El encuentro que mantuvieron el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y el titular de una de las CGTs Hugo Moyano, parece haber caído como una bomba en el Gobierno. Por eso, en una suerte de pinzamiento hacia la oposición y una represalia al líder del PRO, el ministerio del Interior decidió una intervención administrativa por 90 días del ferrocarril Belgrano Cargas, hoy principalmente en manos del grupo económico que comanda Franco Macri, padre de Mauricio.

Tal como señala el diario Clarín, El ministerio de Interior y Transporte que comanda Florencio Randazzo prevé desplazar en los próximos días a la gerenciadora privada-sindical que maneja el ferrocarril desde 2006. La Política Online pudo averiguar que en rigor se trata de una intervención por 3 meses.

Actualmente, la línea de cargas más importante del país es administrada por un consorcio integrado por el Grupo Macri, Roggio, Emepa y los sindicatos de La Fraternidad, Unión Ferroviaria y Camioneros aunque la mayor parte de las acciones las tiene Franco Macri.

De todos modos, según señala Clarín, el Gobierno podría rescindir el contrato de operación vigente y así el manejo del ferrocarril quedaría a cargo de la compañía estatal SOFSE que conduce Guillermo Cháves, cuñado del ex gobernador bonaerense, Felipe Solá y hombre de confianza de Randazzo.

Dentro de la SOFSE, ya se armó un equipo encabezado por Alfredo Cargniello (un ex directivo de la privada Ferrovías que maneja la gerencia general) para operar el Belgrano Cargas, una vez que se concrete el desembarco oficial. Fuentes ferroviarias dijeron a LPO que la elección de Cargniello no implica un posicionamiento de Ferrovías porque ya nada tiene que ver con la empresa.

Como sea, la decisión de intervenir el Belgrano Cargas llega justo horas después de la foto entre Mauricio Macri y Moyano. En el Gobierno están convencidos de que Franco Macri ya no es aquel empresario dialoguista con el cual se podían cerrar tratos comerciales sino que ahora directamente lo ubican en el bando de la oposición.

Es más, según la crónica de Clarín el pacto Mauricio-Moyano se gestó en la casa de Franco en Barrio Parque, en junio pasado.

Además, la intervención, lógicamente, también es un golpe a Moyano que manejaba el 6,6% de las acciones a través de Camioneros y que en algún momento –cuando era amigo de Néstor Kirchner- aspiraba a tener el control mayoritario del Belgrano Cargas. Por aquellos años muchos se preguntaban cómo el líder del transporte terrestre podría favorecer el desarrollo del ferrocarril.