El regreso de intendentes disidentes al Frente para la Victoria no será algo fácil de procesar para varios armados distritales que venían hace meses, incluso años, diferenciándose políticamente de las gestiones comunales e impulsando candidatos propios.

Con los primeros arribos, las tropas locales lograron mantenerse al margen y contener el descontento ocasionado, ya que la llegada de los jefes municipales puede llegar a implicar la baja de varios postulantes o en el mejor de los casos internas en condiciones desfavorables para los "puros".Olavarría, Merlo, Almirante Brown y Pilar son algunos de los casos màs resosnantes en la provincia.

En lo que respecta a Olavarría, la reacción de los kirchneristas locales fue casi automática. "Nosotros no especulamos ni estamos yendo y viniendo de los espacios. Seguimos por nuestro camino, orgullosos de recorrerlo y aportar con hechos para nuestra ciudad. Ahora, si lo tenemos que enfrentar en una interna, lo haremos", fueron las palabras elegidas por Eduardo "Chino" Correa, principal armador del randazzismo en la ciudad, para definir la foto entre el ministro de Transporte, Florencio Randazzo y el intendente olavarriense.

Además sostuvo que el regreso de Eseverri representa una estrategia de “especulación política para ir por la reelección indefinida" y reafirmó la candidatura de Gonzalo Bagú para intendente de dicha ciudad.

En el caso de Pilar, los concejales Sebastián Pérez y Juan Luna rechazaron la vuelta del intendente Humberto Zúccaro y en un acto junto a varios dirigentes kirchneristas aseguraron que “le harán pagar el costo político”.

“Hay algo que no puedo obviar, el Frente para la Victoria en Pilar en esta semana ha tenido noticias nuevas y algunos compañeros sienten que el espacio está contaminado”, afirmó Pérez en referencia al retorno de Zúccaro.

Pesos pesados en Almirante Brown

Días atrás, el intendente de Almirante Brown, Daniel Bolettier selló su pase a las filas del sciolismo. Su llegada tiene que ver directamente con la decisión de la dirección del espacio, el diputado Darío Giustozzi, quien luego de alejarse del FR pareciera orientar su candidatura a la esfera municipal.

La situación aquí es por demás compleja si se tiene en cuenta que en el distrito el oficialismo viene impulsando candidatos con renombres de peso, como es el caso del Presidente del IPS provincial Mariano Cascallares o el randazzista y diputado bonaerense, Mariano San Pedro.

El primero de ellos, presidente del IPS bonarense, decidió no deponer su postulación y reafirmó el camino elegido. “Tenemos el desafío para que la Municipalidad vuelva a estar presente en los barrios. Conozco cada una de las necesidades de los vecinos y tenemos muchas ideas y proyectos para llevar a cabo”., sostuvo Cascallares, quien en su spot de campaña asegura que “vamos a militar y a trabajar más que nunca para acceder al Municipio de Almirante Brown y gestionar para todos los brownianos sin dejar nuestras convicciones en la puerta”.

En el caso de San Pedro, sus palabras sobre la gestión realizada por su futuro contrincante dentro del FpV (sea Giustozzi o Bolettier) fueron tajantes: "Creo que el gobierno mu-nicipal de Almirante Brown hoy en día no está ni siquiera prestando los servicios básicos a la comunidad, sobre todo a nuestras grandes barriadas, porque Almirante Brown tiene doce localidades con un montón de barrios". 

La situación de Merlo

Por otra parte, puede decirse que la bienvenida del FpV a Othacehe fue a medias. Su regreso no implicará la baja de candidaturas dentro del espacio, cuestión que el sciolismo le dejó bien en claro al “histórico” dirigente del conurbano.

El mismo día en que dicho intendente anunciaba su retorno al oficialismo junto al gobernador Scioli, el Jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, se mostraba con el precandidato sciolista en Merlo, Gustavo Menéndez, quien tendría luz verde para avanzar en la disputa que se abre con las PASO.

Ni siquiera el apoyo explícito de Othacehé a la precandidatura Scioli logró, hasta el momento, bloquear las postulaciones por fuera.