El ex guerrillero, Héctor Béjar, duró solo 19 días en el cargo tras afirmar que la Marina "inició el terrorismo" y metió infiltrados en las protestas.
El gobierno de Pedro Castillo sufrió su primera baja en el gabinete. En medio de la presión judicial sobre el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, su hermano y jefa de la bancada, Waldemar, y el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, el gabinete peruano perdió al canciller, Héctor Béjar.
Su salida se produjo luego de una polémicas declaraciones contra la Marina que provocaron el enojo de la institución militar y el repudio de la mayoría de los partidos del Congreso.
Durante un foro virtual en noviembre del año pasado, donde abordó las protestas contra el efímero gobierno de Manuel Merino (que reemplazó por menos de una semanas a Martín Vizcarra luego de impulsar su destitución) Béjar afirmó que hubo agentes de inteligencia "metidos en las barras bravas" que salieron a las calles a marchar, con el objetivo de "justificar la represión".
En el relato agregó que esta práctica es "antiquísima" y que el Ejército y Marina son especialistas en este tipo de acciones. En ese marco, dijo que la Marina inició el terrorismo en el Perú y que ello "se puede demostrar históricamente", porque "han sido entrenados para eso por la CIA".
Incluso, el ex ministro de Relaciones Exteriores sostuvo que fueron francotiradores, enviados por la administración del ex presidente Alejandro Toledo, los que mataron a cuatro policías durante la toma de la comisaría de Andahuaylas en el 2005, hecho por el que fue detenido el nacionalista de derecha Antauro Humala.
La Marina, a través de un comunicado, consideró que las palabras de Béjar constituyen "una afrenta" contra los hombres y mujeres que lucharon contra la delincuencia terrorista, y contra las viudas, huérfanos y deudos de las víctimas de "esta execrable acción". Y recordó que su personal actualmente "lucha incansablemente" en el Vraem, donde operan el narcotráfico y los remanentes de Sendero Luminoso.
Además, subrayó que las afirmaciones del canciller "pretenden distorsionar" la historia de la "pacificación nacional".
La presión sobre el presidente se hizo sentir y el propio ministro de Defensa, Walter Ayala , aseguró que tuvo una charla con Castillo en donde le presentó dos opciones para salir de esta crisis: dejar el cargo o que presente sus disculpas por sus comentarios sobre la Marina de Guerra.
Como contó LPO, Béjar es un exguerrillero de 85 años, abogado y doctor en sociología que integró, luego de recibir entrenamiento militar en los comienzos de la revolución cubana, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), la primera experiencia armada en Perú. Luego dejó el MIR para crear el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que tenía una impronta más guevarista.
En 1966 fue encarcelado pero con el gobierno del nacionalista militar, Juan Velasco Alvarado en Perú, logró la amnistía. Además de la libertad, Béjar se convirtió en funcionario a cargo del Sistema Nacional de Movilización Social, un espacio creado especialmente para reforzar la relación con los sectores más humildes.
Pedro Castillo busca que las Fuerzas Armadas cumplan un rol clave dentro de su gobierno como mecanismo de transferencia de las políticas sociales que pretenden llevar a cabo. Además, en el discurso de asunción, el jefe de estado anunció que los jóvenes que no trabajen ni estudien hagan el servicio militar obligatorio.
En un Gobierno sin mayoría parlamentaria, el rol de los militares como sostén de gobernabilidad se vuelve determinante y eso fue lo que hizo que el líder peruano sacrificara a uno de sus intelectuales predilectos.
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