El oficialismo tenía previsto aprobarla la semana próxima en el recinto, pero deberá seguir esperando. El peronismo aprovechó el debate para criticar la reforma política que impulsa Milei y el resto del megaproyecto, que ya encontró su primer obstáculo a poco de andar en el Congreso. También se frenaron los acuerdos bilaterales para que las grandes empresas tengan beneficios impositivos.
Por Miguel Jorquera
El oficialismo tropezó en el Senado con su intención de de dictaminar a favor de la implementación de la Boleta Unica de Papel (BUP) en el sistema electoral nacional que tiene media sanción de Diputados y que se pretendía convertir en ley la semana próxima en el recinto. El debate en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales cruzó distintas posturas a favor y en contra del proyecto. Los senadores opositores apuntaron también contra el resto de los puntos de la reforma política, con la que Javier Milei pretende eliminar las PASO y reestructurar desde el Ejecutivo todo el sistema electoral. Los artículos referidos al tema de la mega ley ómnibus proponen además la creación de un sistema de circunscripciones uninominales que barre con la representación provinciales y de las minorías, además de la ley de paridad de género. Los cuestionamientos al texto original y “la necesidad de generar consensos” terminaron por postergar la discusión.
La decisión de avanzar con el dictamen de la BUP y su posterior sanción como ley, así como la aprobación de convenios bilaterales con distintos países para eliminar la doble imposición tributaria que favorece a grandes holding empresarios, conformaban la principal apuesta de la vicepresidenta Victoria Villarruel en la Cámara alta, mientras Diputados se aboca a la ley ómnibus de Milei. Especialmente, después que Villarruel pactó con el resto de los bloques no peronistas desplazar y dejar en minoría a Unión por la Patria de todas las comisiones legislativas del Senado. Pero la variopinta composición de sus nuevos aliados mostró que no está dispuesta a convalidar todo lo que quiere el Gobierno y le asestó un revés parcial a la vicepresidenta.
Boleta única, en debate
“Propongo la aprobación porque el proyecto ya está con la media sanción de Diputados y debemos tratarlo para darle la validez constitucional y se debata como debe ser porque es un tema que requiere el debate y el conocimiento de toda la gente porque incluye una responsabilidad de todos”, argumentó el riojano libertario Juan Carlos Pagotto (LLA) que preside la comisión de Justicia. “Lo único que nos puede permitir transparentar en todo el país los actos comiciales es la Boleta Única, sin perjuicio de los medios tecnológicos que vayan a incorporarse en el futuro”, agregó.
La secretaria de la comisión de Asuntos Constitucionales, Mariana Juri (UCR – Mendoza) celebró poder debatir en el Senado “un tema tan importante la Boleta Única de Papel porque teníamos una gran deuda y son de gran interés para los argentinos que estamos tan preocupados”. Además de destacar el “gran” ahorro económico y ecológico de su implementación.
Pero los cuestionamientos no tardaron en aparecer. “La Boleta Única se trata de una reforma del Código Electoral y en la Ley Ómnibus que debería tratar Diputados hay una Reforma Electoral, que contradice lo estamos tratando aquí, ya que propone eliminar las PASO y en este proyecto se habla de las PASO”, señaló la neuquina Lucila Crexell (Cambio Federal) tras cuestionar la parálisis que al proyecto le imprimió el anterior oficialismo. Y pidió que “se trabaje con una agenda coordinada y con el equipo de asesores porque son temas rigurosos y técnicos para no legislar sobre el error”.
“Es muy favorable, es universal, desalienta prácticas fraudulentas, es en términos medioambientales positiva, genera equidad entre las fuerzas políticas y tiene un costo menor en la impresión de las boletas. Es un instrumento que tiene que generar una bisagra con el régimen caduco que tenemos. Si esta ley se cae estaremos dando un gesto malo a la sociedad porque tenemos que trabajar para hacerle la vida más sencilla”, sumó el bonaerense Maximiliano Abad (UCR).
