Un informe en base a datos del INDEC revela los resultados del modelo Milei. Durante 2024, se exportó más soja y más oro, pero cayeron las ventas con valor agregado y se desplomó el turismo. La ficción del superpeso, un castigo incalculable para las exportaciones.
Por
Diego Genoud
Durante el primer año de Javier Milei en la presidencia, las exportaciones crecieron impulsadas exclusivamente por los commodities y hubo un retroceso en las ventas al exterior de bienes con valor agregado. La conclusión surge de un trabajo en base a datos del INDEC elaborado por el grupo de Desarrollo e Internacionalización Productiva (DESIP) y delata uno de los problemas cruciales de la Argentina de Milei, donde los dólares no alcanzan para cumplir con los acreedores externos y sostener la estabilidad en el año electoral. De acuerdo al Informe Trimestral de Exportaciones Argentinas (ITEA) que acaban de publicar, Argentina sumó en el último año un problema adicional a la histórica restricción externa y se acentuó como una economía donde sólo es rentable exportar commodities.
Las estadísticas oficiales muestran que Argentina exportó en el último trimestre de 2024 por 20,6 mil millones de dólares y las exportaciones de bienes llegaron en todo el año a los U$S 79,7 mil millones, lo que implica un aumento del 19,1% en relación a 2023. Sin embargo, la mejora se concentró en dos grandes vectores: la recuperación del agro tras la sequía y el impulso del petróleo de Vaca Muerta.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
SUSCRIBITE A EL DESTAPE
En el caso de las exportaciones agrícolas, el incremento se dio incluso con menores precios internacionales y comparada con 2022, el año previo a la sequía. En relación a ese año, las exportaciones de productos no diferenciados crecieron en 7,3 mil millones de dólares adicionales: Cereales y Oleaginosas (+4 mil millones, principalmente soja, maíz y sus derivados), Combustibles (+2,4 mil millones en base al petróleo crudo de Vaca Muerta), y minería (+317 millones), quimica y petroquimica (+336 millones) y metales comunes (+490 millones) entre los que se destacó el aluminio.
Uno de los datos más salientes que surge del trabajo indica que, en el primer año de gobierno de La Libertad Avanza, las exportaciones de oro crecieron en un sorprendente 39%. Parte del aumento se debe a una mejora en el precio internacional, un 23% más alto en promedio que en 2023. Sin embargo, las cantidades exportadas también crecieron un 13% y, para los autores del informe, la razón principal del impulso estuvo en el fin de las retenciones del 8% que se habían fijado a través del DNU 908/21, que venció el 31 de diciembre de 2023 y no fueron renovadas por la gestión de Milei.
MÁS INFO
Panorama políticoEn línea con Milei, Elsztain se reinventa como gran empresario minero en San JuanPor Diego Genoud
La contracara del aumento de las exportaciones de commodities está en los llamados bienes diferenciados, que no despegan. A pesar de un leve repunte del 1,9% en 2024, las exportaciones de bienes con mayor valor agregado crecieron apenas en 339 millones de dólares y no logran recuperar los niveles de 2022. Este estancamiento, sostiene el trabajo del equipo interdisciplinario de la UBA y el Conicet, refleja la falta de dinamismo en la diversificación de la canasta exportadora argentina.
MÁS INFO
Panorama políticoEl imperio de Milei, el archipiélago peronista y las alertas de un modelo inviablePor Diego Genoud
En ese rubro, la mejora se concentró en Vehículos y Alimentos. En el primer caso, las exportaciones anuales crecieron 157 millones, por mayores ventas de autos y autopartes a Brasil. En alimentos, las exportaciones aumentaron 637 millones y se destacan las ventas al exterior de carne vacuna envasada, lácteos y las papas congeladas. Los commodities industriales como el aluminio y los insumos plásticos también crecieron, pero a causa de la recesión y la caída de la demanda interna, el factor que liberó saldos exportables.
