Año a año la humanidad genera toneladas de residuos de todo tipo que tienen un gran impacto negativo en el medioambiente y en los seres vivos que habitan este planeta. A lo que cada uno como individuo puede generar en sus hogares se le suman los de la industria textil, las grandes empresas, centros de salud, veterinarias, entre otros.

Estos son denominados residuos peligrosos y patológicos, que a diferencia de los domiciliarios requieren de una diferenciación y tratamiento especiales. En el país y en la provincia hay leyes y ordenanzas que tienen como función que esto se cumpla.

Así, se entiende por residuo peligroso a aquellos de origen domiciliario o asimilables que puedan causar daño directa o indirectamente a seres vivos, o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general, como por ejemplo la pilas, las baterías, el aceite.

Mientras que los residuos patológicos son aquellos que resultan de la atención médica prestada en hospitales, centros médicos y clínicas para salud humana y animal; así como  desechos resultantes de la producción y preparación de productos farmacéuticos y/o todo otro centro especializado que manipule material biológico y/o no biológico susceptibles de contaminar seriamente el medioambiente y/o acarrear trastornos para la salud de la población. 

En Posadas cada mes se sacan entre 100 y 170 kilos de estos desechos, los datos son correspondientes de la Municipalidad local, pero el número es bastante mayor ya que la recolección de lo que producen los grandes centros de salud está a cargo de la empresa privada Aesa. Desde la creación el año pasado de la implementación del Programa de Gestión de Residuos Patológicos se sacaron 1.800 kilos.

“En lo que son patológicos no vamos a comparar la curación que podemos hacer en la casa con una venda con lo que se genera desde una clínica en la que la actividad del profesional está generando eso. Lo que generamos en el hogar no se considera peligroso, si lo que se genera en clínicas, en consultorios, en veterinarias, funerarias donde la actividad está generando constantemente gran cantidad de ese residuo”, sostuvo a El Territorio Jimena Mieres, a cargo de la Dirección de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos.

Cada generador está obligado a tratar su residuo patológico adecuadamente según la normativa, indicó Mieres, dependiendo del tipo tiene su tratamiento específico. 

“Acá en Posadas, en Misiones tenemos el tratador y el operador que es la empresa Aesa Misiones, ellos están habilitados en la provincia y son los que recolectan en todos los grandes centros de salud y trasladan al relleno sanitario que está en Fachinal”, señaló.

En lo que respecta a los pequeños generadores, explicó, deben inscribirse al programa municipal que se hace personalmente en las oficinas ubicadas en  Lavalle 3626 de 8 a 12. Las consultas al correo dgrvip.mp@gmail.com.

“Tenemos rutas fijas de recolección los días martes y viernes. Tratamos de hacer rutas en base a los días, conveniencia y los horarios de cada generador. La frecuencia de recolección para cada generador va a variar según su necesidad. Por ejemplo, un odontólogo necesita una vez por semana o cada dos, entonces eso lo convenimos con cada un”, detalló.

Bolsas y camiones especiales

Los camiones para la recolección y transporte de estos desechos no son como los que recogen la basura domiciliaria, sino que están preparados y el personal que los manipula está capacitado para hacerlo. Se hace puerta a puerta y entrega en mano, las bolsas no pueden estar en la vía pública, “pesamos la bolsa y hacemos un remito cada vez que se retira una”.

Se traslada a un centro de transferencia donde la empresa Aesa continúa con lo demás. “Desde esa planta de transferencia que está en Posadas, ellos trasladan a Fachinal. Pasan primero por un autoclave (esterilizador a vapor), que es un tratamiento a altas temperaturas para sacar esta característica de peligrosidad a estos residuos y pueden ser enterrados en el relleno sanitario como un residuo más, porque ya perdió esa esa peligrosidad”, explicó.

Estos desechos, vale aclarar, no pueden ser guardados ni transportados en bolsas comunes, se usan unas reglamentarias, son más gruesas, de 120 micrones y rojas. Tienen un costo de entre $5.000 y $7.000 cada una, aunque hay combos que resultan más económicos. 

“Nos ha pasado que con la implementación del cobro de la bolsa ha disminuido en gran cantidad la recolección y para nosotros es importante que el generador entienda que está obligado por ordenanzas y leyes provinciales y nacionales a gestionar adecuadamente. Hay que evitar accidentes, evitar que estos residuos lleguen a la calle y la sociedad pueda estar expuesta a este tipo de residuos. No sabemos qué tipo de carga viral puede tener, cómo puede dañar a animales, al ambiente”, resaló.

Sobre cómo se hace el control y se sabe que se cumple con las ordenanzas y leyes, comentó: “Cuando se hace una inspección a esos lugares se ve también cómo disponen los residuos y deben demostrar que están segregando correctamente sus residuos dentro del local, es decir, van a tener que tener su bolsa roja separada de la bolsa de los recibos domiciliarios comunes”.

Reutilización del aceite

Tanto en las casas como en los grandes locales gastronómicos el aceite usado es un problema con el que no se sabe qué hacer. Para lo domiciliario se puede llevar a centros de recolección, mientras que de los otros en la ciudad hay dos empresas que están habilitadas para su tratamiento y reutilización, Intacto Welty, que tiene su planta en el Parque Industrial y Reba Ambiental. 

“Reutilizan para elaborar, por ejemplo, briquetas, jabones y hace poquito incluso se formó un cluster a nivel provincial de los operadores de Misiones de aceite vegetal, son tres empresas. Están utilizando como materia prima para sus productos un desecho especial que contamina mucho. Es importante que cada generador gastronómico separe, almacene y se contacte con estas personas que están recolectando acá en Posadas de manera gratuita el aceite”, destacó.