El Municipio licitará el servicio de recolección de residuos y barrido de calles, a cargo de la empresa Cotreco hasta julio. Los concejales del bloque de la UCR comenzaron a analizar un primer borrador. Impulsarían la posibilidad que parte del barrido manual quede a cargo del Municipio con personal propio, y se debatirá el costo general.
En los próximos días comenzará una discusión crucial en el Concejo Deliberante, sobre el futuro del servicio de recolección residuos y barrido de calles.
En julio vence la prórroga de un año firmada en 2020 por el Ejecutivo municipal sobre el contrato con la empresa Cotreco, dentro de la cual se logró congelar el precio por ese período.
En ese contexto, los concejales del bloque oficialista ya comenzaron a analizar un borrador de la futura licitación del servicio, que deberá estar lista en pocas semanas.
Los primeros trascendidos indican que entre los ediles encabezados por Rafael Prado, predominan varias ideas que serían incorporadas al proyecto, como la separación en origen de los residuos domiciliarios y su recolección diferenciada y que el barrido de calles y cordones cuneta, pueda quedar a cargo del propio Municipio, para ejecutarlo con personal propio. Quizá sea este uno de los puntos más controversiales y que más oposición genere en el gremio Surrbac, que sostiene que todo el personal de la actividad debe estar contemplado dentro del convenio colectivo de los recolectores. “Pero estimamos que puede ser un tema de negociación”, dijo una fuente del bloque. Una de las deficiencias más notables del servicio es la escasez de barrido manual y la inexistencia de barrido mecánico. Si ese trabajo queda a cargo del Municipio, los costos pueden abaratarse sustancialmente. De todos modos, la cantidad de personal afectado para la nueva licitación, será también un punto de debate, como lo será el avance ecológico de la nueva prestación para adecuarlas al reciclado. El personal constituye uno de los costos más gravitantes de la concesión.
Costo general
La fuente del Concejo señaló además que se prestará especial atención a la fórmula de reajuste del precio. Hasta julio el Municipio paga 15.324.000 pesos, que es el monto mensual congelado hace un año, logrado tras una negociación del intendente Marcos Ferrer con la empresa en un contexto complicado por la pandemia.
Todos los cambios, sin embargo, estarán sujetos a su impacto en los costos. En ese momento, el Municipio calculó que el ahorro al finalizar el nuevo contrato sería de unos 7 millones de pesos.
El temor es que el aumento futuro sea sustancial. Ciudades de la misma envergadura de Río Tercero pagan prácticamente el doble con redeterminaciones.
“Es un servicio bueno y el plus que le vamos a agregar lo mejorará. Si se mantiene una buena frecuencia, se crea un programa de separación de la basura en origen, se crean algunos puntos verdes en la ciudad y mejoramos el barrido, la discusión estará encaminada. Además con la licitación abierta donde se puedan presentar todos”, profundizó la misma fuente.
“Creo que la pelea que tenemos que dar, es poder barrer nosotros”, aportó un allegado al bloque, tras considerar que el servicio de barrido en sí por convenio específico, “es muy caro”.
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