Habla de Venezuela y de un Scioli-Maduro, futuro distópico que anticipa el fuego electoral. Formado en la escuela clásica del PJ porteño, tiene un ojo puesto en La Matanza y parece un alfil duranbarbista: no pide más peronistas en el PRO pero le gustaría que se sumen Margarita Stolbizer y Graciela Ocaña.

- La gente sabe que este año se vota para consolidar el cambio, al margen del candidato.

- ¿Más allá del candidato?

- El candidato es el cambio.

Parece camporista La tropa K voceaba la consigna “el candidato es el proyecto”. Tache proyecto, escriba cambio.

Cada día le manda un micro resumen a Maria Eugenia Vidal con los alertas y hechos relevantes “La gobernadora sabe del ministerio lo mismo que yo: cada decisión la tomo con ella”. No le dice "Mariú" a Vidal. Hace días le llevó una carpetita anillada las estadísticas criminales, numerología policial que dice que en 2016 hubo menos homicidios y robo de autos, bajó la cifra de robos –hubo casi 23 mil- pero subió la de hurtos y violaciones.

“Con las comisarías de la Mujer y las campañas por la igualdad de género, se denuncian más los hechos” teoriza Ritondo. Efecto #NiUnaMenos.

- ¿Le gustaría un Macri reelecto?

- Me gustaría y será consecuencia de un buen gobierno.

- No fue un buen año.

- Hubo que tomar medidas para que Argentina no sea Venezuela.

- ¿Por qué Vidal mide mucho mejor que Macri?

- El que tuvo que tomar las decisiones más duras fue el presidente. Las decisiones económicas las paga más caro Macri que la gobernadora.

La historia política abunda de tirrias entre los presidentes y los que mandan en Buenos Aires. Ritondo gambetea ese escenario citando un mantra duranbarbiano "somos un equipo”.

Se pierde, cada tanto, unos segundos, en el celular. Está on line con dirigentes de Independiente, club del que es hincha que deciden el nuevo DT tras la salida de Gabriel Milito.

Un recreo en un ministerio sin tregua. “Cuando acepté, sabía a qué me arriesgaba” dice y evita detalles de momentos críticos: amenazas en la puerta de su casa, un incendio intencional. Nada que no haya pasado con otros ministros. El cadáver de un financista, atado con esposas policiales a un árbol recibió a Juan Pablo Cafiero en 2004.

“Hacemos cosas que no se ven, como la capacitación y las comunicaciones encriptadas, pero que van a cambiar la fuerza" promete.

- Con la Bonaerense siempre hay sospechas.

- A veces justificada, otras no. No vinimos a hacer una purga, vinimos a hacer un trabajo para que la gente vuelva a confiar.

Pero repasa que este año desplazó casi 3.000 efectivos y hay 200 presos “por hechos de corrupción”. Cita que Asuntos Internos quedó en manos civiles y los jefes uniformados deben presentar declaraciones juradas. “Esto recién empieza” avisa. Quiere quedarse pero cada día es una lotería.

“¿Macri es más peronista o menos peronsita? No lo sé. Pero tiene valores que tienen que ver con el peronismo” sostiene y afirma que al gobierno no le falta política. “Cambiemos vino a reemplazar un esquema agotado” pontifica y cita, otra vez, Venezuela.