Lo hizo tardíamente por todos los avatares que tuvo y que son de público conocimiento, Rodolfo Romero, el precandidato a intendente, salió a cubrir cual bombero el lugar que dejó vacante Marcelo Salamanco cuando decidió alejarse del armado del massismo en la Séptima tras la vuelta de José Eseverri al Frente para la Victoria.

Romero armó su lista con el apoyo del diputado saladillense Ricardo Lizalde, cambió el ploteado de Salamanco por el suyo en el local de la esquina y comenzó a trabajar la calle. Contó con el apoyo de Arturo Martín, su primer concejal, y el de Miguel González, conocido urdampilletense, ex delegado municipal en tiempos de Juan Carlos Reina intendente.

El punto cúlmine fue anoche, con la presentación de la lista. Hubo un fuerte respaldo seccional, de la mano de Lizalde, que va por la reelección, y de los precandidatos a intendente de General Alvear y de Roque Pérez, que dijeron presente.

Entre los discursos que se escucharon estuvieron los de los ya mencionados Arturo Martín y Miguel González, luego se escucharon las palabras del precandidato a intendente Rodolfo Romero y cerró el diputado Ricardo Lizalde, quien reconoció que situaciones de emergencia como las de Bolívar tuvieron muchas en la provincia; pero que a pesar de todo siguen trabajando sin hacer mucho caso a las encuestas que lo daban a Massa como ya caído de la pelea presidencial.

Romero contó con el apoyo de su familia, su madre, su hermana, sus sobrinos, y con el respaldo de un grupo de viejos peronistas que se hicieron presentes en el local, tales los casos de los ex concejales Gladys Martín de Gentile y Luis Marchessi (de Pirovano) y el mencionado Miguel González.

La noche se cerró con empanadas y charlas entre el público presente, con felicitaciones para el precandidato que aspira a llegar al piso en las primarias del 9 de agosto para luego redefinir la campaña de cara a octubre.