Falló el penal ante Uruguay en la última Copa América, fue excluído del ciclo de Alejandro Sabella y volvió con Martino para sumar desde el banco; fue uno de los mejores de la temporada y buscará saldar su deuda con la celeste y blanca
Se lo ve feliz a Carlos Tevez. Es el jugador del pueblo, según lo bautizó en 2004 Marcelo Bielsa al observar cómo los hinchas peruanos se colgaban de los muros para poder verlo. La Argentina jugaba en aquel entonces la Copa América, la misma que hoy lo tiene protagonista, pero con un rol secundario.
Tranquilo, silencioso puertas afuera, distinto al pasado. Allí está Carlitos. Todavía tiene fresca aquella noche del 16 de julio de 2011 cuando, en Santa Fe, falló su penal ante Muslera. Significó la eliminación de la Copa América para el equipo de Batista, técnico que le había levantado la suspensión. Hoy charla con Messi, camina con Pereyra, su compinche tras la buena relación que forjaron en Juventus. Bromea con Lavezzi y Agüero. Está entre los suyos de vuelta. En el lugar que no quería perder, pero del que durante casi cuatro años estuvo alejado. La decisión fue de Alejandro Sabella, luego de la mala experiencia del torneo continental que se jugó en la Argentina, quien prefirió privilegiar el grupo. Molestaron en la intimidad del grupo sus dichos, pero todo parece haber quedado en el pasado.
"No puedo tomar determinaciones por lo que sucedió en el pasado, son cosas que tengo que vivir yo", dijo Gerardo Martino sobre la presencia de Tevez en la selección. A fuerza de buenos rendimientos en Juventus, fue imposible que la mirada del técnico no se posara en él. El Tata charló con Messi y otros referentes antes de convocar a Tevez nuevamente. Lo hizo. "Me llevo muy bien con Carlitos", dijo días atrás la Pulga, con una gran sonrisa en su rostro. Lo demuestran práctica a práctica: risas, charlas y fútbol, lo que más los une.
En las prácticas pasa casi inadvertido. Decidió no aparecer públicamente ante los medios. Eligió otro perfil. Pese a sus 29 goles en la temporada, Tevez sabe que no es titular. Su tarea es sumar desde el banco y tratar de brindarle una solución al entrenador cuando haga falta. El Tata elige hoy a Di María, Agüero y Messi. Entre Tevez, Higuaín y el Kun está el nueve de Martino, quien no duda en volcarse por el goleador de la Premier League. En este ciclo en la selección, Carlitos apenas jugó cuatro partidos, sólo uno de ellos como titular (ante El Salvador), pero nunca completó los 90 minutos. Jugó algunos minutos ante Croacia, Portugal y Ecuador.
13 goles tiene Tevez con la camiseta de la selección. El último, en 2011, en un amistoso con Albania
Si de oportunidades se trata, Tevez sabe que las suyas por ahora no terminan. La tuvo hace cuatro años con Batista, la tiene ahora mismo con Martino. Claro, se lo gana adentro de la cancha con goles y buenas actuaciones. Hoy tiene la chance de reescribir una historia que, con la selección, no es la más alegre.
Tiene sólo 13 goles en la camiseta argentina, con la que jugó 68 partidos. Su último grito fue un 20 de junio de 2011 en un amistoso contra Albania, antes de la Copa América de ese año. Allá por el 2004 el jugador del pueblo debutaba con Marcelo Bielsa. Brilló en los Juegos Olímpicos de 2004 que terminaron con medalla de oro. Un tiempo antes visitó esta ciudad y se alojó en el mismo hotel donde hoy lo hace Paraguay, rival el próximo sábado. Fue para el Preolímpico que se realizó hace 11 años y que ganó el equipo del Loco.
Tevez, sin embargo, estuvo en las últimas duras derrotas que sufrió la Argentina, excepto, claro, en la final del Mundial pasado. La última fue en la Copa América , con aquel penal fallado en 2011 ante Uruguay. Sucedió también en las finales de las Copa América de 2004 y 2007, en la Copa de las Confederaciones 2005, ante Brasil, y la de los Mundiales 2006 y 2010 en manos de Alemania.
El Apache llega de ser campeón de la Serie A y de la Copa Italia. Ante Barcelona perdió la final de la Champions. Mientras juega la Copa América deberá definir su futuro: suena en Atlético de Madrid, pero Boca todavía sueña con repatriarlo. Incluso, la posibilidad de que Angelici cruce la cordillera para convencerlo está latente. Tendrá tiempo para resolverlo. Hoy sólo piensa en la selección, sin el protagonismo de años atrás, pero con la oportunidad de sumar un nuevo título a una carrera más que exitosa..
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