El sanjuanino Orrego y el riojano Álvarez tendrían su autonomía. No así los monzoístas que entraron por el PRO, que aún definen si abandonan el frente.
"El que entró por el PRO, se queda en el PRO", es la orden de Cristian Ritondo, jefe del bloque amarillo de Diputados y posiblemente a cargo del interbloque de Juntos por el Cambio desde el 10 de diciembre.
El límite deja a salvo a los diputados que llegaron colgados de oficialismo con sus partidos provinciales y no quieren mezclarse con el PRO para tomar posturas en cada proyecto de ley.
Podrán tener su bloque dentro del frente opositor, una opción que no corre para los cercanos al aún presidente de la Cámara Emilio Monzó que se ganaron su banca con el partido de Mauricio Macri y amenazan hace un mes con alejarse.
Si lo hacen, les repite Ritondo, no tendrán cabida en Juntos por el Cambio y expondrán su "borocotización", como se conoce en la jerga parlamentaria a los diputados que cambian de partido político en homenaje a quien saltó sin escalas del PRO al kirchnerismo después de ser electo en 2005.
Sólo los que tienen partidos provinciales podrían tener un bloque propio en Juntos por el Cambio. Los que llegaron por el PRO deberían irse del interbloque si quieren identidad propia.
La lista de partidos provinciales autorizados comenzó a definirse estos días y lo primeros habilitados son el sanjuanino Marcelo Orrego y el riojano Felipe Álvarez. El cordobés Luis Juez se quedaría en el PRO pero antes le pidió a Macri armar una confederación de partidos provinciales de Juntos por el Cambio, con voz y voto en las mesas de conducción.
"Tenemos más votos que Carrió", se jactó. Choca con el plan de Miguel Pichetto para reclutar peronistas que hayan quedado fuera del futuro oficialismo, que inició en La Plata junto al intendente del PRO Julio Garro y el concejal Fabián Lugli.
Intendente de Santa Lucía y candidato a gobernador de San Juan, Orrego es el presidente de Producción y Trabajo, un partido de ex peronistas creado para competir contra José Luis Gioja y su sucesor Sergio Uñac. Su referente es el senador Roberto Basualdo, socio de Cambiemos estos cuatro años.
Basualdo mantuvo su monobloque y promueve un interbloque federal junto al salteño Juan Carlos Romero, el santafesino Carlos Reutemann y el puntano Claudio Poggi. Está invitada la neuquina Lucila Crexell pero su disputa con la UCR para sostener su banca la alejó de Juntos por el Cambio.
El sanjuanino Marcelo Orrego con Miguel Pichetto.
En diálogo con LPO, Orrego confirmó que también ratificará su partido en la Cámara baja, "pero no me voy a alejar de Juntos por el Cambio", aclaró. Otro que ya avisó que se va del Pro es Antonio Carambia, que tiene un partido provincial llamado Moveré Santa Cruz. Tal vez no recibió una oferta para conservar su identidad. La salteña Virginia Cornejo también llega como cambiemista de partido propio.
Hay varios que sí están dispuestos a irse y hasta podrían tomar la decisión antes de la sesión preparatoria del miércoles. Pablo Ansaloni, diputado del PRO que asumió en 2017 por gestión de UATRE, se reunió este sábado con su seccional de Colón para definir si se aleja de Juntos por el Cambio y vuelve al peronismo, que ahora estará unido y gobernando. El miércoles cenó con su jefe Ramón Ayala y otros colegas del PRO con ganas de sacar los pies del plato.
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Podría seguirlo la tucumana Beatriz Ávila y el coterráneo Domingo Amaya aún desoja la margarita. Si al menos un puñado de macristas hacen rancho aparte y ayudan a Alberto Fernández, le garantizarían una mayoría simple en la Cámara baja que no logra confirmar a pocos días de elegir autoridades y definir un temario de proyectos de ley para diciembre.
En una entrevista con Perfil, Monzó confirmó que habrá un bloque de partidos provinciales pero que sus herederos no tomaron una decisión. "Hay cuatro que son cinco, que tienen razón en hacer un bloque propio. De hecho, es un espejo con el Senado de la Nación", respondió y luego identificó a los cinco suyos que aún no definieron cómo seguir.
Se trata de Sebastián García de Luca, Juan Aicega, Silvia Lospennato, Gabriel Frizza y Federico Frigerio, primo del ministro del Interior. Seguirán reuniéndose para definir cómo seguir, pero la opción más cercana es aliarse con varios PRO del interior y hacer un núcleo duro que moleste a Ritondo y en tal caso se aleje en febrero o marzo. Es un debate día a día.
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