Por amplia diferencia, el candidato de Hacemos Unidos revalidó los ocho años llamosistas y prometió ponerle impronta propia al tercer mandato consecutivo del peronismo. Llaryora, protagonista de los festejos.
Por Gabriel Marclé.
“Guillermo De Rivas es el nuevo intendente de Río Cuarto”, confirmaba anoche el ministro Manuel Calvo, minutos antes que la Junta Electoral municipal libere los primeros resultados. El entusiasmo por la performance de Hacemos Unidos en Río Cuarto ya se palpaba desde que cerraron las urnas, pero la diferencia con sus rivales -más allá de la bajísima participación- fue sorpresiva hasta para los peronistas que renegaban del quiebre iniciado por Adriana Nazario y La Militante.
Fue una victoria más que contundente, de esas que crecen con los años. Y no fue solo por la diferencia global de 13 puntos sobre Gonzalo Parodi (Primero Río Cuarto) y de 16 contra Adriana Nazario (La Fuerza del Imperio del Sur), sino por su impacto en lo territorial. El candidato oriundo de Banda Norte sacó en ese distrito la mayor diferencia (42 puntos, a 20 de Parodi). En Alberdi, encabezó la mejor opción peronista (42 puntos, a 19 de Nazario, la segunda). Pero la ventaja más valiosa se logró en el centro, territorio esquivo para el PJ, donde De Rivas ganó con 33 puntos y superando por 6 puntos a la opción radical, histórica ganadora en el distrito. Como si fuera poco, se trata de un tricampeonato peronista, logró inédito para el PJ del Imperio.
“Yo vine a ser el intendente de todos los riocuartenses”, dijo De Rivas ante una colmada cancha de básquet de Estudiantes de Río Cuarto, adelantando una convocatoria a los demás candidatos para iniciar su gestión “con las ideas de todos” y un acercamiento a “todos los intendentes del interior”. Hubo agradecimientos a todos los presentes, pero uno especial al ex gobernador Juan Schiaretti. El “gringo” se lo retribuyó con un saludo en las redes. “Por sus cualidades y visión, interpretó el camino a seguir desde el municipio”, publicó en la red social X.
“Nunca imaginé semejante triunfo”, dijo a su turno Juan Manuel Llamosas, visiblemente emocionado y transmitiendo cierto alivio por dejar la casa en orden antes de terminar su mandato el próximo 1° de julio. “Guille va a ser mucho mejor intendente que yo”, vaticinó.
Llaryora, protagonista
De Rivas se convierte en el sexto intendente riocuartense desde la vuelta a la democracia, pero la montaña rusa de emociones que lo atravesaron fue muy intensa. Superando los pronósticos agoreros, Hacemos logró el objetivo buscado y el Gobernador Martín Llaryora, uno de los artífices principales de esta victoria, no se lo iba a perder. Incluso, fue el encargado de cerrar el acto, revelando su rol preponderante en la elección de la capital alterna y el primer logro fuerte del renovado Partido Cordobés.
“Replicamos en Río Cuarto este modelo para construir esta nueva expresión con dirigentes de otros partidos y de todos los sectores. Una máquina de construir y no de destruir”, manifestó un Llaryora eufórico, felicitando a su nuevo socio en el Imperio. “Logró revertir y lograr un resultado histórico. No te voy a dar una mano, sino las dos porque primero está Rio Cuarto”, indicó.
El gobernador compartió escenario con la vicegobernadora Myrian Prunotto -que metió en el Concejo a uno de los suyos- y parte de su gabinete, además de figuras como el intendente cordobés Daniel Passerini y la diputada Natalia de la Sota.
Pese a la lectura del tablero político provincial, De Rivas quedó en el centro de la victoria. Superó las dificultades de la división peronista que, hasta hace un mes, alentaban la teoría de un escenario favorable para la irrupción del radicalismo y su vuelta al Palacio de Mójica de la mano de Gonzalo Parodi. Mirando a los números, también se observa que el candidato del oficialismo se impone en las urnas tras un recorrido in crescendo, cuando las encuestas lo ubicaban con una intención de voto por debajo del 20 por ciento hasta hace un mes antes de las urnas.
Su figura se fue robusteciendo, apoyado por haberse sumado al equipo del Gobierno provincial y mostrarse como “el candidato de la continuidad con cambio”. ¿Cómo fue posible? Evitando el guiño constante a su promotor, Llamosas, y planteando propuestas que significarán reformas fuertes a la forma de gobernar de Juan Manuel Llamosas. De hecho, ya se habla de que habrá reducción de secretarías, de cambios rotundos en el sistema de transporte actual y una mano más dura en seguridad que, en otro contexto, podrían leerse como las acciones de un candidato opositor. De Rivas encontró el punto justo entre sacarle el jugo a las cosas buenas de una gestión de ocho años y adelantar ciertas transformaciones al modelo llamosista. Eso sí, sin confiarse: lo eligieron 26 mil riocuartenses de los 138 mil habilitados para votar.
Nazario y el dominio PJ del Legislativo
Algunos dirigentes de Hacemos tomaron el desempeño de Nazario como una victoria aparte. Si bien la ex diputada casi alcanzó los 20 puntos, fue esa cosecha la que pudo haber significado la caída de la Municipalidad peronista. Pero De Rivas la superó y por mucho.
Aun así, llamativamente, Nazario encabezó un logro que tendrá repercusiones en el plano Legislativo y que pintan un futuro favorable a la nueva gestión. No solo terminó sacando votos a las opciones de cambio (Parodi), sino que ganó bancas para los propios (con un bloque que será encabezado por Franco Miranda) y configuró un Concejo Deliberante de predominio peronista: a los diez concejales de Guillermo De Rivas se sumarán los cuatro de La Fuerza del Imperio.
Baja participación, la clave
La que podía ser una elección para recobrar las esperanzas en la participación ciudadana y que plasmara en las urnas el espíritu de cambio alentado por todos los candidatos (incluso De Rivas), finalmente quedó en los registros como una de las performances electorales más alicaídas de la historia: fue del 55,37%. La explicación de este dato puede tener que ver con una elección que se desarrolló en medio de un fin de semana XXL y con un domingo frío, de esos que no inspiran a salir de la comodidad de casa.
La elección municipal del domingo no quedó en el fondo de la tabla por poco, superando apenas por unos puntos a la anterior elección, acontecida en noviembre del 2020, que registró el 49% de participación en plena pandemia y sin vacunas.
Si bien no fue una noche de malos perdedores y se mantuvieron los códigos de felicitación para el ganador en las urnas, también tuvieron lugar las quejas de los principales espacios opositores que desde hace semanas venían advirtiendo sobre la posibilidad de una elección de baja taquilla. Tanto el frente de Parodi como el de Nazario (y algunos otros espacios) hablaron sobre votar en medio de un feriado y hasta plantearon a la Junta Electoral municipal, planteos que quedarán sepultados por el contundente final de la elección.
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