Con la sesión del martes en juego, el PRO pone en duda su apoyo al oficialismo. Mientras que la oposición presiona para acorralar al Gobierno, este expone el futuro del Presupuesto 2025 como defensa. El dilema del PRO y el debate por los DNU
Por Daniela Romero
Las pocas -pero significativas- victorias legislativas del oficialismo requirieron de un arduo trabajo de negociación que consiguió construirle un número base a Javier Milei para esquivar las balas opositoras pero lejos está, por ahora, de poder marcar la agenda. Así y todo, ese piso no es estable y el vaivén de alianzas, a tan solo pocas semanas de que terminen las sesiones ordinarias, vuelve a abrir camino a la incertidumbre: el PRO no le garantiza el habitual respaldo para rechazar la reforma a los DNU y las dos Cámaras, a cargo de Martín Menem y Victoria Villarruel, se encuentran acorraladas por la oposición ante la amenaza de derogar otro DNU de Milei. Ante este escenario, el Ejecutivo se apoya en el acuerdo con los gobernadores y aprovecha para jugar la carta del Presupuesto 2025: esta semana dejará en evidencia qué tan valiosa es para los opositores.
En estos primeros diez meses de gobierno, el Presidente se encontró con que, tal como había previsto en campaña, el Congreso no le facilitó el camino de gestión. Sin números para avanzar sobre su anunciada reforma electoral -eliminación de las PASO, Ficha Limpia y eliminación de fondos a partidos políticos-, la privatización de Aerolíneas Argentinas, la Ley Hojarasca y las anunciadas “3.200 reformas estructurales” que tienen encajonadas, La Libertad Avanza tuvo que tomar una estrategia defensiva durante este primer año para blindarle vetos a Milei, mientras que sientan las bases para las elecciones 2025. En ese contexto, el presidente del PRO, Mauricio Macri, tuvo un rol clave, pero su insatisfacción con la retribución del Gobierno sigue alimentando el dilema de quién tiene más para ganar con esta alianza: LLA o el PRO.
La encrucijada del PRO
“Sin nuestro apoyo no podrían lograr nada", fijaron desde el espacio amarillo, en diálogo con BAE Negocios, tras una reunión con aliados en Casa Rosada. Lo que el PRO busca de esa mesa parlamentaria, esencialmente, es que se los tome en cuenta a la hora de tomar medidas que estén relacionadas con el Poder Legislativo, puesto que es ahí donde ellos terminan exponiéndose con votos: en ese sentido, aseguraron que ellos frenaron varias reformas que el Gobierno quiso llevar al Congreso, aunque no quisieron anticipar cuáles. Pero, además del gesto de impulsarlas en conjunto, también esperan que el oficialismo colabore con sus pedidos -como Ficha Limpia o su reclamo por el acceso a la información pública- y, por el momento, no hubo avances significativos, principalmente por la falta de apoyo de los otros sectores pero también porque los intereses del oficialismo se ven afectados, en menor o mayor medida.
“Sin nosotros desaparecen como fuerza política”, alegó desde la bancada violeta un alfil Karinista, tras el desacuerdo parlamentario con Macri que terminó por bajar el único DNU rechazado en la historia, desde la Ley del 2006: el que le asignó $100.000 millones a la Secretaría de Inteligencia (SIDE). Esta contraposición, bien marcada desde los integrantes de la mesa chica de Milei, es la que incomoda al expresidente a la hora de entablar el “noviazgo” con LLA. No solamente define a la secretaria de Presidencia, Karina Milei, sino que también en el asesor presidencial, Santiago Caputo; ambos arquitectos del “fenómeno" libertario. “Nosotros entendemos que ellos son Gobierno y ganaron las elecciones, pero no pueden pedirnos apoyo en todo sobre temas que no nos consultan antes”, se quejaba otra fuente macrista después de que se rebalsara el vaso con el Gobierno por intentar condicionar el aumento al presupuesto universitario con la eliminación de las PASO, sin avisarles.
Fue justo el día que amagaron con anunciarlo cuando también el Congreso dictaminó el proyecto que este martes irá al recinto: la reforma que limita la facultad legislativa del Presidente, con la modificación a la ley 26.122 de autoría de Cristina Fernández de Kirchner. El PRO pegó el portazo en la reunión de comisión, un día después de la reunión de bloque con Macri, en donde este les pidió a sus legisladores que sigan respaldando a Milei. Tenían pensado firmar el dictamen de rechazo con LLA, pero finalmente se abstuvieron de firmar y se retiraron. El mensaje fue claro, pero aún queda por definir qué van a votar: este lunes tendrán una reunión de bloque a las 19 para tomar una posición y, esta vez, se dará tras dos semanas sin mesa parlamentaria en Casa Rosada. Su posicionamiento queda dividido entre respaldar a Milei votando a favor de una ley de CFK o impulsar una reforma que ellos mismos quisieron impulsar en el pasado.
El margen de negociación
Con esta reforma sería significativamente más fácil para la oposición poder bloquear los DNU de Milei: no solamente que con el rechazo de una sola Cámara sería suficiente para derogarlo, sino que además buscan imponer un plazo de caducidad de 90 días corridos para que la vigencia de un DNU dependa de la aprobación del Congreso. Los votos, según el reclutamiento de los opositores, estarían de sobra para poder aprobarlo gracias a que incluyeron, además, el DNU que flexibiliza el canje de deuda, de especial interés para bajarlo por parte del kirchnerismo.
Los 99 de UxP que conduce Germán Martínez pidieron, como condición para acompañar la modificación de la ley de CFK, que se incluya el rechazo al DNU 846. Con Encuentro Federal, los radicales de Pablo Juliano (Democracia Para Siempre) y la Izquierda, bastaría con meter esos dos goles en Diputados. El PRO no puede salvarle el día a Milei ni con sus 37 votos negativos: sería posición de peso simbólico que recobrará valor si Milei tiene que vetar el proyecto ya que requerirá de sus héroes para blindarlo, otra vez.
Pero para sostener un DNU el Presidente no tiene voz ni voto: ahí es cuando entra de lleno el Presupuesto 2025. Tal como informó BAE Negocios, el oficialismo no se quiere dejar acorralar y amenazó con retirar el proyecto de Presupuesto si disparan con esas dos maniobras. En el Senado, la bancada de José Mayans también ve con buenos ojos abrir el recinto el jueves para rechazar el 846, aprovechando que la vicepresidenta Victoria Villarruel tenía pensado sesionar para avanzar con convenios internacionales.
En este contexto, la oposición no se inmutó y Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, no convenció a nadie con la carta del Presupuesto. “Sacarle la posibilidad al Gobierno de endeudarse sin autorización y limitar que gobiernen por DNU ayuda a que necesiten del Presupuesto, les conviene a los gobernadores”, sostienen de la bancada de Miguel Ángel Pichetto (EF); sin embargo, del oficialismo advierten sobre que ni el mismo Pichetto ni los diputados que responden a los intereses provinciales firmaron la convocatoria. El martes a las 15 se dejará entrever, finalmente, qué es lo que realmente pesa más en la balanza. Es clave, además, que, con solo tres semanas de sesiones ordinarias, la oposición está contrarreloj para poder fijar estas dos medidas, puesto que necesitan sí o sí del aval del Senado.
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