La crisis global agarra a la Argentina con una política de atraso cambiario y apertura comercial que demora el acuerdo salvador con el FMI. El BCRA perdió otros USD328 M por la devaluación del yuan y las reservas perforaron los USD25.000 M por primera vez desde enero del 2024
Por Mariano Cuparo Ortiz
Lunes negro en el mundo y en la Argentina: las reservas brutas del BCRA cayeron otros USD328 millones por la devaluación del yuan, pagos de deuda e intervención de la autoridad monetaria para sostener el crawling peg del 1%. Con las bolsas del mundo en pleno derrumbe, el caso local tiene su propia fragilidad por la apertura comercial y el atraso cambiario. Además, hubo un salto del 3,8% en el riesgo país, que llegó a los 960 puntos y se acercó más a los 1.000 puntos, lo que deja al Gobierno virtualmente sin chances de lograr su plan de pagar los vencimientos de julio con un renovado acceso a los mercados de deuda. Además saltó el dólar financiero, el MEP cerró en $1.370 y la brecha llegó al 25%. El Merval cayó un 5,3% medido en dólares y lleva una baja del 28,3% en el año.
Las reservas brutas perforaron por primera vez desde enero del 2024 los USD25.000 millones. Llegaron ahora a USD24.791 M por el efecto de la guerra comercial iniciada por EE.UU., que derivo en una respuesta desde China vía devaluación del yuan. Eso explicó, según fuentes del BCRA, una caída de USD200 M en las reservas brutas este lunes. A eso se le sumaron pagos de deuda y la intervención en el dólar del viernes pasado, por USD31 millones, que se computan con un día de rezago. Vale destacar que este lunes el BCRA vendió otros USD35 M. La pérdida de reservas, por una cuenta corriente cambiaria en rojo a causa del atraso cambiario desde hace nueve meses, pero ahora sin dólares financieros que compensen al menos hasta que el FMI libere un desembolso, es el problema clave que enfrenta el Gobierno.
En cuanto al FMI, se acerca la meta que el Gobierno había señalado como estimativa, es decir mediados de abril, para lograr un staff level agreement, que el Directorio debería aprobar luego, lo que suele tomar algunas semanas extra. El viernes pasado, informó la agencia Bloomberg, hubo una reunión del Directorio en la que no hubo acuerdo acerca del monto del primer desembolso.
El gran inconveniente es que, en medio de la suba de aranceles de EE.UU., que en términos prácticos funcionó como una devaluación, lo que generará inflación y estancamiento en ese país, y de la esperada respuesta en esa misma línea del resto del mundo, Argentina presenta una política de apertura comercial y tipo de cambio fijo y atrasándose en el 1% mensual. El FMI, se estima, exigirá revertir algo de la política cambiaria para que el BCRA deje de perder reservas.
Aunque el presidente Javier Milei celebró en X porque la crisis global encontró al país con superávit fiscal, lo cierto es que una parte del ajuste no se hizo: el rojo de cuenta corriente externa lleva nueve meses consecutivos de ocurrencia y por eso en lo que va del año el BCRA perdió reservas brutas por USD6.733 millones. Ese drenaje constante, que en su momento logró ser financiado con el dinero del blanqueo ahora necesita ser apuntalado por un fuerte desembolso del FMI. En todo caso, no hay equilibrio en la macro.
Brasil y China, los principales socios comerciales del país, ya devaluaron en los últimos días. Se trata de una movida esperable. La suba de aranceles de EE.UU. afecta a la competitividad de sus socios comerciales, que buscan recuperarla con medidas idénticas o con devaluaciones de su moneda, lo que promete generar estanflación a nivel global. Para la Argentina, que sus dos principales socios comerciales devalúen es un mazazo en plena negociación con el FMI: el ITCRM con el país vecino, medido por el BCRA, está en 74,1 puntos. Estaba en 75,5 puntos (o sea, hoy es menos competitivo) que cuando el Gobierno actual decidió que había que devaluar, a pocos días de su asunción. El ITCRM con China está en 71,1 puntos. No llega a los 65,8 puntos del día en el que el Gobierno decidió la megadevaluación del 54%, pero si al nivel del viernes anterior, cuando estaba en 71,4 puntos.
Desde PxQ señalaron: "Ante el shock internacional disparado por Trump, la apertura comercial en la que avanzó el Gobierno va a contramano. Abrirse en un mundo que se cierra es una pésima estrategia. Apreciarse en el marco de una guerra de monedas, ni hablar".
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