En el Monumental, el equipo de Marcelo Gallardo logró una diferencia que le da margen gracias a los goles de Mercado y Mora, en el segundo tiempo; el próximo martes, a las 21, jugará la revancha en Asunción
River se despertó a tiempo y festejó en un Monumental, que vivió emociones encontradas a lo largo de la noche. El equipo de Marcelo Gallardo cambió en el segundo tiempo, se hizo más protagonista, y pudo vencer a Guaraní por 2 a 0 en el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores. Gabriel Mercado y Rodrigo Mora marcaron los goles en Núñez.
River fue un equipo enérgico en los primeros 20 minutos del partido. Con decisión fue en busca del primer gol con sus volantes y defensores en una clara actitud ofensiva, con la presión en ataque, con Leonardo Ponzio adelantado en la línea de cinco, con Luis González por el centro para liberar la proyección de Leonel Vangioni y la dupla Carlos Sánchez-Gabriel Mercado por el sector derecho, que fue el predilecto para lastimar a Guaraní.
En el segundo tiempo, River recuperó la posesión de la pelota sin el vértigo del inicio del partido, con Gonzalo Martínez por 'Lucho' González. A medida que pasaron los minutos los nervios se apoderaron otra vez del equipo.
Hasta que apareció Mercado, el autor del gol de River que aprovechó el cabezazo de Alario, luego del tiro de esquina que ejecutó Martínez. La acción del ex Colón, que ganó en el salto a la defensa paraguaya, sirvió como pase a Mercado, que definió en soledad como si fuera un número nueve. Los delanteros no la meten, pero los defensores sí, teniendo en cuenta el golazo de tiro libre de Ramiro Funes Mori en el empate contra Temperley por el torneo local.
River logró vencer así a la férrea defensa de Guaraní, que no recibió goles en octavos y cuartos de final, y se infló de ánimo para ir por más. Con más empuje que fútbol, pero revitalizado.
El mejor momento de River se cristalizó con el golazo de Mora. El uruguayo enfiló en soledad hacia el arco paraguayo previo pase de Ponzio a Alario (de gran partido) que éste cedió con inteligencia para el ex Benfica de Portugal. Mora vio adelantado a Aguilar y cuando parecía que iba a sacar un remate fuerte decidió 'pinchar' el balón. El suspenso, con un roce en el travesaño, paralizó los corazones de más de 60 mil almas.
La única mala noticia de la noche fue la amonestación a Ponzio, por infracción al arquero cuando había quedado mano a mano, ya que no podrá jugar la próxima semana en Asunción.
El 29 de junio de 2005 había sido la última vez que los millonarios jugaron esta instancia de la Copa Libertadores.
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