El palomar, la UCR y la CC coinciden en alejarse de Macri y “autoritarismos”, pero en los distritos siguen los desencuentros. Mesa inactiva por “desorden PRO”.
Por Damián Belastegui
El acuerdo de “trabajar en conjunto” –foto mediante– entre la referente de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió, y el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Gerardo Morales, generó repercusiones al interior de Juntos por el Cambio (JxC), donde el mensaje se decodificó en clave política a pedir de palomas luego de la reunión que el jujeño mantuvo con el porteño Horacio Rodríguez Larreta. A las tribus mencionadas las une el rechazo al team halcón que comanda Mauricio Macri y a otras variantes más de derecha, pero, al menos en la provincia de Buenos Aires, la coincidencia no licuará diferencias entre larretismo, lilismo y radicalismo y, mucho menos, eliminará una contienda que definitivamente llegará a las urnas.
Voces con llegada a los protagonistas de la instantánea Lilita-Morales destacaron a Letra P la necesidad de moldear un perfil frentista con “una amplia mayoría de centro”, que se aleje de “los extremos que lleven a autoritarismos”. Así, lejos de las alas de los halcones, cerca de Carrió se manifiestan abiertos al diálogo y la búsqueda de entendimientos bajo el norte de una “mirada humanista, de desarrollo”, en el que anotan como aliados al jujeño y a sectores del PRO. Eso sí, aún no se alistan bajo la estrategia presidencial del larretismo: “Falta mucho”, aclaran.
En la provincia que aglutina el 37 por ciento del padrón electoral nacional, la interacción entre lilitos y radicales también exhibe rasgos de entendimiento y acciones conjuntas, pero con un correlato variopinto en diversos distritos, donde las aspiraciones propias generan desencuentros entre socios. Como fuere, por lo bajo, en la UCR y la CC hacen foco crítico en la inactividad de la mesa bonaerense de Juntos, la que ponderaban como espacio de discusión frentista que funcionaba “de manera aceitada”. Eso ya no sucede, dicen.
La responsabilidad de que ese ámbito de debate interno no se haya podido reeditar en los últimos tiempos la atribuyen directamente “al desorden interno del PRO” y remiten a las fricciones entre amarillos que se disparó en Buenos Aires en el marco de la discusión legislativa por la reforma previsional del Banco Provincia.
En los distritos, el termómetro diferentes temperaturas, atadas a la rosca propia de cada pago chico. En Junín, donde reporta el concejal Rodrigo Esponda, vice bonaerense de la CC, el lilismo mantiene sintonía fina con el municipio al mando de Pablo Petrecca (PRO), jugando incluso en tándem dentro de la lista que le ganó la interna local al radicalismo en 2021.
En Mar del Plata, la CC forma parte de la gestión de Guillermo Montenegro (PRO) ocupando un área clave como el Ente Municipal de Turismo (Emtur), comandado por Bernardo Martín, armador seccional de la CC en la Quinta, quien, en su rol de funcionario municipal, fue el encargado de recibir a Morales el último lunes en una presentación sobre la oferta turística jujeña. En la arena marplatense, lilitos consultados destacan “una excelente relación entre las tres fuerzas” y vaticinan un 2023 con lista única de Juntos.
Distinto es el caso de Bahía Blanca, donde la CC hace una de sus apuestas más fuertes con el senador provincial Andrés De Leo, quien irá por la intendencia hoy conducida por el macrista Héctor Gay, que ya anunció que no irá por la reelección. Con el armado amarillo empujando la postulación de Nidia Moirano, los interrogantes surgen ante el juego radical.
De Leo, que hasta la segunda mitad del año condujo el armado provincial lilito, mantiene un fluido vínculo con el titular de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, acompañando incluso a aperturas de locales de Empatía en distritos de la Tercera y recibiéndolo el mes pasado en su ciudad. No obstante, en el marco de la estrategia bonaerense del radicalismo, en el comité bahiense al mando del concejal Pablo Daguerre subrayaron a Letra P que el objetivo de la UCR local es llegar a las PASO con una precandidatura boinablanca, independientemente de lo que suceda a nivel provincial y nacional.
En la carrera a la gobernación, mientras Abad ratificará sus pretensiones con un acto el próximo viernes 20 en Mar del Plata, en el armado de la CC también levantan el perfil y agudizan las recorridas de algunas de sus figuras, apuntalando a la vez las apuestas en varios puntos del interior como Roque Pérez, Bragado y General Viamonte, además de los distritos anteriormente mencionados.
Una dirigente que viene acentuando sus recorridas es la titular de la CC bonaerense, la diputada Maricel Etchecoin, quien, “más que hablar de fórmulas electorales”, consignó a Letra P: “Tenemos que hablar de un programa de gobierno conjunto en el que todos nos veamos representados, ese es el desafío para la primera mitad del año en la provincia”.
En ese sentido, indicó que vienen trabajando con todos los sectores dentro JxC para alcanzar un “gobierno diferente a lo que fue 2015” y “trabajar en serio en una coalición de gobierno”.
Etchecoin plantea la necesidad de cambiar la lógica de funcionamiento frentista, aquella de 2015, que “fue una competencia donde el que ganaba tomaba las decisiones (…) Debemos entrar en una etapa diferente, que es una coalición de gobierno”.
Respecto de la interacción con la UCR bonaerense, destacó el diálogo y trabajo conjunto que llevan adelante con Abad. “Trabajamos en propuestas programáticas, en qué cosas nos quedamos a mitad de camino y cuáles retomar de cuando gobernamos. Todo eso implica mucho diálogo y Lilita viene trabajando de manera muy silenciosa con muchos liderazgos de Juntos, la de ayer (martes) fue una foto más pública, bajados en letra y en palabra los compromisos que creemos que deben darse para adelante”, culminó.
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