Ayer, tanto Walter Ceballos, precandidato a diputado nacional por la lista UNEN, como Horacio Quevedo, presidente de la Unión Cívica Radical en San Luis, confirmaron que, tras una intervención del Juzgado Federal de la provincia y del Ministerio del Interior, se ha otorgado un nuevo código de usuario y una nueva clave a la junta electoral del Frente Progresista Cívico y Social, para distribuir equitativamente los espacios publicitarios otorgados por la Nación entre todos los precandidatos a diputado nacional.
Gente de Unidad Progresista alega que supusieron que el resto de los precandidatos estaban al tanto del trámite que había que hacer y de los plazos perentorios. Al ver que las demás listas no utilizaron sus espacios publicitarios, decidieron hacerlo ellos.
“Aquí se ha cometido, primero, una vulneración de derechos. Tres de las cuatro listas nos quedamos sin la posibilidad de difundir nuestras ideas. Por el otro lado, alguien se robó las claves, y esto es un delito que además de ser electoral, puede llegar a constituirse en uno penal y federal, porque ha habido una usurpación de espacios de bienes que son públicos”, denunció, en declaraciones a radio Universidad, el precandidato Walter Ceballos, claramente enojado por el malentendido.
“El día viernes hicieron la denuncia. El sábado, el juez Federal ordenó el reseteo de todo lo que se había cargado o mal cargado, le corrió vistas al fiscal federal y hoy a la mañana va a proveer, en una gestión conjunta con el Ministerio del Interior, un nuevo código de usuario y una nueva clave. La junta electoral del Frente Progresista Cívico y Social deberá sortear los nuevos espacios. Y después el fiscal federal seguirá la investigación para ver la posible comisión de delitos electorales”, concluyó Ceballos.
Por su parte, Néstor Nóbile, apoderado del sector de Riccardo, explicó que, desde el Comité Nacional del radicalismo, le pasaron la clave a Cacace, quien supo ser presidente de la UCR de San Luis, y a la junta electoral del FPCyS. “Asumimos la responsabilidad de haber actuado apresuradamente y con desconocimiento, pero no se buscó perjudicar a nadie”, comentó Nobile, destacando a su vez que él mismo notificó del error a Quevedo, a los apoderados de las demás listas y a los medios a los que se habían enviado los spots publicitarios.
Finalmente, el presidente de la UCR destacó que “el incidente fue superado con el acuerdo de todas las listas, pero insistió en que la clave nunca le fue suministrada a la junta electoral del FPCyS. “Ha sido superado por la decisión de la propia secretaría electoral, que ha dispuesto un nuevo espacio, con una nueva clave, intimando a la junta electoral del Frente Progresista Cívico y Social, a efectos de que haga la distribución”, fue el broche que Quevedo le puso al escándalo.
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