El gobernador se debate entre ser punta de lanza opositora desde la conducción nacional del partido o resguardarse en la trinchera de Buenos Aires.
Por Macarena Ramírez
No hay dudas entre las diferentes tribus del peronismo respecto de que el nombre de Axel Kicillof, en virtud de que el gobernador obtuvo un triunfo contundente en el territorio más populoso del país, está entre los favoritos para conducir la etapa que viene desde un rol de oposición al gobierno nacional que a partir del 10 de diciembre liderará, motosierra en mano, el ultraderechista Javier Milei. El mandatario está dispuesto a hacerlo, pero se enfrenta al dilema de ponerse tempranamente como punta de lanza opositora desde el Partido Justicialista (PJ) nacional o asegurarse primero la gobernabilidad atrincherado en la provincia de Buenos Aires y esperar que el horizonte aclare.
El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, puso sobre la mesa la necesidad de promover un recambio de autoridades del PJ, tanto en su instancia nacional como en la bonaerense. Sin embargo, la discusión ya estaba en las entrañas del peronismo, que busca la forma de reconstruirse luego de la estruendosa derrota de Sergio Massa en el ballotage.
Naturalmente, con el correr de los días y tras diversas acciones montadas por el propio gobernador, Kicillof se fue consolidando como el conductor del peronismo en la provincia de Buenos Aires pese a las tensiones que sostiene con el actual presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner. Así lo ratificaron los más de ochenta intendentes que se reunieron con el mandatario el lunes en La Plata, pero la necesidad de un encontrar conductor trasciende la frontera de Buenos Aires y el gobernador asoma como una de las figuras que mejor paradas quedaron luego del proceso electoral.
Ser o no ser
¿Le conviene a Kicillof conducir al peronismo tempranamente desde el PJ nacional? Las opiniones son encontradas. En el entorno del gobernador reina la cautela. Diferentes fuentes de la casa de gobierno consultadas por Letra P sostuvieron que el principal activo del mandatario es su gestión y que eso es lo primero que debe cuidar. “Es muy pronto para esas definiciones; primero tenemos que asegurarnos la gobernabilidad y después vendrán esas discusiones”, desalentó un funcionario de trato diario con el exministro de Economía.
En la misma línea opinó un kicillofista de la primera hora. “Hay que cuidarlo; el camino es muy largo y en todo caso, cuando llegue el momento del operativo clamor, no deberá iniciarlo él mismo desde el partido”, advirtió una fuente que lo ve como el candidato más firme para competir por la presidencia en 2027, pero considera que no necesariamente deberá, para anotarse en esa carrera, ponerse al frente del partido. Para contrarrestar la presión, en la gobernación tiran otro nombre posible para el PJ nacional: el gobernador de Formosa, Gildo Insfran.
El propio Alberto Fernández relativizó la posibilidad de que Kicillof ocupe el lugar que él ostenta y puso sobre la mesa otros nombres, entre ellos varios bonaerenses: la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y de Hábitat y Vivienda, Santiago Magiotti; el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y el gobernador saliente de Chaco, Jorge Capitanich.
Respaldos
No obstante, hay otras figuras que tienen una mirada diferente y creen que Kicillof, hoy vicepresidente del partido, por ser el mejor posicionado tras el proceso electoral, debería conducir la nueva etapa desde el PJ. Una de ellas es la diputada anti-K Graciela Camaño. “El peronismo tiene gente que está legitimada y una de las personas legitimadas, le guste a quien le guste, es el gobernador de la provincia (de Buenos Aires). Tiene la inteligencia de pensar la nueva partitura. Quizá pueda ser la proa de la recomposición, pero para eso tiene que escribir una nueva partitura”, afirmó, para sorpresa de muchos.
La misma línea siguieron otros dirigentes. El intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, lo dijo sin vueltas. “Kicillof es el próximo referente nacional del peronismo”, pronosticó. Su vecino de Ensenada, Mario Secco, lo sostiene hace rato y lo ratificó este lunes cuando dijo que le pidió “que conduzca”. También Andrés Larroque, quien planteó que “hay que volver a poner al peronismo a nivel nacional en el lugar que merece” y que “hoy Axel es el representante institucional del peronismo” porque “tiene el cargo de mayor representatividad”.
Hubo también, en las últimas horas, un gesto de los gobernadores peronistas del interior del país. La primera reunión entre los mandatarios realizada tras la derrota no se realizó en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), donde solían hacerse esos encuentros, sino que habilitaron a Kicillof como anfitrión y se reunieron en las oficinas que el Banco Provincia tiene en la Ciudad de Buenos Aires, hasta donde fue el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, quien tuvo la semana pasada una charla previa, a solas, con el gobernador bonaerense.
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