Coordinado por Federico Bernini y supervisado por Juan Carlos Hallak, el informe del DESIP subraya una característica central del déficit exportador: las exportaciones de productos no diferenciados (mayoritariamente commodities) vienen siendo afectadas por cambios en los precios internacionales y las condiciones climáticas. En cambio, dice, las exportaciones de bienes diferenciados, que no presentan esa desventaja, se encuentran virtualmente estancadas en Argentina desde hace unos 15 años.
“Siempre fuimos una economía commoditizada, siempre entre el 65% y el 75% de nuestras exportaciones fueron commodities. Así fue en los últimos 15 o 20 años. Lo que se está viendo ahora es que esa estructura exportadora se puede profundizar más. No es malo que crezcan las exportaciones de commodities, lo malo es que no crezcan las otras o caigan y no hay política de apoyo clara a lo que no es commoditie”, asegura Hallak, uno de los autores del informe. Profesor Titular Economía Internacional en la Facultad de Económicas de la UBA y especialista en comercio exterior, Hallak fue subsecretario de Inserción Internacional y presidente de la Comisión Nacional de Comercio Exterior durante la gestión de Cambiemos. “El riesgo grande es que estamos en una economía que cada vez depende más de commodities basados en la explotación de recursos naturales no renovables. Un día se te acaban y la pregunta es ahí qué haces. Las perspectivas no son buenas. Es poco seguro y es muy probable que trates de consumirte los bienes de esa explotación de recursos naturales y no utilizarlos para apuntar al desarrollo y construir una estructura productiva más sofisticada, que es la que puede generar altos salarios en forma sustentable”, agrega Hallak.
Entre los datos que puede festejar el gobierno se destaca el crecimiento de los Servicios Basados en Conocimiento (SBC) que tuvieron un incremento del 12% en 2024, 6429 millones de dólares, su récord histórico. Sin embargo, ese aumento tuvo como contraste la caída en el turismo, que escaló hasta el 10% interanual. La baja, señala el estudio, se explicó por turistas que vinieron menos al país (principalmente, provenientes de Chile y Estados Unidos), y tuvieron estadías más cortas, enterados de una Argentina que está cara en dólares.
De acuerdo a las previsiones de los autores, en el año electoral el crecimiento exportador seguirá dependiendo de los commodities. Se proyecta que las exportaciones de bienes aumenten un 4,2% en 2025 y que los bienes diferenciados caigan un 5,1% por la apreciación cambiaria. Entre los factores que pueden impulsar el aumento de las exportaciones, aparecen la posibilidad de una mejor cosecha de trigo, nuevos proyectos de litio (+11.7%) y Vaca Muerta (+11.5%).
El trabajo apunta al debate del momento. “Las condiciones macroeconómicas pueden afectar la competitividad. La apreciación cambiaria proyectada reducirá el monto exportado en bienes diferenciados”, dice. “Claramente no es bueno el tipo de cambio atrasado principalmente para las exportaciones que no son commodities. Con toda la desregulación del comercio exterior, con todo el nuevo acceso que hay ahora a los consumos importados, que es algo fundamental para la exportación -ahora acceden- y sin embargo las exportaciones de productos diferenciados no subieron. Lleva tiempo pero no deja de ser verdad que no despegan y gran parte de eso es atribuible a un tipo de cambio que no da rentabilidad a la exportación. Si se aprecia más el tipo de cambio, la situación va a empeorar en términos de rentabilidad de la exportación”, advierte Hallak.
Por último, hay dos factores más que podrían complicar la ecuación de un gobierno que tiene una montaña de vencimientos de deuda por pagar. Por un lado, la eventualidad de un cambio drástico en las condiciones climáticas podría modificar las previsiones de producción y de volumen exportado. Por el otro, la posibilidad de que China implemente una salvaguardia a las importaciones de carne vacuna después de la investigación que ordenó en diciembre, con un plazo previsto de 8 meses. Una medida de ese tipo podría tener un impacto considerable sobre las exportaciones de carne vacuna a China, que en los últimos años rondaron los 1.600 millones de dólares.
Comentá la nota