Su piloto perdió altura y tuvo que descender de emergencia en el campo. Los vecinos creyeron que se había estrellado.
Un revuelo se armó ayer tarde en Pocito cuando el piloto de un planeador que sobrevolaba Villa Aberastain perdió altura y se vio obligado a improvisar un aterrizaje forzoso en medio de una finca. Los vecinos de la zona creyeron que la nave se había estrellado por la polvareda que levantó en ese campo y llamaron al 911. Dos ambulancias y una patrulla policial llegaron a toda velocidad ante el temor que hubiese ocurrido una tragedia, pero el ocupante salió ileso.
Horacio Elizondo, el piloto, dijo: ‘No tuve miedo, el cag... me lo llevé cuando salí y me encontré con las ambulancias y la Policía. La gente parece que creyó que era un accidente, pero fue un aterrizaje fuera de pista nada más, algo que suele pasar con los planeadores’.
El hombre, que es abogado, salió de la pista del Centro de Aviación Civil San Juan a las 15 y permaneció en el aire por más de dos horas. ‘Anduve por los cerros, subí a 2.000 metros y después vine para acá y El Cerrillo. Noté que el viento era débil y no encontraba corrientes ascendentes. El planeador bajó hasta los 500 metros de altura y vi que ya no llegaba a la pista del aeroclub, ahí no me quedó otra que clavarme al piso’, relató.
Explicó que dio una vuelta para buscar una zona para aterrizar y entonces avistó esa finca de 8 hectáreas situada en calle 11, entre ruta 40 y Mendoza. Su descenso cerca de esa calle sorprendió a automovilistas y vecinos, más todavía cuando tocó tierra y el patín (que tiene en la parte delantera) y la única rueda de la nave se abrieron paso por un tramo de al menos 50 metros en medio de ese campo sin sembradío. Más tarde, un equipo médico y los policías de la Seccional 7ma constataron que Elizondo estaba en perfectas condiciones. La nave tampoco tenía daños.
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