El dirigente de la Corriente Peronista Renovadora, Roberto Brusa, ratificó la “predisposición” de su sector, que lidera el exsenador Remo Costanzo, en colaborar con el gobierno nacional de Cambiemos y aceptar la convocatoria que en este sentido particularmente recibieron del diputado nacional Sergio Wisky y de funcionarios nacionales. Reveló a la agencia APP que “hay un 70 u 80%” de posibilidades que concurran a la segunda reunión de Cambiemos –motorizada por el PRO- que se concretará el 16 de abril en Valle Medio.
Destacó Brusa que el PRO no plantea algo vertical, de subordinación, y por eso “apoyamos este criterio de horizontalidad” que permite que no se pierda la identidad peronista.
Dijo que así como quieren que le vaya bien al gobierno de Mauricio Macir, también quieren lo mismo de la gestión de Alberto Weretilneck, porque “si le va bien a la provincia, nos va bien a todos”.
Brusa, quien es empresario y como dirigente político está enrolado en el sector del peronismo que integran el exsenador Remo Costanzo y el exintendente Gustavo Costanzo, reveló que están pensando en abandonar el nombre de Corriente Peronista Renovadora, por otro que permita una mayor amplitud de convocatoria, más allá del peronismo y para que no haya una confusión con el Frente Renovador de Sergio Massa, con quienes no se identifican.
Sobre la actual situación política general, indicó que el año pasado ya veía “vientos de cambio” y ahora, ante el nuevo gobierno nacional del macrista Maurio Macri, consideró que “se necesita un apoyo más concreto, palpable y transmisible” a este proceso.
Reconoció que desde Cambiemos, bajo el liderazgo del diputado nacional Sergio Wisky, los vienen convocando en este sentido “y públicamente manifestamos nuestra predisposición”.
Dijo que se trata de ver “qué podemos aportar para que al gobierno nacional le vaya bien” y en ese marco abordar también las problemáticas provincial y local.
Indicó que desde el PRO “no plantean algo vertical”, sino “una integración donde uno se sienta cómodo”, saliendo de los liderazgos y las cúpulas. Destacó que en este proceso de integración que surge del PRO “no se le pone bolilla negra a nadie”, y por eso hay radicales, peronistas, peperreístas e independientes.
Expresó a la agencia APP que “apoyamos este criterio de horizontalidad” que permite que no se pierda la identidad peronista.
Afirmó que “no apuestan al fracaso” ni del gobierno nacional ni del provincial, y de allí su postura de colaborar y hacer aportes.
Confirmó que están evaluando la posibilidad de concurrir a la segunda reunión de Cambiemos en la provincia, el próximo 16 de abril en el Valle Medio, que motoriza Sergio Wisky. “Hay un 70 u 80% que sí vamos a ir”, adelantó.
Valoró que el gobierno de Macri se nutra de dirigentes que no vienen de la política, sino del sector privado, porque eso a su juicio enriquece la posibilidad de una mejor gestión estatal. “No creo que los CEOs sean mala palabra”, aseveró.
“Esta gente tiene una concepción muy similar a la mía, de allí que veo un cambio”, explicitó.
Consideró a la agencia APP que debe primar el pragmatismo y a su juicio un eventual gobierno de Daniel Scioli no hubiera hecho algo muy distinto a lo que lleva adelante Macri, aunque reconoció que el PRO/Cambiemos lo lleva adelante “con más convicción”.
En el plano del peronismo provincial, valoró la contribución de Miguel Pichetto “a la gobernabilidad” que ha sido una constante en toda su carrera política. “Está bárbaro lo que está haciendo”, destacó.
Dijo que ve “más compleja” la situación del peronismo rionegrino, ya que hay una diáspora, una oposición muy grande entre lo que hace Pichetto y Martín Soria, y en el medio un abanico de posturas muy grande, desde los que se ven cerca del Gobernador y su partido JSRN, hasta otros más independientes, con mayor o menor refracción al actual proceso nacional.
Indicó que en el panorama político provincial se destaca la preeminencia de la figura del gobernador Alberto Weretilneck, el PRO creciendo, un radicalismo acomodado con el PRO, mientras que el justicialismo está por debajo “y sin capacidades” para ponerse en igualdad de condiciones.
Fundamentó que la diáspora del peronismo tiene que ver con la falta de un liderazgo fuerte.
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