El riesgo país volvió a subir y cerró la jornada del lunes en 809 puntos. El indicador se disparó como consecuencia de la caída en el precio de los bonos argentinos, hecho que volvió a mostrar las dudas que sobrevuelan el mercado sobre la normalización de la economía.

Se trata del registro más alto del año. El pico del riesgo país se había producido el 27 de diciembre, cuando alcanzó los 837 puntos, el valor más alto en la era de Mauricio Macri. Desde ese momento tuvo una ostensible baja que lo llevó a 629 puntos, hasta que a fines de marzo retomó impulso. El viernes había finalizado en 783 puntos.

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El índice, elaborado por la empresa de servicios financieros JP Morgan, refleja la tasa extra que pagan los bonos de un país en comparación con la que abona el Tesoro de Estados Unidos. Como el tipo de interés es fijado al momento de su emisión, cuando el valor de mercado de un bono cae la tasa efectiva a cobrar por su tenedor es mayor. A valores actuales, los principales títulos soberanos del país pagan 8,09% anual más que los estadounidenses.

Este lunes la disparada del riesgo país se debió al descenso de los Bonar 2020, Bonar 2024 y Discount, que perdieron entre 1,1% y 2% de su valor. En el mundo de las finanzas se entiende que hubo un desarme de posiciones (venta de títulos para recuperar el dinero y usarlo en otras inversiones) ante las dificultades del gobierno para enderezar la situación. A las ya conocidas limitaciones que impone el fuerte endeudamiento que se generó en los últimos tres años, se suman la inflación en alza, la recesión que ya dura casi un año, la merma en la recaudación fiscal y la presión del FMI para subir aún más los impuestos y garantizar el déficit cero. En las últimas horas recrudecieron los rumores sobre una serie de medidas que estaría dispuesto a tomar el gobierno (créditos a tasa subsidiada para jubilados, reformulación del programa Precios Cuidados y un reajuste en los salarios estatales, entre otras) para morigerar en parte la caída del consumo y la crisis social.

A pesar de ello, el dólar entregó una leve tregua ya que cayó levemente tanto en su versión mayorista, en la que se cotizó a $ 43,80, como en el promedio de venta al público en los bancos, que fue de $ 44,84. Esto permitió un leve descenso en las Leliq que el Banco Central coloca entre las entidades financieras, cuyo interés promedió el 67,17% anual.