El radicalismo provincial elige nuevas autoridades a fin de año. Con Posse recalculando, continuidad o volantazo es la cuestión.
Por Juan Rubinacci
A pesar de que no tiene fecha estipulada, la elección de nuevas autoridades de la UCR bonaerense será a fin de año, aunque ya empieza a jugarse en las diferentes corrientes que componen al partido en Buenos Aires. ¿Continuidad o renovación? ¿Lista de unidad o competencia?
En el escenario aparecen cuatro apellidos que se reparten el radicalismo bonaerense e intentarán conducir los destinos boinablanca: el titular del Comité Provincia, Maximiliano Abad, con el espacio Adelante; el presidente del partido a nivel nacional, Martín Lousteau, en su línea Evolución; el diputado Facundo Manes y el exintendente de San Isidro Gustavo Posse.
Maximiliano Abad, Facundo Manes y Gustavo Posse.
La pelea por la conducción de la UCR en Buenos Aires
Sin chances de reelección -conduce desde 2021 y fue elegido en una lista de unidad para renovar en 2022-, Abad intentará colocar un nombre que continúe con su gestión. Su espacio nuclea a la mayoría de los 27 intendentes UCR en la provincia; bloques mayoritarios del radicalismo en la Legislatura bonaerense y su propia figura en el Senado nacional. Este sector entiende que no hay clima para elecciones y va por un gran acuerdo partidario. Asegura que la estrategia electoral de acompañar a Patricia Bullrich permitió mantener con vida al partido y señala al sector que eligió jugar con Horacio Rodríguez Larreta como la desgracia que no fue.
El abadismo afirma tener diálogo con todos los sectores, como el de su ex-rival en la interna, Posse, pero especialmente con Evolución. De hecho, ambos espacios comparten bloque en Diputados de Buenos Aires. No así con los legisladores que responden a Manes, quienes armaron otra bancada. Hace meses que Abad y Manes no hablan. En 2021 trabajaron juntos la candidatura del neurocientífico, que sumó más de un millón de votos. Dos años más tarde fueron por caminos separados. El sector oficialista viene trabajando en reuniones semanales de dirigentes, con o sin responsabilidad de gestión, en busca de una estrategia para movilizar al partido.
Martín Lousteau afina su relación con Facundo Manes.
El plan de Martín Lousteau
Lousteau pretende profundizar su modelo crítico del gobierno nacional para, dice, recuperar las banderas de la UCR y ser oposición a los gobiernos provincial y nacional. Para ello, buscará que Evolución sea la cabeza de una lista de unidad. Tampoco esta tribu considera que el escenario sea propicio para elecciones internas, pero cree que es momento de una renovación total.
El sector referenciado en el senador nacional entiende que el partido se alejó de los problemas de la gente, le achaca a la actual conducción una mala estrategia electoral en la que la UCR perdió intendencias y bancas legislativas e impulsa la figura de un intendente para la presidencia bonaerense.
Así lo propuso el jefe comunal de Trenque Lauquen, Miguel Lunghi, cuando fue anfitrión del primer Foro de Intendentes radicales del año. La tropa lustosista cobró fuerza con algunas bancas legislativas y la elección del senador para conducir el Comité Nacional. Su dirigencia cree que el ciclo de Abad está agotado y pretende una renovación total.
Gustavo Posse y Facundo Manes, ¿a la cancha?
Es un sector que tomó afinidad con el possismo en la región capital y la Tercera sección electoral, aunque ve que el espacio del exintendente de San Isidro perdió fuerza con la dura derrota que sufrió en octubre pasado en la contienda local. Posse está recluido en su sección (la Primera) y en su municipio para volver a construir. Cuenta con su histórico armador Walter Crusso y un par de intendentes como Franco Flexas (General Viamonte) y Matías Rapallini (Maipú).
Quien está decidido a participar es Manes, que considera que el radicalismo debe ser autónomo y no colocarse detrás de otra fuerza política. Su tropa afirma el oficialismo partidario prometió no ser furgón del PRO en las elecciones y que eso no se cumplió. El diputado cree que no existe la renovación con continuidad y que es momento de dar el volantazo -¿el paso?- para recuperar el rol que necesita la UCR.
El Javier Milei bueno
Si bien sus dirigentes no reniegan de la adhesión del partido a la figura de Manes, también confían en el feeling que el neurocientífico tiene con la sociedad, independientemente de la dirigencia radical. Consideran que "es el Javier Milei bueno”, un outsider que llega para cambiar las cosas abandonando la mirada egocéntrica de la política. Dicen que las cosas con Abad se tensaron porque Manes emprendió una marcha nacional que no tuvo su correlato en la provincia, que decidió ir detrás de otra fuerza.
Por estas semanas, Manes trabaja sobre dos ejes para el cambio en la Argentina: “Desde el radicalismo y desde la provincia”. La sintonía que tiene con Lousteau en el Congreso, donde ambos enfrentan al presidente del bloque de Diputados, Rodrigo De Loredo, y son críticos de la gestión Milei, no la tienen en Buenos Aires, donde su tropa legislativa armó un bloque con el GEN, mientras que la de Lousteau convive con la de Abad.
La función será entre octubre y noviembre, pero los actores del radicalismo que van por la conducción bonaerense ya salen a escena.
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