Javier David dejó el romerismo y acordó con Urtubey. Durand Cornejo es el que mejor mide en la capital salteña cuando se pregunta por intención de votos a intendente.
Un distendido Juan Carlos Romero brindó definiciones sobre su intento de volver como gobernador de la provincia en las elecciones del 2015, durante un encuentro con varios medios salteños, entre ellos Nuevo Diario.
Durante una reunión que duró más de cuatro horas, el actual senador nacional trató de mostrarse diferente en su trato con los periodistas a lo que fue durante sus tres mandatos anteriores. Jovial y de buen humor no le escapó a nada, aunque hay que destacar que un gran tema ausente en la mesa fue la actualidad de las causas judiciales en su contra.
En varios pasajes de su charla cargó contra el actual gobernador Juan Manuel Urtubey, principalmente por lo que consideró un intento de controlar la justicia y la inclusión en sus cargos de parientes de funcionarios. Sin embargo, cuando Nuevo Diario le inquirió sobre el polémico nombramiento de Gustavo Ferrari, como juez de la Corte, en sus últimos días de mandato, lo defendió diciendo que fue una decisión política.
Consultado sobre su expresión de que nunca más iba a volver a ser gobernador, sostuvo que cambió de idea cuando vio la gestión del actual gobernador. Sobre las encuestas que circulan que dan una paridad con Urtubey, dijo que se trata de dos puntos de diferencia que no significan nada.
Minimizó la partida desde el romerismo hacia al Grand Bourg del diputado Javier David, indicando que su ex ministro de Hacienda abandonó su sector, porque para la candidatura a intendente tenía un gran competidor que es Guillermo Durand Cornejo, que lo cuadruplica en intención de voto. Dijo que no le sorprendió la partida y que no se lleva ningún dirigente de peso hacia las huestes oficialistas y reiteró que Durand Cornejo, será el único candidato a intendente romerista.
En cuanto a la elección de Alfredo Olmedo como su compañero de fórmula, Romero explicó que acordó con él para evitar que ocurra lo del 2013, cuando el oficialismo lo utilizó para que haga campaña en su contra.
También Romero tuvo un párrafo para su vicegobernador Walter Wayar, de quien dijo que “su mayor desastre electoral es su propia conducta personal y política. No es consecuente, cuando se sintió dirigente perdió. Cuando era un disciplinado militante era más efectivo, pero ahora que se siente estadista es cuando más macanas hace”.
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