Rescataron a un anciano, con claros signos de desnutrición y deshidratación, luego de encontrarlo atado y amordazado en su casa, desnudo, cubierto con mantas. La policía investiga a los familiares que lo tenían a su cargo.

Hacía varios días que no lo veían, comenzaron a preocuparse y sábado un grupo de vecinos denunció en la Comisaría séptima de Bernal Oeste la desaparición de Gustavo Viedma, un hombre de 75 años, que desde hacía varias jornadas no respondía a los golpes a la puerta de su casa ni llamados telefónicos.

La preocupación era creciente porque todos coincidían en que el estado de salud del anciano era delicado.

Efectivos de la seccional realizaron un operativo en la vivienda de la calle 173 entre Pilcomayo y Neuquén, junto al grupo de vecinos que aportaron tal noticia.En el lugar, accedieron a la morada y se encontraron con lo que calificaron como "una escena dantesca", el anciano se hallaba tapado de pies a cabeza con una manta cubierta totalmente con un hule transparente, y al destaparlo, se visualizó que se hallaba totalmente desnudo, solo contando con un pañal para adultos colocado, que estaba sostenido con cinta de embalar color marrón. 

El hombre se encontraba con su mano izquierda atada al cabezal de la cama, como si estuviera estaqueado, mediante la utilización de lo que se conoce comúnmente como medibacha de mujer de color negro, y cuya mano estaba cubierta por una media, la cual a la vez estaba encintada muy fuertemente con cinta de embalaje, lo que hacía que no pudiera movilizar los dedos; su otra mano estaba en semejante situación pero maniatado sobre el larguero de la cama de madera de pino y de igual manera con una media de una tela del tipo toalla y por sobre esta cinta de embalaje fuertemente ajustada; y a su vez estaba amordazado con otra media anudada en la nuca. Los efectivos liberaron al anciano mediante la utilización de un cuchillo serrado y de la mordaza, cubriéndolo con mantas de abrigo y cediéndole en forma urgente agua y comida.

Una ambulancia del CREM trasladó al sujeto al Hospital Zonal de Agudos Isidoro Iriarte de Quilmes, por encontrarlo, en efecto, desnutrido y deshidratado y en un estado general notoriamente descompensado; vislumbrándose lesiones de antigua data, compatibles con ataduras en ambos miembros superiores y lesiones en sus miembros inferiores.

La policía presume que podría quedar reflejado que el anciano se encontraba en tales condiciones, ya que algún familiar querría apropiarse de la morada de la víctima, por lo que se habría originado el aberrante episodio. Asimismo, la investigación arrojó la presencia de sobrina de la víctima que, supuestamente, se encargaba de cuidarlo y que vivía a pocas cuadras del lugar. La fiscal en turno dispuso la imputación por Abandono de persona a la sobrina del anciano, asimismo una serie de diligencias procesales, entre ellas un amplio reconocimiento médico legal.