Al inaugurar en la tarde de ayer obras de infraestructura social en la localidad de Riacho Negro, jurisdicción de Clorinda, el gobernador Gildo Insfrán dijo que en los últimos años se ha registrado un avance tan vertiginoso en materia de realizaciones a punto tal que impidió que parte de la población se apoderase de todas ellas a punto tal que pasan desapercibidos logros a los que calificó como “extraordinario”, razón por la cual hizo un fuerte llamamiento a defender los logros y a seguir trabajando por los “nuevos sueños de las generaciones que vienen”.
Durante el acto, pidió reparar injusticia y rendir homenaje al compromiso político y la entrega comunitaria de Fermín Caballero, ex diputado provincial, quien se mostró emocionado por el gesto del titular del PEP.
Explicó que las obras inauguradas fueron planificadas no solamente para responder a las expectativas actuales de la localidad sino, sobre todo, con visión de futuro de modo tal de evitar que el pueblo se convierta en generador de niños que cuando crezcan deban emigrar, como le ocurrió a su generación juvenil, para seguir sus estudios y realizarse en la vida, en uno de los varios pasajes de su mensaje que tuvo como destinatario los jóvenes.
“Con estas obras- significó- ratificamos el objetivo de nuestro proyecto político de que el formoseño nazca donde nazca y viva donde viva, tenga el derecho de realizarse en su propia tierra”.
Falta de agua
El gobernador, aprovechando su referencia a las obras para la captación del agua que se distribuye por red en el pueblo de Riacho Negro y que proceden de un riacho ubicado a 7 kilómetros del casco urbano, aludió el tratamiento que se le está dando a la actual situación de sequía que soporta gran parte del país.
“Para algunos medios parecería que la sequía fuese pura y exclusivamente de Formosa cuando sabemos que está azotando en varias partes, haciéndonos aparecer como que esta circunstancia se debe a desidia o la falta de previsión del gobierno “, relató.
“Hay sequía, las obras hidráulicas están hechas, el ingreso de los caudales del Pilcomayo no es fácil por significativo arrastre de sedimentos que se instalan en un lugar que es una planicie y demanda obras en forma permanente, con una naturaleza que es caprichosa porque a veces se inclina hacia el lado nuestro y en otras ocasiones hacia el paraguayo; pero las obras hidráulicas para la contención y la reserva de ese líquido están hechas”, precisó.
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