Luego de la propuesta, la polémica. Ayer, en la primera sesión del Senado tras el receso, ingresaron los pliegos de las cuatro mujeres que propuso el gobernador, Alfredo Cornejo, para lugares clave y que deberán recibir la ratificación de la cámara alta.

De las cuatro candidatas, hay una que tiene más observaciones y que el PJ no dudó en advertir que pondrán la lupa sobre ella.

Se trata de Liliana Muñoz, propuesta para ser vocal del Tribunal de Cuentas, órgano constitucional que tiene la función de controlar el dinero que entra y sale de las reparticiones públicas, como el manejo que de él hacen los funcionarios. 

El principal cuestionamiento que hacen a la candidata es que parte de su familia trabaja en diferentes reparticiones del Estado, a las que debería controlar.

“No nos parece ético, uno no se puede auditar a sí mismo. Si sacamos el total de lo que no podría hacer, prácticamente el 60% de las reparticiones no podrían ser auditadas por ella, porque debería inhibirse”, señaló Patricia Fadel, presidente del bloque del PJ en el Senado. 

Según expuso la legisladora y publicó el portal Mdz, el esposo de Muñoz, Mario Lázaro, se desempeña como tesorero de Pro Mendoza, mientras que su hijo, Diego Lázaro, está en el área financiera del Ministerio de Seguridad y su hija es administradora del sistema de calidad del Tribunal de Cuentas.

A esto, se suma que el último cargo de la propia candidata es el de directora de Administración y Control de Salud. “Ella va a tener revisar su gestión para atrás, por lo que también debería inhibirse”, objetó Fadel.

Al entramado familiar se suman otros parentescos: la nuera de la candidata se desempeña en el Ministerio de Infraestructura, mientras que una sobrina es arquitecta en el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deporte.

Por su parte, en el oficialismo replicaron los argumentos con los que Cornejo presentó a su candidata. Destacaron que, durante 29 años, Muñoz se desempeñó en diferentes funciones gerenciales y de control, con responsabilidad ante el Tribunal de Cuentas. La mujer fue colaboradora del hoy gobernador durante sus dos mandatos como intendente de Godoy Cruz.

En análisis

Con este cuestionamiento, que ayer  tuvo un primer eco en la Legislatura, la oposición comenzó a elaborar sus reparos que, luego, se traducirán en objeciones y posibles votos negativos, algo que aún no se animan a anticipar.

Junto con el pliego de Muñoz, ayer también ingresó el de Mariana Silvestri, propuesta para ser defensora oficial, y el de dos postulantes para juezas: Marcela Ruiz Díaz y María Paula Calafell.

El próximo paso serán las audiencias públicas, espacio en el que se escuchan los apoyos y rechazos a las postulantes, aunque las conclusiones no son vinculantes.

Luego, viene la votación, en la que cada senador vota de manera secreta si quiere que la candidata en análisis sea ratificada o no en el cargo para el que que la propuso el Gobernador.

La audiencia pública de Muñoz será dentro de un mes, el 7 de marzo. 

Camerucci, jefe de bloque

En la primera sesión del año del Senado, se llenaron los espacio vacíos que dejó la salida de Claudia Najul, actual ministro de Salud, Desarrollo Social y Deporte. En su lugar, ayer juró Verónica Basabe, cuyos orígenes políticos están atados a la familia Narváez, de Guaymallén.

Precisamente, su tío es el actual concejal Juan Narváez, y su primo hermano es el diputado Pablo Narváez, quien la acompañó ayer en la jura.

Por otro lado, la salida de Najul obligó a pensar en un nuevo presidente de bloque de la UCR en el Senado. Ayer se decidió que Armando Camerucci, quien era vicepresidente y tenía aspiraciones de subir un lugar más, sea nuevamente jefe.

La nueva autoridad no es del riñón cornejista, sino de Enrique Vaquié. El vice ahora es Jorge Palero, un senador que proviene de Godoy Ctuz y que también quería ser autoridad de bloque.