Comienza a tomar cuerpo la idea de abandonar los Ejecutivos municipales antes de cumplir la mitad del segundo mandato para poder volver a presentarse en 2023.
Muchos intendentes, especialmente del Conurbano, que van por su segundo mandato consecutivo llevaron a sus laboratorios políticos una nueva alquimia electoral para eludir la ley que les impide aspirar una nueva reelección en 2023.
La fórmula en estudio para por renunciar en diciembre de este año, antes que se cumpla la mitad de su segundo mandato para así, poder volver a presentarse a un nuevo período en la próxima elección ejecutiva pues especulan que al dimitir antes de superar el ecuador del segundo mandato, éste no debería considerarse como un período completo y, por lo tanto, no estarían alcanzados por la limitante legal.
Por el contrario, su hipotético reemplazante, el primer concejal electo en la elección de 2019, gobernaría por la mitad de un mandato más unos días con lo cual se podría argumentar que ese relevo sería considerado como un período íntegro. La eternidad en el poder, entonces, sería cuestión de unos días.
Esta búsqueda de un vacío y de una peculiar interpretación de la ley 14.836 impulsada por Cambiemos y votada en 2016 por el entonces oficialismo, el Frente Renovador y varios sectores del actual Frente de Todos surgió tras los traumáticos cierras de listas en el espacio gobernante y tendría una víctima específica impensada: la Cámpora que busca avanzar en el armado territorial sin tener que disputar con los intendentes que quedarían fuera de juego.
Entre los intendentes del conurbano sur que tendrían vedado un tercer mandato consecutivo figuran el de Almirante Brown, Mariano Cascallares, quien encabeza la lista de diputados provinciales por la Tercera Sección, Martín Insaurralde de Lomas, Fernando Gray de Esteban Echeverría y el jefe comunal de Ezeiza, Alejandro Granados.
El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, uso de licencia tras haber sido designado como ministro de Hábitat en reemplazo de María Eugenia Bielsa, es otro de quienes no puede, al menos en teorías, aspirar a enhebrar un tercer mandato.
Pese a que los jefes comunales habían conseguido el aval público del presidente, Alberto Fernández, para derogar la ley, el sector comandado por Máximo Kirchner aún no dio señales de una iniciativa en este sentido.
La ley fue aprobada en la Legislatura bonaerense en 2016 -a partir de un acuerdo entre María Eugenia Vidal y Sergio Massa- y limita la posibilidad de que un intendente, legislador o concejal se mantenga en el poder a solo dos períodos. Para eso se tomó como primer período el que transcurría al momento de votarse la ley: esto es, para el caso de los intendentes 2015-2019 y para los legisladores 2013-2017.
El planteo de los releccionistas es que la Constitución de la provincia de Buenos Aires limita a dos mandatos las reelecciones del gobernador y de su vice, pero nada dice de intendentes ni legisladores por lo cual cualquier restricción en este sentido debería surgir de una reforma de la carta magna provincial y no en una ley.
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