Horas después de que Horacio Rosatti fuese confirmado como presidente del máximo tribunal, el expresidente de la Corte anticipó que se elegirán nuevas autoridades "cuando entren los nuevos ministros".
Horas después de que Horacio Rosatti fuera confirmado como presidente del máximo tribunal, y en medio del intento por parte del Ejecutivo de introducir a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como nuevos miembros, el juez Ricardo Lorenzetti aseguró que la actual Corte Suprema de Justicia es "de transición".
A fin de año, cuando se retire Carlos Maqueda, quedarán tres miembros, un escenario "difícil" para Lorenzetti, ya que este panorama le exigirá mayor nivel de acuerdos y concentrará todo el poder para decidir sobre los "grandes temas" en Horacio Rosatti, confirmado como presidente del cuerpo, Carlos Rosenkrantz y él.
"Estamos en una Corte de tres, es una Corte de transición en el punto de vista interno, no en los fallos. Quedamos prácticamente tres porque Maqueda se está yendo, le queda muy poco tiempo. Funcionar con una Corte de tres es difícil", manifestó Lorenzetti este miércoles 25 de septiembre en diálogo con Radio Mitre.
Luego, teniendo en cuenta dicho panorama, el santafesino amplió: "Por eso ayer estuvimos con esta idea de designar autoridades y dijimos: 'Vamos a trabajar en conjunto, a tratar de consensuar'".
Asimismo, Lorenzetti pidió dejar "que las instituciones funcionen" e indicó que hay que darle tiempo a la discusión de las incorporaciones al cuerpo que busca el gobierno de Javier Milei, alegando que, históricamente, los candidatos fueron cuestionados, aunque ingresaban de todas maneras al máximo tribunal.
"Si ingresan dos miembros nuevos, pasamos de tres a cinco y habrá que elegir de nuevo autoridades porque la Corte tiene mucha libertad para hacerlo, lo decidimos nosotros con tres firmas. Hay que buscar mecanismos. Cuando entren los nuevos ministros, elegiremos, discutiremos", anticipó.
No obstante, reiteró que, mientras que no ingresen nuevos miembros, una Corte de tres personas hace que los supremos tengan "mucho poder decidiendo los grandes temas". "Eso no está bien", advirtió, aunque aclaró: "Si esa es la realidad, tendremos que ponernos de acuerdo y resolver".
"No es tan relevante hablar de poder interno, sino darle tranquilidad a la población de que la interpretación de la Corte de los derechos se mantiene", remarcó mientras que los pliegos de Lijo y García-Mansilla enviados por el oficialismo continúan trabados en la Comisión de Acuerdos del Senado, sin alcanzar las firmas necesarias.
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Al respecto, Lorenzetti analizó: "Tenemos una gran tendencia a discutir siempre lo mismo. Cuando fueron propuestos Rosenkrantz y Rosatti fue similar. Primero, por qué proponían a dos varones. Y... es una decisión del Presidente. ¡Cómo repetimos! En realidad, debería proponerse una mujer, siempre lo sostuvimos, pero es una facultad presidencial y no una obligación. En aquel momento propusieron dos hombres".
"Después hubo muchísima discusión sobre las candidaturas. Que se los había designado por decreto, que Rosatti había sido ministro de Justicia de Néstor Kirchner, que Rosenkrantz era abogado de empresas; pero después que pasaron el proceso, ingresaron y trabajaron y trabajan como jueces imparciales nadie los critica", agregó sobre lo que ocurrió durante el gobierno de Mauricio Macri.
Además, detalló: "En aquel momento se los propuso en diciembre de 2015, y Rosatti ingresó en junio de 2016 y Rosenkrantz, en agosto. Un año y medio. También se decía que estaban parados porque el Senado se había puesto en contra por el decreto y porque era del kirchnerismo. Estaba (Miguel) Pichetto como jefe de bloque y se decía que no los iba a aprobar el Senado, y finalmente sí".
"Que se critique a los nominados es bueno, que se haga con transparencia. Es un diálogo natural, lleva tiempo, se discute. Hay que tener serenidad y dejar que las instituciones funcionen, pasó siempre", concluyó sobre los nuevos postulantes.
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