Las críticas de UxP
El rionegrino Martín Doñate (UxP) celebró que el Senado esté trabajando, pero no sobre la agenda que no le interesa a la sociedad “en estos momentos aciagos en la vida institucional y económica del país”, y reclamó que se debería estar tratando el mega DNU de Milei, al que calificó de “anticonstitucional, ilegal y abusivo”.
Doñate se explayó sobre la contradicción de tratar la BUP con el argumento de su implementación en las Paso y de custodiar la representatividad de las minorías, cuando la ley ómnibus que el Gobierno envió al Congreso propone eliminar las Paso, el financiamiento estatal y la creación de un sistema electoral uninominal que fijará el Ejecutivo que “termina con la representación de las minorías y la representación de género”. “Igual que en las sociedades anónimas en el fútbol, la eliminación de topes de los aportes económicos a los partidos políticos (que propone Milei), va a lograr que estén senados acá (en lugar de los legisladores) los mandamás de las corporaciones económicas y tal vez el narcotráfico”, cargó Doñate.
El pampeano Daniel Bensusán (UxP) salió al cruce de las críticas al actual sistema electoral con el que ganaron distintas fuerzas políticas a lo largo de 40 años de democracia, pudo en duda el ahorro del gasto económico de BUP y defendió la “autonomía” de las provincias para fijar su propio proceso electoral.
Fue entonces que el correntino Carlos “Camau” Espínola (UF) mocionó un cuarto intermedio para “buscar consensos”. El entrerriano Alfredo De Angelí (PRO) se quejó que no hubiera dictamen: “hoy es otro día triste. Ahora entramos en los detalles para sostener un sistema arcaico de 100 años”, manifestó.
Japón y Luxemburgo, afuera (por ahora)
Durante el plenario de comisiones del Senado, el oficialismo tampoco logró avanzar con todos los acuerdos internacionales para evitar la doble imposición fiscal que favorece a grandes holding empresarios radicados en el exterior. Durante el debate, la UCR y Cambio Federal frenaron los dictámenes de los acuerdos con Japón y Luxemburgo y reclamaron la presencia del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y de la Canciller, Diana Mondino, para debatir el costo fiscal que los mismos significarían para el Estado argentino.
El plenario de las comisiones de Relaciones Exteriores y Culto y de Presupuesto y Hacienda presididas por la oficialista LLA –el formoseño Francisco Paoltroni y el jujeño Ezequiel Atauche, respectivamente-- debatió ayer cinco acuerdos bilaterales para la eliminación de la doble imposición en materia de tributos. Todos firmados durante el gobierno de Mauricio Macri y a los que el presidente ultraderechista Javier Milei incluyó entre los 664 artículos de la Ley ómnibus que envió al Congreso.
La mayoría compuesta por la LLA y los bloques no K dieron dictamen favorable a los acuerdos bilaterales con China, Turquía y Emiratos Árabes Únidos. “Me parece adecuado que Argentina en este momento de emergencia le dé la bienvenida a las inversiones extranjeras”, argumentó el libertario Atauche. “Hay que recalcar que el 85% de los tratados fueron en la década del 90”, apoyó Paoltroni y agregó que “está dentro de nuestra plataforma agilizar convenios bilaterales”.
Pero el debate se empantanó a la hora de abordar los acuerdos con Japón y el paraíso fiscal del Gran Ducado de Luxemburgo. La neuquina Lucila Crexell (CF) cuestionó “la nueva dinámica” que quiere implementar el oficialismo en referencia al acuerdo con Luxemburgo (donde está radicada la casa matriz del holding Techint de Paolo Roca) y exigió la presencia de la canciller Mondino para tratar el acuerdo con Japón. “Sería oportuno tratar convenio por convenio para saber en cuáles estamos de acuerdo y en cuáles no”, agregó el radical chaqueño Víctor Zimmermann y se sumó al reclamo de Crexell que ambos convenios se debatan con la presencia de Caputo y Mondino. El senador nacional Maximiliano Abad adhirió a la idea de Crexell. Los dos convenios quedaron postergados.
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