Dicen que no les parece necesario, aunque reconocen que hay quejas por la falta de participación. En la reunión que los radicales hicieron en Corrientes no invitaron a ninguna mujer
A esta altura de las cosas podría decirse que Martín Lousteau se comió un amague. Tal vez nadie le explicó que lo único que buscaba el radicalismo es una estrategia de posicionamiento frente a una gestión de Gobierno que no avala ni comprende, mientras crece la presión interna para despegarse de lo que podría configurarse como la antesala de un fracaso sin apelaciones. Sobre todo si se confirma que la inflación de febrero será del 3.9%, como circula en ámbitos de la coalición.
Parece que Lousteau había hablado con varios dirigentes radicales sobre la posibilidad de encarar unas PASO presidenciales y se ilusionó cuando se enteró que el gobernador de Mendoza y presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, esbozó esa posibilidad. "Por eso levantó la apuesta en el viaje a India y resultó que era de mentirita, y cuando se dio cuenta quería incendiar todo y hubo que contenerlo", explicó un viejo zorro del mundo radical a Infobae.
Esa misma fuente dijo que la dirigencia radical que se reunió en el Hotel de Turismo de Corrientes el lunes del carnaval sabe que no tiene posibilidad de apostar al fracaso del Gobierno, ni provocar la fractura partidaria o a una candidatura que no sea la de Mauricio Macri. "No nos une el amor por el Presidente, sino la convicción de que es más lo que perdería si ahora dejaran al PRO y a la Coalición Cívica, solos", para conformar las listas legislativas que deberán competir en las elecciones nacionales que, finalmente, es lo que está en juego en la fuerte disputa interna que está viviendo la centenaria agrupación.
En efecto, distintas voces dijeron que la reunión que se realizó en Corrientes fue para formalizar un proceso de contención de los díscolos, sin que se desmadre la discusión. "Como los socialistas franceses, tenemos el problema de que nuestra militancia es de izquierda pero nuestro electorado es de derecha, por eso a veces no sabemos muy bien dónde pararnos", comentó un hombre del interior, pero viajado.
Gerardo Morales, Gustavo Valdés, Alfredo Cornejo y Daniel Salvador en la reunión de Corrientes. (Prensa UCR Nacional)
Aunque también se trató de una previa a la convención nacional radical, que se realizaría en Jujuy, aún con fecha sin definir, seguramente entre abril y mayo. Es que debe realizarse con el tiempo suficiente para que confirmar la pertenencia a Cambiemos y diseñar un salto cualitativo en la construcción de la coalición, que incluya pero -también- supere la conformación de las listas. ¿Y si la situación económica lejos de mejorarse, se complica? "Dos meses es el larguísimo plazo en la Argentina, nadie sabe qué puede pasar", contestan.
El presente tampoco es sencillo. El pasado 19 de febrero se realizó en la Fundación Alem una reunión que convocó a más de 20 intelectuales "del espacio" a la que asistieron figuras como Jorge Ossona, Marcos Novaro, Ana María Mustapic, Gabriel Palumbo, Sabrina Ajmechet, Eduardo Zimmerman, Graciela Fernández Meijide, Luis Tonelli, Santiago Kovadloff y Marcos Aguinis, entre otros. Estuvo coordinada por Hernán Iglesias Illa, Iván Petrella y Jesús Rodríguez y el debate no estuvo exento de duras críticas al Gobierno, aunque fue considerado altamente positivo, ya que primó la decisión de acompañar el proceso que está liderando Macri. Sin embargo, no quisieron hacerla trascender a los medios.
"Cuando arrancamos decían que teníamos los días contados, que íbamos a durar menos que la Alianza, pero aún seguimos adelante, porque es la única opción que tiene la Argentina para salir definitivamente del populismo", comentó otro dirigente que no suele acallar las críticas, pero reconoce que el Gobierno no muestra ductilidad para convivir con las diferencias. Aunque agregó: "nosotros tampoco sabemos cómo dialogar con ellos, no la hacemos fácil".
Marcos Peña cerrará la asamblea del PRO que se realizará el próximo lunes. (foto Guille Llamos)
Crear un espacio de confianza entre las dos fuerzas políticas es un desafío que no estaría saliendo demasiado bien. Sin ir más lejos, el lunes próximo se reunirá en Parque Norte el consejo nacional del PRO que preside Humberto Schiavoni y que tiene a Francisco Quintana como secretario general, junto con la asamblea nacional del PRO que preside Federico Pinedo, y no está pensada la invitación especial para el radicalismo, ni ninguna de las demás fuerzas de la coalición. "No lo pensamos y no lo hacemos habitualmente, porque no nos parece que sea necesario", dijo un dirigente del PRO que, de todos modos, aceptó que en el radicalismo están quejosos.
También anticipó que la asamblea se incorporará la paridad de género para cargos partidarios, se aprobará un protocolo para la violencia política y se limitarán las reelecciones a un solo mandato para autoridades partidarias. También hablarán María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Rogelio Frigerio y cerraron el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Mientras tanto, no deja de llamar la atención que en las fotos de la reunión de Corrientes que la conducción de la UCR distribuyó en los medios no hubiera ninguna mujer. Más curioso, todavía, es que solo hayan sido convocados hombres al encuentro, los gobernadores de Jujuy, Corrientes y Mendoza, el vicegobernador de Buenos Aires Daniel Salvador, el fundador de Cambiemos Ernesto Sanz, el presidente del interbloque en el Senado Luis Naidefonoff, históricos como Enrique "Coti" Nosiglia, y referentes como José Cano, José Corral, Eduardo Costa, Ricardo Colombi.
Pero ninguna mujer, a pesar de que en la misma conducción nacional del partido las hay como Soledad Carrizo o Gabriela Burgos, por ejemplo. ¿La política todavía sigue siendo un asunto de hombres en la Argentina? ¿Tan difícil es incluir a una mujer en la mesa de decisiones? ¿O les parecerá un asunto menor?
Comentá la nota