Tiene el cansancio lógico de una noche de festejos interminable. Desde temprano conoció lo que puede ser una mañana diferente a todas.
Una recomendación médica por un cálculo renal que lo tiene al maltraer no le permitió emprender el viaje a Japón junto con los flamantes campeones de América. El presidente de River , Rodolfo D'Onofrio , recibe en su despacho del Monumental a LA NACION y en escena está la tan codiciada Copa Libertadores obtenida por un equipo, que según su opinión "como equipo, es uno de los mejores de la historia de River".
Pletórico, repite todas las veces que sea necesario las cualidades de Marcelo Gallardo como entrenador de River. Es una charla encendida, pero que tiene que terminar a tiempo por un compromiso tomado para asistir al concierto de Daniel Barenboim con Martha Argerich, en la Catedral Metropolitana. Recuerda los momentos inolvidables de la final consagratoria con Tigres, de sus deseos de convencer a Fernando Cavenaghi para que siga y de poder renovar el contrato del Muñeco hasta el final de su gestión, cuando llegue diciembre de 2017.
-¿Cómo resumiría lo vivido con la obtención de la Copa Libertadores en una noche histórica en el Monumental?
-Realmente tengo miles de adjetivos positivos para calificar la campaña de este plantel de "fenómenos". Pero como resumen podría calificar a este River, como equipo, como uno de los mejores de la historia. Me impresiona como grupo, como grupo humano y de trabajo, por la manera solidaria con la que se expresa en el campo de juego. Cuando hay un jugador caído, enseguida aparece otro y lo releva. El equipo no se pierde del mensaje que le imprimió el Muñeco para cada partido. Todo jugador de este River sabe que siempre hay otro para ayudarlo. 'Tranquilo acá estoy yo' se dicen entre ellos y salen adelante en busca del objetivo.
El deseo de traer a Mascherano está, pero no hay ninguna gestión y nadie habló con él sobre el tema. Hay cosas contractuales en el medio que hacen difícil que pueda darse pronto.
-¿Esto supera los sueños de consagración que se había planteado?
-Desde el primer día que lo vi trabajar a Gallardo, me di cuenta de que River podía ganar cosas importantes, acostumbrarse a jugar por cosas importantes siempre. Me encontré con un equipo, un grupo humano, muy unido. Con un cuerpo técnico bien enfocado en su tarea y que motiva. Todo eso, más el aporte fundamental de Enzo [Francescoli], fue clave. Este logro es una representación. Esta Copa, y lo digo con emoción, es algo que debemos vivir con orgullo todos los hinchas de River. Dejamos la piel en este esfuerzo.
-En la conjunción de hechos positivos que se dieron en la final ganada a Tigres, hubo muchos destacados, uno de ellos fue el oportunismo de Alario para ser el héroe de la final.
-Es un joven con la humildad y el empuje de los chicos que vienen del interior con todos sus sueños. Que se impulsan a partir de la esperanza. Cuando aparecieron las dudas sobre la lesión que arrastraba, nosotros apostamos por lo que nos dijo el Muñeco. Nos demostró buen rendimiento, que tiene olfato y aparece cuando más se lo necesita. Con todo su empuje, su fuerza interior, se ganó un lugar único en la historia del club. Cuando Alario se dé cuenta de lo que hizo, no lo podrá creer.
Antes del partido con San Martín (SJ) vamos a hacer un tributo a los tres planteles campeones de la Copa Libertadores
-Otro que vivió una noche inolvidable fue Fernando Cavenaghi, que decidió ponerle punto final a su ciclo en River, ¿es cosa juzgada?
-Lo de Cavenaghi es un tema personal. No me puedo meter y no es un tema de contrato porque si él quiere ya lo tiene a disposición. Tiene las puertas abiertas para hacer lo que tenga ganas. Si me preguntan a mí, mi fantasía es que cuando pasen unos días y pase el partido de Japón, me diga que sigue. Está demostrado que es un goleador nato, que está siempre cuando River lo necesita, que en las malas volvió para dar una mano cuando el equipo estuvo en la B y ayudó a River a regresar a primera. Espero que siga, pero si no es así, respetaré su decisión.
-¿Y Mora?
-Sigo pensando que Mora tiene que seguir en River, pero si él y el representante nos traen una oferta importante [hay un acuerdo con Al Nassr, de Arabia Saudita] la tengo que considerar porque hay una cláusula de rescisión. Pero me creo autorizado para decirle que es un jugador para proyectar su carrera en algún destino europeo antes que ir a Medio Oriente.
Esta Copa nos dio buenos ingresos, pero princilpamente en el rubro recaudaciones. En cuanto a los premios de la Conmebol aún queda mucho por hablar porque habría que actualizarlos
-En esta Copa se comenzó con un equipo y, aunque se mantuvo la base, se terminó con varias caras nuevas, ¿ahí también estuvo el mérito del entrenador?
-Las circunstancias se dieron así, y Gallardo puso el ojo con la sapiencia que nos tiene acostumbrado. Y el gran acierto fue haber puesto la mirada en nombres que él conocía bastante. Todos salieron del ojo de Gallardo. El no nos pide puestos, nos pide nombres concretos... Nos pide los Sánchez, los Pisculichi, los Alario, los Viudez. Con su simple mención los fuimos a buscar, los gestionamos y los trajimos. En lo poco que jugaron, demostraron, y con creces, que pueden vestir la camiseta de River.
-Y todos los nuevos jugadores captaron rápidamente el mensaje del entrenador.
-Siempre me sorprendió la velocidad con la que se hizo entender con sus jugadores, y por lo rápido que ellos llevaron la idea a la práctica. Los jugadores son muy inteligentes porque no paran de ponerse objetivos superiores por delante. El técnico transmite muy claro su mensaje y los jugadores tienen ambición de más gloria. Cuándo eso se da, el entrenador tiene un mérito importante. Ojalá pueda renovarle el contrato hasta el final de mi gestión, es uno de mis grandes deseos.
-¿Cuánto potenció esta realidad deportiva la convivencia entre Gallardo y Enzo Francescoli, en su función de manager?
-Cuando Ramón Díaz nos dijo 'me voy', nosotros teníamos algunas ideas con Enzo y entre los principales candidatos estaba Gallardo. Cuando Ramón se fue, Enzo me dijo 'es el momento del Muñeco'. Lo llamamos de inmediato, en la primera charla quedamos convencidos de sus ideas. Las conversaciones entre técnico y manager fueron clave para este momento de River. Son dos líderes silenciosos que le hacen muy bien a River.
-¿La meta del semestre es el Mundial de Clubes, en diciembre próximo?
-River tiene que ser competitivo en todos los frentes, pero ni tengo que decirlo porque a este plantel le sale naturalmente ser competitivo. Naturalmente va siempre por más. Es cierto que un gran sueño es ser parte del Mundial de Clubes y nos vamos a encontrar dos equipos que ganaron todo. A partir de ahora vamos a ver como planificamos el semestre que termina con el Mundial de Clubes. Enfrentar a Barcelona y al mejor jugador del mundo será un gran desafío. Hemos hecho méritos para tener varios desafíos deportivos y nos acostumbramos a ganarlos..
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