El chaqueño Capitanich pidió interacción entre oficialismo y oposición. De Narváez, Macri y Stolbizer se mostraron afines al diálogo. Insaurralde eligió no asistir
La armonía en el Alvear duró poco. Se rompió después de que el titular de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian, abriera el Consejo con un panorama optimista. Se vislumbra un crecimiento sostenido, presagió un día después de que el Gobierno ordenara a LAN abandonar su predio en Aeroparque.
Acto seguido, Macri caminó al atril, palmeó al empresario y frente al micrófono pareció responderle. Los empresarios tienen que estar más comprometidos con lo público. Dispuestos a expresar su opinión, lanzó. El líder del PRO alabó su propia gestión y criticó al Gobierno. Tenemos que dejar de pelear y de dividir, reclamó.
El plato fuerte fue Scioli quien advirtió que este Gobierno tiene que terminar lo mejor posible. Su exposición se convirtió en el centro de las conversaciones en los pasillos del Alvear aunque el gobernador se retiró al instante. Para entonces ya había llegado Massa quien prefirió quedarse en el salón Azul reservado para expositores.
Tras el discurso de Scioli, muchos empresarios se retiraron y el eje se convirtió en los próximos dos años de kirchnerismo. El mandatario K Coqui Capitanich se comprometió por su parte a apoyar la gobernabilidad y dijo que era necesaria la interacción entre oficialismo y oposición. Luego dio paso al socialista Bonfatti.
La exposición del santafesino fue técnica pero dejó conclusiones generales: Para gobernar, considero prioritario el acuerdo a nivel nacional, provincial y municipal.
Los tres gobernadores mostraron buena sintonía y se sacaron fotos en el VIP.Cuando llegó el turno de los candidatos a diputados por la provincia de Buenos Aires, surgió el rumor de que el kirchnerista Martín Insaurralde llegaría al Alvear. Pero el intendente de Lomas de Zamora nunca llegó. Sus adversarios aprovecharon el atril. De Narváez expuso su acuerdo de compromisos básicos y reclamó unión nacional. Stolbizer fue más dura con el Gobierno. La líder del GEN opinó que la gobernabilidad es gobernar bien. El cierre fue de Massa, quien evitó a Scioli y en cambio saludó a Capitanich y a sus adversarios Stolbizer y De Narváez. El intendente de Tigre habló siempre del futuro y le respondió al kirchnerismo. Tenemos que salir de la lógica pendular de ajuste o inflación para llegar al desarrollo de la inversión, reclamó ante un auditorio que de repente volvió a llenarse.
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