Se ha transformado en un basurero a cielo abierto y en una línea de desagüe de la vivienda de un barrio privado. Desde el municipio desconocen la situación y prometieron tomar intervención en los próximos días.
La calle Lago Lácar es una de las arterias que corta el Paseo del Bicentenario y que conecta distintos barrios de la zona rural de Roca.
A lo largo de esta calle, entre Viterbori y Castello, se pueden observar que en sus veredas se encuentran restos de basura doméstica apilada, arrinconada o extendida por las banquinas.
Además, frente al barrio Pino Azul, se pudo observar un cordón de aproximadamente 10 metros de aguas servidas vertidas sobre esta vereda.
Otro punto significativo se ubica en Lago Lácar entre Palmieri y Barros, camino a Paso Córdoba.
La basura que se observa incluye desde bolsas, latas, botellas, colillas, pañales, maderas, escombros, cartones, hasta productos inflamables como aerosoles. También, hay cenizas de materiales incendiados para que, una vez consumidas las llamas, el sitio pueda volver a actuar como basurero clandestino.
Esta es una imagen cada vez más habitual en terrenos descampados de la ciudad, por lo que, las quejas de vecinos son poco frecuentes y pasan de manera casi inadvertida.
En muchos casos, los focos de basura se encuentran a kilómetros de distancia del contribuyente más cercano.
“Por lo general, estos espacios con focos de contaminación son aquellos terrenos despoblados, banquinas de los caminos rurales, en desagües o en las cercanías de la planta de residuos”, confirmó Cynthia González, coordinadora de Medio Ambiente, del municipio de Roca.
El valor de las multas por arrojar residuos en lugares públicos o privados van desde 200 a 1000 USAM.
LA COMUNA consultó a las autoridades precisamente por la situación de aguas servidas y de contaminación residual sobre la calle Lago Lácar y aseguraron no haber recibido ningún reclamo ni denuncia sobre este foco de contaminación.
“Lo que se hace en estos casos es ir a constatar mediante una inspección para observar de que clase de residuos se trata y se coordina para realizar la limpieza”, confirmó González.
A mediados del 2019, a partir de estos escenarios recurrentes en la ciudad, se creó un programa para la erradicación de basurales clandestinos para el mantenimiento y limpieza de estos espacios, donde interviene la Dirección de Medio Ambiente en conjunto con operarios municipales.
A través de algún indicio brindado por los denunciantes o de oficio, la Dirección de Medio Ambiente entra en conocimiento e incorporan las direcciones en las próximas limpiezas.
La clave para el programa municipal es poder erradicar los basurales clandestinos, debido a que si no se cuenta con un mantenimiento, el escenario se vuelve propenso a seguir recibiendo basura por parte de los ciudadanos.
En cuanto a las próximas medidas a tomar, González aseguró que, a mediados de enero, se incorporará este sitio en la intervención municipal.
Sanciones caras para los que arrojan basura
La Ordenanza de Fondo 4787, sancionada en el 2016, establece en sus Art. 11, 13 y 14, las prohibiciones, responsabilidades y sanciones pasibles de realizarse.
A aquellos infractores que arrojen residuos sólidos domiciliarios, industriales y/o de construcción en terrenos baldíos, casa abandonadas, cursos de agua, canales pluviales, acequias, bardas y/o lugares de uso publico y/o privado que no sea el predio municipal destinado para tal fin
Los valores estipulados van desde los 200 hasta los 1000 USAM. Se duplica en caso de reincidencia como ocurre en otras infracciones vigentes.
Esta medida de sanción municipal se actualiza en relación al valor del litro de nafta, es decir que, actualmente 1 USAM equivale a $85.
Por lo tanto, las sanciones que pueden recibir las personas físicas o jurídicas tienen un mínimo de aproximadamente $17.000 . Mientras que el máximo valor de estas multas son de $85.000.
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