El Presidente será quien tenga la última palabra en relación a la restitución del impuesto. Los mandatarios patagónicos presionan fuertemente para evitar el gravamen y los del Norte aspiran a esa recaudación
Martín Dinatale
La eventual restitución del impuesto a las Ganancias se convirtió en las últimas horas en la piedra angular de las negociaciones por la nueva la ley Omnibus y el presidente Javier Milei será quien finalmente deberá terciar en la dura pulseada desatada entre los gobernadores del Norte que no quieren ese gravamen versus los del Sur que aspiran a sumar esa recaudación a sus arcas.
"La negociación está en el aire", expresó ayer a El Cronista un destacado funcionario de la Casa Rosada al analizar la situación de Ganancias. Es que las negociaciones del Gobierno con las provincias están en la etapa de debate político que lleva adelante el ministro del Interior, Guillermo Francos, pero la discusión técnica de los alcances de esta restitución impositiva se dará en el Ministerio de Economía a cargo de Luis "Toto" Caputo.
El equilibrio que está haciendo la Casa Rosada con los gobernadores del Norte y del Sur es mayúsculo. En las últimas semanas desfilaron por el despacho de Francos varios gobernadores. Estuvieron, entre otros, Alfredo Cornejo (Mendoza), Rolando Figueroa (Neuquén) y Claudio Vidal (Santa Cruz). También el ministro del Interior habló por teléfono con varios mandatarios del Norte.
Rechazo de la Patagonia
Ayer, Claudio Vidal de Santa Cruz y voz cantante de los mandatarios patagónicos se reunió con el ministro Francos y al salir fue tajante: "Los trabajadores no deben pagar Ganancias. No estamos para avalar eso", dijo a El Cronista.
La reunión con el ministro del Interior abarcó también las futuras inversiones en Río Turbio pero Vidal llevó a la Casa Rosada la preocupación de al menos siete mandatarios del Sur que se oponen a la restitución de Ganancias a diferencia de sus pares del Norte.
La clave de esta dura pulseada no es tan sencilla de resolver: el impuesto a las Ganancias se reparte en un 60% para las provincias y un 40% para la Nación.
Pero como en las provincias patagónicas se encuentra la mayor cantidad de trabajadores con salarios elevados la resistencia es extrema a imponer ese gravamen. No ocurre lo mismo con los mandatarios del Norte que necesitan de los fondos recaudados por Ganancias y los trabajadores de esas provincias en su gran mayoría no pagan Ganancias.
La definición de restituir este gravamen y el monto que finalmente se le imponga será clave para que Milei logre apoyos en el Congreso por la ley Omnibus.
En medio de la campaña electoral del año pasado el entonces ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, eliminó Ganancias. Ahora Milei quiere restituir ese impuesto para compensar el recorte de fondos en las provincias.
El borrador en carpeta
El borrador del proyecto oficial contempla que 1,5 millón de trabajadores hoy exentos de Ganancias volverían a pagar el impuesto en alícuotas que van del 5 al 35%. Esto alcanzaría a los trabajadores en relación de dependencia que ganan más de $ 1.141.066 netos mensuales, en el caso de los solteros sin hijos, y más $ 1.509.465 de bolsillo, los casados con el cónyuge a cargo con 2 hijos pagarán el Impuesto a las Ganancias, si se aprueba el nuevo proyecto de ley que el Gobierno está enviando al Congreso.
Desde el Ministerio de Economía dijeron a El Cronista que "todavía no hay nada cerrado". Es decir, que las negociaciones plasmadas en el borrador de ganancias podrían variar. Y faltan aún las negociaciones técnicas para que la palabra final la tenga el Presidente.
En la novedad del borrador que se detalla en el artículo 98 se incorpora como parte de la base imponible del impuesto todos los pagos recibidos por los trabajadores en relación de dependencia. A la vez, se plantea que no se aplicarán para el cálculo del impuesto exenciones o reducciones establecidas por otras normativas, con la única excepción de la ley 26.176 aplicable a trabajadores petroleros.
Esta cuestión generó un fuerte malestar de los mandatarios de la Patagonia donde la mayor parte de los trabajadores del petróleo estarán alcanzados por esta medida y amenazan con llevar adelante protestas y huelgas.
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