Luego de presentar a Daredevil y Jessica Jones, dos personajes provenientes de las viñetas de Marvel Comics en la pantalla de Netflix, llego el momento para que Luke Cage extienda hacia el Harlem el mapa de vigilantes urbanos de New York.
Escrito por Javier Califano
Mientras los Avengers enfrentan amenazas extradimensionales que se las toman contra el planeta, estos (anti)héroes intervienen en situaciones más ásperas y terrenales como la corrupción o el crimen organizado.
Luke Cage es una coproducción de Marvel Studios y Netflix que combina el mundo de los superhéroes y un tributo a la cultura afroamericana desde una narrativa desbordada de intenciones por promulgar un recorte pseudo-realista a modo de crítica social. Durante la primera etapa de esta temporada inicial se exhibe la intención por despegarse -con aciertos y errores – de ciertos lugares comunes en los clásicos tropos del genero de superhéroes, evitando hacer del Harlem el escenario de una contienda entre héroes y villanos.
La serie está inspirada en las viñetas del comic Luke Cage, Hero for Hire #1 (1972), creado por escritor Archie Goodwin y el artista John Romita Sr. Aquel resulto un comic elaborado en consonancia al paradigma Blaxploitation en la cultura pop de la década del setenta.
Como todo personaje Marvelita, Luke Cage obtuvo sus poderes mediante un fallido experimento científico. Encarcelado por un crimen que no cometió, Carl Lucas recibe la tentadora oferta de contar con una libertad condicional a cambio de someterse como sujeto de pruebas de un laboratorio científico que funcionaba en secreto dentro en las instalaciones de la prisión. Aquellos estudios investigaban la regeneración celular para el aumento de capacidades en los soldados, pero el experimento fue saboteado causando la total destrucción del laboratorio. No obstante, el accidente le otorgaría a Carl Lucas fuerza sobrehumana e invulnerabilidad, todo lo necesario para facilitar su escape desde las ruinas del pabellón. Una vez en libertad y contando con asombrosos poderes, Carl Lucas se daría a conocer al mundo como Luke Cage.
Si bien la serie adapta los orígenes del personaje a una impronta más dramática, lo cierto es que Luke Cage será un hombre en conflicto con sus capacidades extraordinarias. Se trata de un taciturno personaje que vive al día y mantiene dos empleos para poder pagar el alquiler, a diferencia de muchos superhéroes que cuentan con una doble identidad y amplio patrimonio. Claro que al momento que los conflictos entre las bandas criminales del Harlem alcancen un punto de extrema violencia, Luke Cage dejará de vivir en el anonimato erigiéndose como un gladiador de barrio. Un (anti)héroe que encuentra su fortaleza en la unión de los ciudadanos de Harlem resistiendo a los turbios negociados de la política y el crimen organizado.
Es necesario destacar la correcta utilización de la música -blues, rap, hip-hop, jazz y soul- dispuesta de modo diegético y no diegético, resultando un elemento preponderante que se hace omnipresente y parte esencial del distintivo pulso narrativo de la serie.
El peso del protagónico de Luke Cage recae en Mike Colter, fornido actor que consigue plasmar la dicotomía de un hombre que, por casualidad o destino, se encuentra en conflicto con sus habilidades sobrehumanas, develando sus dudas, temores y remordimientos implícitos en contraste con una enorme nobleza de espíritu.
Un héroe se define por los villanos que enfrenta: es el caso de Cornell Stokes/Cotton Mouth, un jefe del crimen organizado de Harlem, alimentado por la frustración y el resentimiento en una muy interesante labor de Mahershala Ali (House of cards), quien concede al personaje una inmensa angustia manifiesta. CottonMouth no tiene la amenazante presencia de Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio) en Daredevil, pero es un competente adversario que realmente puede hacer frente a un todopoderoso como Luke Cage.
Otro de los interesantes personajes que se dan cita en oposición al protagonista es Mariah Stokes (Alfre Woodard) una corrupta figura política del Harlem que desmorona los cimientos de su cordura ante la contienda territorial de dos machos alfa como Luke Cage y su primo Cornell Stokes/Cotton Mouth. Claro que los villanos siempre fueron secundados por un hampón de ocasión, en esta oportunidad Theo Rossi (Sons of Anarchy) interpreta a Shades, un criminal de actitud fría y analítica que opera en nombre de Diamondback, alguien que moverá las piezas de forma discreta hasta darse a conocer en la –desafortunada- progresión de la serie.
Entre los aliados de Luke Cage se encuentra Misty Knight (Simone Missick), una versión reformulada como una detective de turno con algunos cambios respecto a su versión del mundo del comics. En tanto, Rosario Dawson interpreta una vez más a la enfermera Claire Temple, grato personaje con la profundidad y sensibilidad necesaria para acompañar y socorrer a los (anti) héroes de Marvel/Netflix.
Como producto, Luke Cage lamentablemente prescinde de su premisa inicial que insinuaba una suerte de crítica social de una Norteamérica en crisis. La serie contaba la inmensa oportunidad de ofrecer una lectura diferente de aquello que representa ser un héroe y sobre todo, un héroe negro, que correspondiese como el catalizador de toda una comunidad.
En su desarrollo como personaje Luke Cage pone musculo y sentimiento para ser la inspiración de un barrio como el héroe que la buena gente de Harlem necesita, en ocasiones pega y en otras pronuncia un cálido discurso que celebra la cultura negra estadounidense. En esta instancia se hacen evidentes algunos diálogos reiterativos que dan cita a los grandes hombres y referentes afroamericanos de la comunidad y la historia caso de Malcolm X, Martin Luther King o escritores como Donald Goines y Walter Mosley, algo que detona un encapsulando discurso de forzada solemnidad atentando contra la fluidez de la trama.
Es necesario advertir que, luego del séptimo episodio de su primera temporada, Luke Cage carece de la chispa y originalidad que ofreció hasta entonces, en tanto el contexto que en principio fue una de las virtudes de la serie se torna confuso e inconsistente hacia el final reflejando el agotamiento de sus personajes incapaces de sostener su dinámica en situaciones redundantes.
Como conclusión, tanto en Luke Cage como en la segunda temporada deDaredevil y en Jessica Jones, se hacen evidentes serios contratiempos narrativos que ponen de manifiesto la necesidad de Marvel Studios y Netflix por replantear la extensión de trece episodios en sus producciones.
La primera temporada de Luke Cage cuenta con 13 episodios, de aproximadamente 50 minutos cada uno. Se puede ver vía Netflix.
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