Fue un día cargado de reuniones y tensión. Se acercan las legislativas, el cierre de listas y las dudas superan por lejos a las certezas. Los encuentros de ayer, los presentes y los ausentes
Intendentes de los ya desaparecidos grupos Fénix y Esmeralda se juntaron en Merlo para marcar la cancha. En otro lado, Randazzo concentró a su tropa y mandó a hacer una lista por cada distrito. El PJ orgánico y La Cámpora, con Máximo Kirchner a la cabeza, se juntaron en San Telmo con la intención de una foto grandilocuente.Pero las presencias allí de Sabbatella, D'Elía y Boudou, entre otros, provocó el enojo de varios jefes comunales, que dieron un portazo.También hubo cruces entre alcaldes.
Se tensiona la interna del PJ en el territorio bonaerense. El randazzismo se reunió a la hora de la siesta, algunos intendentes que pertenecieron al desaparecido grupo Esmeralda y los del Fénix hicieron lo propio en Merlo, y el ala kirchnerista junto a otros referentes del pejotismo replicaronn otro encuentro en San Telmo.
La lógica del PJ en el territorio provincial se lleva las miradas de la agenda política por representar una paradoja: mientras cada vez falta menos para la definición de las listas, cada vez son más las diferencias que flotan en la superficie. Este martes las distintas versiones del peronismo metieron un encuentro por partida triple.
Los primeros de todos fueron los randazzistas que aprovecharon la hora de la siesta para seguir picando la cabeza del massismo. Es que a esa hora, el intendente de Bolívar, Eduardo Bucca, se reunió con el diputado nacional facundo Moyano.
Luego del pase del legislador y miembro del triunvirato de la CGT, Héctor Daer, ahora el randazzismo va por el menor de los Moyano, mientras cocina a fuego lento el desembarco de Felipe Solá. No obstante, el pase de Moyano al grupo que lidera el chivilcoyano no es un hecho consumado y desde las filas del ex ministro dicen con picaresca: “Estamos conversando, que no es un dato menor”.
Más allá de esta charla individual de Bucca con el gremialista de los peajes, Florencio Randazzo juntó a sus principales armadores para otear el avance en cada una de las secciones electorales. El ex ministro presidió la mesa junto a su jefe de campaña, Alberto Fernández.
Estuvieron, entre otros, Marcelo Feliú, Norberto García, Andrés Quinteros, Valeria Amendolara, Alejandro Dicchiara, Aníbal Pittelli, Eduardo Di Rocco, Mario Caputo, Ignacio Casasola y Carlos Cottini. Durante algunos minutos también participó de la reunión Julián Domínguez.
“Repasamos lo que sucede en cada una de las secciones y vamos a comenzar a armar las listas seccionales y distritales, vamos a tener una lista en cada uno de los distritos y una en cada una de las secciones, que sepan que vamos a ir con todas las armas a las PASO, y vamos a tener fiscalización en cada una de las mesas”, adelantó uno de los hombres que trabaja desde hace muchos años con el chivilcoyano.
En tanto, otro cónclave desarrollado en horas de la tarde tuvo como epicentro la ciudad de Merlo, donde el alcalde local, Gustavo Menéndez, recibió a los jefes comunales de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini; de Marcos Paz, Ricardo Curutchet; de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; de Escobar, Ariel Sujarchuk ; del Partido de la Costa, Juan Pablo De Jesús; de Navarro, Santiago Magiotti; de Moreno, Walter Festa; y de Esteban Echeverría, Fernando Gray.
El motivo fue hacerle contrapeso a otro actor que tiene el peronismo y cuya legitimidad comienza a ser discutida: Fernando Espinoza. Al presidente del PJ, los intendentes le reclaman no defender públicamente lo que se habla en las reuniones y, particularmente, no ponerle límites a los armadores kirchneristas que, en las elecciones pasadas, hicieron pesar tener la lapicera para priorizar sus nombres por sobre el de los alcaldes con peso en los territorios.
Así las cosas, los alcaldes enrolados dentro del Grupo Fenix y el Esmeralda, buscan hacer pesar su sinergia como bloque que asome la cabeza dentro del futuro armado de las nóminas para garantizar que otra vez no vuelva a pasar lo del año 2015, en base a la desconfianza que le genera la actitud dósil del ex jefe comunal matancero.
Por último, llegó la frutilla del postre, en el encuentro convocado por el presidente del PJ Fernando Espinoza y La Cámpora, presidido por Máximo Kirchner, y que no terminó como se esperaba.
Antes de la reunión, Espinoza dijo que “el 95 por ciento del peronismo” iba a estar en el sector del que pretende adueñarse; aunque insistió en que “cualquier compañero que se quiera presentar a competir puede hacerlo”.
“Es mentira que tienen el 95 por ciento; además a compañeros nuestros los han llamado dirigentes de La Cámpora para decirles que evitemos la interna, que tengamos serenidad y busquemos la unidad, por qué no la tuvieron ellos en el 2015 cuando cerraron las listas, nos dejaron afuera y ni siquiera nos atendían el teléfono”, trinó ante una consulta de La Tecla un randazzista de la primera hora que se quedó con las manos vacías hace dos años.
Lo que nunca esperó Espinoza era el lío que se armó después. La intención del titular del PJ y La Cámpora fue hacer una multitudinaria foto para mostrar fortaleza en el Centro Cultural Caras y Caretas. Pero cuando se enteraron que Luis D'Elía, Amado Boudou y Martín Sabbatella, entre otros participaban de ese encuentro, varios intendentes se negaron a concurrir.
Gustavo Menéndez, Mariano Cascallares, Frenando Gray, Juan Pablo de Jesús, Julio Pereyra y Martín Insaurralde (a quien algunos de los presentes sindicaron como el más enojado),entre otros se quedaron en la sede del Frente Nacional Peronista de la calle Bolívar, desde donde se fueron retirando sin asistir al centro cultural ubicado sobre Venezuela . También se retiraron intendentes del interior.
Si bien algunos pretendieron bajarle el tono a la situación, lo cierto es que hubo rispideces fuertes entre propios pares. Uno de los alcaldes que sí asistió a Caras y Caretas le dijo a La Tecla que “me fui a la mierda, primero hubo una larga espera caprichosa de algunos que pretenden discriminar a un compañero; no puedo aceptar ningún tipo de dedo acusador. Me quedé hasta que le pidieron a Boudou que se vaya, atrás me fui yo. ¿Quiénes son para acusar con el dedo".
El mismo intendente K reconoció que será difícil volver a sentarse para diagramar listas en conjunto.
Por otra parte, también fue motivo de enojo que Máximo Kirchner intentara tomar las riendas del acto. “Es una reunión del PJ bonarense, no nacional", espetó más de uno, como para marcarle la cancha al hijo de la ex presidenta.
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