Comenzó a llenarse la primera cava impermeabilizada, destinada a minimizar el impacto ambiental de los residuos sólidos no clasificables.
En el marco del nuevo Plan Integral de Recolección y Separación de Residuos, que incluye el cambio en el cronograma de recolección domiciliaria, en Rivadavia comenzó a llenarse la primera cava impermeabilizada, destinada a minimizar el impacto ambiental de los residuos sólidos no clasificables.
A pesar del gran porcentaje de residuos sólidos reciclados en el RUCALIM, el proceso de separación de residuos domiciliarios genera un porcentaje de rezago (residuos no clasificables) que, al no poder ser debidamente recuperado en la planta, debe ser descartado de forma alternativa.
A partir de esta semana, en Rivadavia, la disposición final de estos residuos se realizará mediante fardos plastificados exteriormente, que se transportarán desde el RUCALIM y se bajarán dentro de la cava recubierta por una membrana impermeable.
Minimiza el impacto
Este sistema de cavas no solo minimiza el impacto de nuestros residuos en el medio ambiente, sino que además elimina totalmente el basurero a cielo abierto generado por aquellos desechos no reciclables que tenían como disposición final los rellenos sanitarios de lugares bajos.
La innovación y optimización de los procesos generada a partir de este nuevo sistema necesita de una reorganización tanto en la Planta de RUCALIM como en la recolección de residuos domiciliaria. Por tal motivo es que, a partir del 1º de marzo, se implementará el nuevo cronograma de recolección de residuos, que permitirá mejorar su posterior reciclado.
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