Inicialmente su operatividad fue confiada a la Fundación Olivia, pero los trabajos de separación de residuos urbanos tales como cartones, plásticos, vidrios y metales, solo duraron pocos años ya que se sucedieron numerosos conflictos laborales y las autoridades políticas se fueron desentendiendo de lo atinente a cuestiones ambientales.

En noviembre de 2019 se registró un incendio, del cual quedaron sospechas de intencionalidad y el fuego alimentado por fardos de cartones destruyó rodillos, cintas transportadoras, el motor y un tablero de mando (además de un pequeño tractor), quedando solo en pie la estructura metálica.

Ahora la nueva gestión municipal, en el marco del Plan Federal de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto, decidió recuperarla y para ello contrató el servicio de una empresa local (Metalúrgica Santa Cruz), cuyo operarios comenzaron esta semana a desarmarla.

El jefe del área de deposición de los residuos urbanos, Fernando Montenegro, dijo a El Patagónico que una vez desarmadas las vigas, éstas serán recuperadas mediante un proceso de arenado y además se acondicionará el techo del galpón.

“Se procurará recuperar todo el material posible y luego vendrá una tarea de pintado colocación del rodamiento, motor y tablero nuevo” indicó Montenegro, quien además reveló que las autoridades municipales prevén que la planta de tratamiento de residuos urbanos vuelva a estar funcionando el 20 de Noviembre, cuando se cumpla un nuevo aniversario de la ciudad.

Destacó que este equipamiento permite que se recuperen materiales para ser enviados a fábricas de reciclado y además reduce en casi un 50 % los desechos que van al sector del relleno sanitario.