, algo que ahora le sucederá al personaje de Eleonora Wexler. “Irme de la tira me da mucha pena, pero en cierta forma hace que me sienta más liviana. Todos conocen de mi compromiso y mi entrega a la hora trabajar. Nuestro trabajo es pura ilusión y emoción, desde que te preparas bien temprano para ir a grabar unas 10 horas... Pero muchas mañana la mochila se me hacía muy pesada”, confesó. Además, la actriz prefirió no referirse a las versiones sobre un mal clima con sus compañeros, sobre todo con Facundo Arana: “Siempre me he mantenido al margen de los rumores. Más en este momento”.
“Con la primera persona que hablé del tema fue con Adrián (Suar). El tiene una humanidad como pocos y lo entendió desde el primer momento. Siempre le estaré agradecida por su ayuda y por su contención en este duro momento. Lo mismo que a todo el equipo de Pol-ka y al resto del elenco”, indicó Romina, que tuvo el visto bueno del productor para irse de la ficción, además de permitirle bajar las horas de trabajo para estar más tranquila y poder terminar las grabaciones de su personaje. “Quiero curar el alma. Me tomaré el tiempo que sienta que necesite antes de volver. Quisiera que ese tiempo sea mañana, pero no voy a forzarme”, confesó, con el dilema de querer sentirse mejor, pero conciente del pase de factura que le hizo su cuerpo estos últimos meses.
Los actores que se fueron antes
Perder al protagonista de una telenovela seguramente es la gran pesadilla de un autor. Un mal sueño demasiado probable, sin embargo, ya que hay varios casos en la historia de la tele. Todo el mundo recuerda las prematuras partidas de Benjamín Vicuña y de Facundo Arana deFarsantes. O el citado caso de Botineras. Muchísimo antes, entre 1972 y 1973, el maestro de todos, Alberto Migré, tuvo que resolver lo propio: el canal pedía otra temporada de Rolando Rivas, taxista, pero Soledad Silveyra ya había firmado para hacer otra novela. La salida fue hiper realista: Rolando y Mónica se separaron porque el amor no fue más fuerte, y luego Rolando se enamoró de Natalia (Nora Cárpena). En la televisión brasileña el caso más resonante fue el asesinato de la joven Daniela Pérez, en 1992, a manos -después se supo- de su propio galán, Guillerme de Padua, mientras grababan En cuerpo y alma, escrita por la propia madre de la actriz, la famosísima Gloria Pérez. La autora le inventó un viaje al personaje y siguió escribiendo la historia hasta el final. Los mexicanos también se anotan unos cuantos cambios de estos, por ejemplo la salida de Edith González de Mujer de madera, en 2004, por su imprevisto embarazo. Para poder reemplazarla, al personaje le operaron la cara. ¿Qué pasará acá con Pico?
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